La industria de los videojuegos ha evolucionado de manera impresionante en los últimos años, convirtiéndose en un medio que no solo entretiene sino que también impacta culturalmente. Uno de los nombres que se ha vuelto sinónimo de esta transformación es Conrad Roset, el renombrado ilustrador y director creativo de Nomada Studio. Si alguna vez te has preguntado cómo un juego puede resonar tanto a nivel emocional como estético, este artículo es para ti. Vamos a explorar su reciente obra, Neva, y adentrarnos en la mente de Roset, quien ha logrado que los videojuegos sean vistos como una forma de arte digna de reconocimiento.

La conexión emocional en los videojuegos: ¿una búsqueda constante?

Cuando se habla de videojuegos, frecuentemente se piensa en disparos, carreras o luchas épicas. Pero, ¿qué sucede cuando un juego ofrece una experiencia que te toca el corazón? En una reciente entrevista, Conrad mencionó que Neva no solo es un juego, sino un viaje emocional que refleja su propia experiencia como padre. ¿Acaso no es fascinante cómo una historia puede resonar tanto en el ámbito personal y profesional?

Neva se centra en la relación entre Alba, la protagonista, y Neva, un adorable lobo que representa los altibajos de la vida. La narrativa divide el juego en cuatro capítulos, correspondientes a las cuatro estaciones del año. Este ciclo no solo simboliza el paso del tiempo, sino también nuestra propia evolución en las relaciones. Para Conrad, la interacción entre Alba y Neva refleja su experiencia familiar; de alguna manera, cada jugador puede verse reflejado en esa relación.

Una historia de crecimiento y protección

En mi propia vida, he experimentado cómo nuestros roles en las relaciones cambian con el tiempo. Cuando era más joven, sentía que tenía que proteger a mis más cercanos (mis amigos, mis hermanos). Pero, a medida que crecí, ahora soy consciente de que la reciprocidad es clave. Nuestros seres queridos también nos protegen y apoyan. E imaginad la complejidad que esto tiene en un videojuego: ¡es un desafío narrativo increíble!

Con el juego, los jugadores deben proteger al pequeño Neva mientras va creciendo, lo cual trae un componente de responsabilidad marcada en el gameplay. La idea de “yo te cuido y tú me cuidas” puede resonar en todos nosotros, llevando esta relación más allá del mundo digital. ¿Cuántas veces sentimos que dependemos de alguien y, a la vez, somos ese alguien de quien otros dependen?

La evolución del estilo: inspiración y dirección artística

Roset es conocido no solo por su narrativa, sino también por su impresionante estilo artístico. En Neva, decidió alejarse de la estética anterior de su éxito, Gris, optando por un lenguaje visual más abstracto. Al hablar sobre su estilo, Roset explica que busca crear un entorno donde la narrativa y la estética se conjuguen de forma fluida. Y, sinceramente, ¡quién no disfrutaría de un mundo donde cada elemento narrativo tiene un propósito!

La importancia del diseño artístico

En una parte interesante de la conversación, Conrad menciona cómo el diseño de cada enemigo está interconectado a la narrativa. Un enemigo sin una personalidad definida, representando un “mal” que se expande sin control, se convirtió en un símbolo de las luchas que enfrentamos en nuestra propia vida diaria. ¿No es increíble cómo los videojuegos pueden reflejar problemas de importancia social y cultural?

Y hablando de lo visual, la elección de las mariposas blancas como un elemento para recuperar vida en el juego es genial. ¿A quién no le gustaría creer que la esencia de nuestros seres queridos perdura a través de bellas mariposas? ¡Es una imagen poderosa!

Un enfoque en las relaciones humanas

Un aspecto que destaca es cómo la voz femenina juega un papel fundamental en el trabajo de Roset. En el mundo contemporáneo, muchos destacan la necesidad de representaciones diversas en medios artísticos; sin embargo, para él, parece que estas decisiones son naturales y se encuentran alineadas a la narrativa y estética de cada historia.

Roset comparte que comenzó a ilustrar personajes femeninos simplemente porque eran apropiados para la historia. ¿No es perfectamente lógico que, en el arte, lo que tiene sentido narrativamente es lo que debe prevalecer? A veces pienso que la industria del videojuego es como una banda de rock en la que todos tienen su lugar. Nunca me he preguntado por qué el guitarrista no es una bajista, simplemente me he dejado llevar por la música, y eso es lo que él busca al contar sus historias.

Y, sobre el crecimiento del estudio

Un gran entusiasmo rodea a Nomada Studio, que ha logrado mantener una estructura pequeña y enfocada. Roset comparte que han rechazado oportunidades para expandirse, ya que valoran el control creativo que tienen. En un mundo donde todos buscan la siguiente gran producción, su enfoque suena refrescante. ¿Cuántos estudios han perdido su esencia al priorizar el crecimiento sobre la calidad? Nomada se siente cómodo con un equipo de alrededor de 20 a 30 personas, lo que les permite seguir explorando su visión artística y cultural.

El impacto silencioso de los videojuegos en la cultura

La percepción del público sobre los videojuegos está cambiando lentamente, pero aquí sigue la pregunta: ¿podemos considerar los videojuegos como una forma de arte comparable a la pintura o la música? Roset y su equipo han demostrado que es posible. Cuando su juego Gris fue expuesto en el CCCB por su calidad artística, fue un hito. Esta validación del arte dentro de los videojuegos es un paso hacia el reconocimiento que tantos creadores buscan.

En un momento crítico, Conrad enfatiza que todavía queda mucho trabajo por hacer. Aunque muchos ven el videojuego como un mero entretenimiento, él está comprometido con demostrar que hay un nivel cultural muy profundo en esta forma de arte. Como ávido jugador, no puedo evitar sentir que esta pasión se refleja en los juegos que consumimos y amamos.

Reflexiones finales: el futuro de los videojuegos como arte

El viaje de Conrad Roset y Nomada Studio es solo un fragmento de lo que representa la industria de los videojuegos hoy en día. En mi propia experiencia como jugador crossover, he visto cómo los videojuegos han evolucionado de meras distracciones a significativas experiencias narrativas. Si bien todavía hay mucho camino por recorrer, es vital destacar que cada vez más personas reconocen el valor emocional y cultural de los videojuegos.

En resumen, Neva es mucho más que un simple videojuego: es un retrato de nuestras relaciones, un testimonio de la vida y una muestra palpable de cómo el arte y la jugabilidad pueden entrelazarse de manera profunda. ¿Qué más podemos esperar de una industria que sigue redefiniendo lo que significa contar historias? El futuro del arte digital se siente prometedor, y estoy emocionado por ver cómo evolucionará todo esto en los próximos años.

Al final del día, solo nos queda una pregunta más: ¿estás listo para sumergirte en la experiencia que brindan los videojuegos? ¡Porque definitivamente hay muchas más historias que contar!