La Supercopa de España, ese torneo que, dependiendo de a quién le preguntes, puede ser visto como un enfrentamiento de titanes o, en palabras de algunos críticos, un simple espectáculo mercantil, vuelve a hacer ruido. Y no es para menos, ya que el próximo encuentro entre el Real Madrid y el Barcelona promete ser un evento que no solo reúne a dos de los clubes más grandes del mundo, sino también a una serie de controversias que rodean su sede en Arabia Saudí. En este artículo, exploraremos el papel de la Supercopa en el fútbol actual, la polémica de su celebración en tierras árabes y lo que realmente significa jugar por un trofeo que es tanto un símbolo como un negocio.

Un Clásico que ya es tradición

Este será el segundo Clásico del curso 2024-2025, y, si te soy honesto, a mí me encanta cuando estos dos equipos se enfrentan. La emoción está en el aire, los colores de la afición se mezclan en el estadio y, por supuesto, siempre hay un par de nuevos memes que surgen de la situación. ¿Quién no disfruta de esos momentos?

Vale la pena recordar que el Real Madrid ha sido el rey de esta Supercopa desde que se instauró el nuevo formato de Final Four en Arabia Saudí. Desde su primera edición en 2020, el Madrid ha levantado el trofeo en 2020, 2022 y 2024, mientras que el Barcelona lo ha alzado en el pasado. Si el equipo blanco se lleva el triunfo este domingo, igualará el récord del torneo con 14 Supercopas, un hito que, definitivamente, no se tomaría a la ligera.

Sin embargo, no todo es alegría y festividad en el horizonte; también hay un ambiente tenso lleno de polémicas que vale la pena explorar.

La polémica de la sede: Arabia Saudí

¿Por qué Arabia Saudí?

La decisión de celebrar la Supercopa de España en Arabia Saudí no fue tomada a la ligera, aunque por momentos parece que sí. En aproximadamente 2019, el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, propuso un nuevo formato que incluía a cuatro equipos: el campeón de liga, el campeón de la Copa del Rey y los subcampeones de ambos torneos. Pero, ¿dónde lo harían? ¿En el barrio de toda la vida? No, optaron por Arabia Saudí.

La razón detrás de ello es bastante clara: el negocio. Un contrato de 240 millones de euros que iba a ser repartido entre la Federación, los clubes y otros intermediarios. Al final, la RFEF se quedó con una jugosa bolsa repartida en beneficio de los clubes españoles. ¿Quién diría que no a eso, verdad?

Aún así, esta decisión ha sido objeto de críticas feroces. Arabia Saudí tiene una reputación muy negativa en relación a los derechos humanos y a la discriminación sexual. En este contexto, muchos se han preguntado: ¿es correcto que un torneo emblemático del fútbol español se celebre en un país que no respeta estos valores?

Pedro Ruiz alza la voz

En medio de esta controversia, figuras públicas como el humorista Pedro Ruiz han alzado la voz. Ruiz no es ajeno a las críticas de la Supercopa celebrada en Yeda, y en su estilo particular, manifestó en redes sociales su confusión: “Sigo sin comprender que la Supercopa de España se juegue en Yeda o en Dubai”. Y, a pesar del tono humorístico que siempre da a sus comentarios, la crítica es bastante seria. La frase que lanzó menciona el tango “Cambalache”: “¡Y como la pasta manda… ¡todos p’allá!”. La risa se convierte en un comentario mordaz sobre los valores en juego.

Cambios en el reglamento: adiós a las prórrogas

Una de las novedades de esta Supercopa es el cambio en el reglamento respecto a los empates. Antes, el que se metía en un lío de prórrogas tenía que sudar la camiseta más de lo habitual, pero ahora se decidió que, en caso de empate, se iría directamente a penaltis. Esta decisión, efectivamente, busca no sobrecargar a los jugadores. No hay nada peor que ver a tus futbolistas favoritos exhaustos en campo, ¿verdad? A veces, parece que estas decisiones están más pensadas para el bienestar de los jugadores que para el espectáculo.

Pero déjame hacer un pequeño paréntesis: ¿quién no ama la adrenalina de una tanda de penaltis? Es como una versión moderna de “La batalla de los sexos”, donde los jugadores se convierten en gladiadores.

La historia reciente de los enfrentamientos: del 0-4 al momento actual

Ahora, pensando en el enfrentamiento que ya tuvo lugar entre ambas escuadras en octubre, donde el Madrid fue derrotado por un aplastante 0-4, parece que las tornas han cambiado. Esa fue una dura lección para, entre otros, el entrenador Carlo Ancelotti, que llegó a estar bajo presión después de una serie de actuaciones decepcionantes.

Pero, como buen aficionado al fútbol, también sé que estas cosas pasan. Tan rápido como te desplomas en la liga, puedes levantarte en el siguiente partido. Y ahí está el Madrid, con cinco victorias consecutivas en el campeonato nacional, volviendo a mostrar ese brillo que suele tener. El optimismo es contagioso; ¿o no?

La controversia de los jugadores: Dani Olmo y Pau Víctor

Otro tema que ha acaparado atención es la disputa por la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor para jugar en esta Supercopa. Al principio, parecía que la situación iría a más, pero el Consejo Superior de Deportes (CSD) otorgó una medida cautelar que permitió su inscripción. ¿Sabías que, a veces, todo lo que se necesita es un poco de burocracia para resolver crisis a último momento? De eso soy testigo en mi propia vida, ¡nunca me olvido de la vez que a punto estuve de perder mi asiento en un concierto por no tener los papeles en orden!

El impacto del negocio del fútbol en la identidad nacional

Pasando a un punto más profundo y serio: la lucha entre el negocio del fútbol y la identidad nacional. Siempre cabe preguntarse si el hermoso juego debería ser únicamente por el espectáculo o si se le debe dar importancia a las raíces y valores locales. La transformación del fútbol en un negocio multimillonario ha llevado a muchas ligas a buscar acuerdos similares, y eso podría secar la esencia de lo que significa realmente jugar con orgullo regional.

Aunque pueda parecer que las decisiones están guiadas principalmente por dinero, no podemos perder de vista que el fútbol tiene el poder de conectar y unir a las personas. Cada vez que un aficionado pone su camiseta y grita en el estadio, hay una historia personal detrás de esa pasión. Como espectador, te resulta difícil no sentirte identificado con esos momentos de alegría y desesperación.

En conclusión: ¿un futuro brillante o un espejismo vacío?

Para terminar, la Supercopa de España en Arabia Saudí es un evento que refleja el lado comercial del fútbol, donde el amor por el juego y los valores humanos parecen estar un poco en el banquillo, esperando su turno. La mezcla necesaria entre la tradición y el desarrollo económico es un desafío que todos los aficionados debemos afrontar, pero siempre podemos mantener nuestras pasiones al frente.

Queda por ver si el próximo partido será un orgullo para las aficiones o un simple espectáculo diseñado para llenar bolsillos. ¿Y tú, qué opinas? ¿La Supercopa es una celebración del fútbol o simplemente otro evento más en la lista de los “exclusivos patrocinios”? Lo que está claro es que, como aficionados, siempre nos quedarán las anécdotas y los recuerdos. ¡Ah, el fútbol!

Al final de cuentas, en esta era de cambios constantes, posiblemente valoraremos más los momentos de pasión genuina que los trofeos en sí. Así que agárrate a tu bufanda y disfruta, que en el mundo del fútbol nunca hay un día aburrido.