Si hay algo que hemos aprendido en los últimos años es que la vida a menudo se parece a una montaña rusa. Un día estás en la cima y al siguiente te encuentras dando vueltas y gritando por ayuda. Pero en medio de esta locura, hay ciertas cosas que, por más que cambien, siempre se mantienen casi inalterables. Uno de esos constantes en la escena política estadounidense es, sin duda, ‘La Bestia’, el automóvil presidencial. Y ahora, parece que este lujoso búnker sobre ruedas está listo para regresar a las manos de Donald Trump.

¿Qué es exactamente ‘La Bestia’?

Si alguna vez has soñado con tener un coche que pueda resistir bombas, proyectiles y el mal tiempo —todo al mismo tiempo—, entonces ‘La Bestia’ es tu vehículo. Este asombroso Cadillac One, diseñado como un verdadero búnker sobre ruedas, no solo es un símbolo del poder presidencial, sino que también es una maravilla de la ingeniería.

Con un peso que oscila entre siete y diez toneladas y una longitud de 5,5 metros, ‘La Bestia’ es un impresionante espectáculo al que simplemente no puedes ignorar. La carrocería tiene un grosor que deja atrás a muchos de los muros de la mayoría de las casas (¡20 centímetros, por si tienes dudas!). Durante los momentos en que Trump fue presidente, este vehículo se volvió famoso por sus características únicas que lo convierten en un verdadero “fortaleza en movimiento”.

Recuerdo cuando leí sobre él por primera vez. ¿Te imaginas la mirada de incredulidad y fascinación que se apoderó de mí? En mi mente, empecé a imaginar a Trump siendo transportado en este monstruo mientras algún grupo de manifestantes observaba con ojos como platos. Hay algo extraordinario en imaginar a un presidente circulando por la ciudad en lo que parece una mezcla entre un coche de lujo y un tanque de guerra.

Características de ‘La Bestia’: más que un auto, un refugio

Por si no te has dado cuenta, este no es un SUV común y corriente.

  • Diseño imponente: La carrocería está construida con una combinación de cerámica, acero, titanio y aluminio que le proporciona una resistencia sin igual.
  • Puertas: Las puertas son tan gruesas y pesadas —más de 20 centímetros— que podrían hacer que cualquier intento de apertura por parte de intrusos pareciera un chiste. Para que te hagas una idea, pesan tanto como las puertas de un Boeing 757.
  • Blindaje: El chasis, reforzado con 12 centímetros de armadura, hace que deberías considerar ‘La Bestia’ como un refugio móvil.
  • Interior: Este vehículo tiene la capacidad de llevar hasta siete pasajeros, bien acomodados en filas de 2-3-2. Pero no pienses que viajar en este autocar es como estar en un avión privado; por supuesto, las ventanas no se pueden abrir. Esa cortina de cristal, de hasta 12,7 centímetros de grosor, te hará sentir que estás dentro de un acuario en vez de un auto.

Imagina que estás atrapado en un atasco terrible, rodeado de coches que no parecen moverse. ¿Sería agradable poder abrir la ventanilla y ladrarle a los automovilistas de al lado? Sí, claro, hasta que recuerdes que la única ventana que se puede abrir es la del conductor, que solo se desliza unos 7,5 centímetros. ¡Qué emoción!

Preparado para cualquier eventualidad

No solo cuenta con un diseño robusto; ‘La Bestia’ está equipada con toda la tecnología que un presidente podría necesitar en momentos de crisis:

  • Oxígeno y suministros médicos: Hay un depósito de oxígeno interior y una variedad de suministros médicos a bordo, que incluso incluyen sangre del tipo del presidente. ¡Nunca se sabe cuándo podrías necesitar hacer un trasplante de corazón en plena carretera!
  • Gases lacrimógenos: En caso de ataques, el vehículo dispone de sistemas para liberar gases lacrimógenos mediante el uso de mecanismos especiales. ¡Imagínate la confusión!
  • Teléfono satelital y más: No solo te mantendría a salvo, sino que también garantiza que el presidente pueda hacer llamadas aun en medio de un ataque químico.

Hablando de referencias actuales, es asombroso vivir en una era donde los automóviles tienen más características de defensa que algunos países. Si tuviera una Bestia en mis manos, definitivamente tendría una lista de cosas que hacer. Pero en lugar de eso, solo me conformo con escuchar sobre las hazañas de este vehículo.

¿Quién lo fabrica y cuánto cuesta?

La creación de ‘La Bestia’ es obra de General Motors, en colaboración con diversas agencias de inteligencia de los EE. UU. La inversión en este monumental coche presidencial ascendió a casi 16 millones de dólares. Tres, cuatro o cinco autos podría comprar con ese dinero, pero ya sabemos que uno de estos es suficiente.

Desde su estreno en 2018, este modelo ha sido referencia en cuanto a seguridad y lujo dentro de la ambiciosa esfera política de EE. UU. Sin embargo, dado que estos vehículos suelen renovarse cada siete u ocho años, podríamos coincidir en que, durante el mandato de Trump, podría presentar un nuevo modelo del conocido Cadillac One. ¿Quién no se sentiría un poco emocionante al saber que podría haber una versión futura del auto desde el que emitiría twitts tan icónicos?

Un pequeño guiño a la táctica de protección

No es solo acerca de un automóvil lujoso. Cada detalle en ‘La Bestia’ está diseñado para la seguridad, incluso la elección de un esquema de vehículos idénticos para confundir a posibles atacantes. Existen, al menos, dos Bestias que viajan juntas, haciendo que los ojos curiosos se pregunten cuál es realmente el vehículo del presidente.

Me gusta pensar que hay algunos que se han hecho fans. Podrías imaginar a los amantes de los autos conviviendo después de un espectáculo y debatiendo cual de las dos «Bestias» era la original. Es lo más cercano que tendrás a un acto de magia en el mundo automovilístico político.

La logística de un carro presidencial

Para mover ‘La Bestia’ y su cuadrilla de vehículos, todo es un asunto logístico de primer nivel. Se utilizan Boeing C-17 Globemaster III, un avión de transporte militar de gran capacidad. Ese doble uso de una bestia en el aire y en tierra agrega un toque emocionante para cualquier entusiasta de la mecánica.

Parece que ser presidente de EE.UU. no solo significa tener poder político, sino también lidiar con la logística de transportar a un vehículo increíblemente especializado a través de múltiples estados. A veces me pregunto si eso viene con un manual de instrucciones o si solo se trata de jugar al “toma para ti y da para mí”.

Reflexiones finales: la simbología de ‘La Bestia’

En un mundo donde el cambio es la única constante, ‘La Bestia’ representa más que un simple vehículo; simboliza la resiliencia y la protección, tanto física como psicológica. Nos recuerda que, a pesar de las turbulencias, a veces se puede encontrar refugio en lo conocido, incluso si esa “ciudadanía” es un Cadillac blindado.

Mientras el ciclo político continúa y el eco de las elecciones se hace sentir, ‘La Bestia’ se queda como un recordatorio constante de que en la vida pública, de alguna manera, el peligro estará siempre al acecho. Sin embargo, cada vez que la veamos en acción, recordaremos que aun en los momentos más oscuros, siempre habrá un símbolo de resiliencia, listo para llevar a quien esté al volante hacia sus destinos, a toda velocidad, aunque no sea por los métodos más convencionales.

Entonces, ¿quién es realmente el dueño de ‘La Bestia’ ahora? Bueno, eso depende de a quién se le pregunte, pero en mis sueños, siempre será un automóvil que cruje y tiembla al enfrentarse a un aumento en la oferta política. Esto significa que, para todos nosotros, cada vez que Trump vuelva a pisar el acelerador de este modelo, podría desatar una serie de aventuras y porros previos a elecciones que están lejos de ser aburridas. ¡Así que ahí tienes, el viaje con ‘La Bestia’ apenas comienza!