La tecnología avanza a pasos agigantados, y nosotros, los mortales, nos encontramos atrapados en su vorágine. Personalmente, he estado a la espera de este momento durante más de una década. Con mi viejo MacBook Pro Retina de 13 pulgadas, lanzado en finales de 2013, he pasado por un sinfín de aventuras, algunas felices y otras no tanto. Pero ahora, al mirar hacia el futuro, estoy listo para hacer una inversión que —espero— transformará mi día a día. Así que aquí estoy, listo para compartir mis reflexiones y anécdotas mientras me embarco en la emocionante compra del nuevo MacBook Pro con M4 Pro.
¿Por qué ahora y no antes?
Se suponía que el nuevo MacBook con el M1 debería haber sido mi salvación en 2021. Pero, como suele suceder en las mejores historias, la vida tenía otros planes. Mi viejo compañero, que había estado junto a mí en las largas noches de trabajo y en las semanas de estrés sin pausa, todavía tenía algo que ofrecer. Su batería había sido renovada recientemente, lo que le dio unos meses extra de vida útil. Así que, con unas finanzas no muy brillantes tras la pandemia, decidí dejar pasar el tren del M1.
Pero reflexionando, me doy cuenta de que mi decisión fue más que una cuestión financiera. ¿Realmente quería ser un ‘early adopter’ de un nuevo procesador que, aunque prometedor, necesitaba tiempo para que los desarrolladores adaptaran sus software? No, gracias. Prefiero ser el tipo que observa desde la barrera mientras otros se lanzan al peligroso abismo de lo nuevo. Al final, lo nuevo me asustaba menos que la idea de los bugs y las fallas inesperadas. Y honestamente, ¿quién no ha tenido una crisis existencial con un ordenador que se apaga en el momento más intenso de una película?
¿Qué hace al M4 Pro tan especial?
Hoy, después de años de espera, estoy listo para realizar una inversión significativa: 2.449 euros en el nuevo MacBook Pro con M4 Pro. Una cifra que suena casi como si estuvieras comprando un coche pequeño, pero confío en que valdrá la pena.
El M4 Pro es el procesador en el que confío para que me dure otros diez años. He estado lidiando con un Core i5 por tanto tiempo que ya lo siento como parte de la familia. Sin embargo, con el M4 Pro, estoy buscando no solo potencia, sino también eficiencia. Apple ha perfeccionado este procesador durante años, y ahora que se encuentra en su segunda generación de 3 nanómetros, me siento bastante cómodo dejando mi destino tecnológico en sus manos. ¡Pero venga! No todo es retoques estéticos y mejoras técnicas: estoy hablando de editar múltiples archivos simultáneamente sin perder la cabeza, algo que, por decir lo menos, me haría querer abrazar a Apple en un acto de gratitud.
La pantalla que me sedujo desde el principio
Cuando compré mi viejo MacBook Pro Retina, lo hice buscando algo más que un simple portátil. Necesitaba una pantalla que sobresaliera con su calidad, algo que me permitiera al menos simular que estaba trabajando en un estudio y no en mi mesa de cocina. La pantalla Liquid Retina XDR del nuevo modelo promete llevarme a un nuevo nivel de productividad. Una mayor luminosidad (hasta 1.000 nits) y una claridad de imagen que, sinceramente, me hace querer ponerme gafas de sol.
Jobs puede haber dicho que las pantallas táctiles no son necesarias en un portátil, pero, con toda la sinceridad del mundo, no estoy tan seguro. A veces me gusta ejercer mi autoridad como consumidor y desear cosas que no se me ofrecen. ¿Quién está con los brazos cruzados cuando ve un MacBook totalmente táctil?
La batería: el rey del juego
Como cualquier persona que haya tenido un dispositivo que empieza a fallar en los momentos más críticos, valoro enormemente la autonomía de la batería. El nuevo MacBook Pro promete 14 horas de navegación web, lo que es música para mis oídos. Lo sé, lo sé: no soy el único que ha caído en las trampas de marketing sobre el “streaming de 24 horas”, pero aquí estamos, buscando ese equilibrio entre la realidad y la ilusión de un sistema sin fin.
Amo la flexibilidad que me permite moverme entre la oficina en casa, la cocina y, a veces, el parque mientras trato de aumentar mi nivel de vida saludable. Tener un dispositivo al que puedo confiar para aguantar a través de jornadas largas y exigentes es fundamental. ¡Gracias, Apple, por no dejarme en la estacada!
La última pizca de tecnología: Thunderbolt 5
Ya hemos hablado de la cámara frontal (que no voy a negar me hace sentir más ‘influencer’ de lo que realmente soy) y de los altavoces de calidad superior. Pero lo que realmente me tiene emocionado es la inclusión de Thunderbolt 5. ¡Qué alegría haber desaparecido el miedo de conectar dispositivos sin temor a que me arruinen el día! Imaginen la escena: un presentador tratando de conectar su portátil a un proyector en su evento, sudando frío mientras su viejo cable USB se niega a funcionar. Con Thunderbolt 5, espero que esos días de angustias tecnológicas queden atrás.
Una decisión arriesgada
Y así, aquí estoy, con la compra ya hecha. Los 2.449 euros se han ido volando de mi billetera como si fueran hojas en otoño. Sí, he estado reservando el dinero durante años, pero el dolor sigue ahí, como un pequeño pinchazo recordándome que podría haberlo gastado en unas vacaciones soñadas en vez de en un objeto de tecnología.
Sin embargo, al mirar hacia el futuro, tengo la corazonada de que esta decisión resultará ser una inversión de la que no me arrepentiré. He vivido con el mismo modelo durante tanto tiempo que todo lo nuevo es como entrar en un mundo desconocido. Cada día que me siento frente a mi nuevo MacBook, espero recordar por qué me enamoré de Apple en primer lugar. Estoy listo para tomar este salto y disfrutar de lo que venga.
Reflexiones finales: ¿vale la pena el gasto?
¿Me habrá salido bien la jugada? Ni yo lo sé y, para ser sincero, no puedo predecir el futuro. Pero lo que sé es que en esta vida, algunas inversiones van más allá del dinero. Se trata de confiar en algo que ha sido parte de tu viaje, que ha estado ahí en tus momentos de triunfo y en tus tropiezos. Gracias a Apple, me lanzo nuevamente al abismo tecnológico con fe ciega.
Y tú, ¿te atreverías a dar el paso de un dispositivo antiguo a uno nuevo? ¿O prefieres quedarte atrapado en el tiempo, como un reproche a la fugacidad de la tecnología? A veces, el mayor riesgo es quedarse donde uno está.
Sin lugar a dudas, seguiré actualizando mis experiencias con esta nueva computadora, y al final de cuentas, el tiempo dirá si mi fe en Apple y en el M4 Pro fue bien fundamentada. Hasta entonces, amigos, ¡nos vemos en el futuro!