El 8 de marzo es más que una fecha; es un poderoso recordatorio de la lucha de las mujeres a lo largo de la historia. Sin embargo, en este contexto, hay quienes intentan aprovecharse de la causa para hacer ruido político. ¿Quién imaginaría que en una celebración tan significativa, una poderosa figura como la futbolista Jennifer Hermoso se convertiría en el foco de controversia?

El escándalo a la vista: contexto y detalle

Recientemente, Vox, bajo el liderazgo del polémico Santiago Abascal, decidió adornar su sede en Cuenca con una serie de carteles que han desatado una tormenta mediática. Entre las imágenes utilizadas, destaca la de la jugadora de la Selección Española de fútbol, Jennifer Hermoso. ¿El objetivo? Un mensaje claro, y uno bastante triste, que juega con las complejidades de la lucha feminista y la reciente condena del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.

En un cartel, se puede observar a Hermoso vestida de monja, acompañada de la frase: “cuidado con mirarla, dirá que la acosas”. La imagen parece menos un apoyo y más una burla hacia la lucha por los derechos de las mujeres, especialmente considerando las recientes denuncias de acoso que han salido a la luz en el país.

Ironía y controversia en el mensaje

Personalmente, cuando vi la noticia, no pude evitar una mezcla de incredulidad y un ligero retorcijón de estómago. Me acordé de los momentos en los que se me decía «no debes tomarte la vida tan en serio», pero a veces, el absurdo simplemente no se puede ignorar. Aquí tenemos un acto que intenta deslegitimar las experiencias vividas por muchas mujeres que, como Jennifer, se han manifestado en contra de actitudes impropias que han normalizado el acoso.

El cartel, farisaico y provocador en su esencia, representa no solo un ataque a Hermoso, sino también a todas aquellas que han alzado su voz por la igualdad. La imagen de Hermoso se convierte en un símbolo —pero también en un blanco— en la continua batalla entre lo que representan los derechos de las mujeres y las actitudes despectivas hacia el feminismo.

La lucha feminista: más que un estigma

En la era de la información, es impresionante el bombardeo de mensajes que recibimos a diario sobre feminismo. Por un lado, tenemos movimientos poderosos que buscan la igualdad y eliminar la violencia de género; y por otro, encontramos a políticos como Abascal que intentan trivializar y convertir la lucha feminista en una caricatura.

La protesta de Hermoso frente a los actos de Rubiales no es solo su lucha. Es el reflejo de un movimiento más amplio que se niega a aceptar el acoso como una «norma». ¿Qué hace un político que se dice “defensor de la familia” al utilizar la imagen de una mujer para burlarse de su lucha? Sin duda, la incoherencia es notable.

La crítica al Gobierno en la decoración de Vox

En el mismo escaparate, se exhiben críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su famosa Ley del Solo Sí es Sí y otros temas polémicos que han generado controversia en el panorama político. La ley tiene como objetivo encuadrar el consentimiento en la relación sexual, pero también ha sido objeto de discusión, lo que añade leña al fuego en el debate sobre el lugar que ocupa la mujer en la sociedad.

Esto me hace pensar: ¿se han detenido a considerar las consecuencias de estas críticas para el movimiento feminista? Utilizar la imagen de Hermoso como un recurso político más bien que como un símbolo de empoderamiento parece una estrategia fallida que, en lugar de unir, busca dividir aún más.

Enfrentando el miedo al cambio: un desafío necesario

Si el miedo es lo que impulsa a ciertos políticos a tergiversar las reivindicaciones feministas, nos encontramos en un momento crucial. La evidencia de la violencia de género y el acoso sexual no desaparece. Puede que algunos vean un beneficio inmediato en jugar con la retórica, pero, a largo plazo, el conflicto genera una desconfianza en las estructuras que deberían proteger a las mujeres.

La historia de Hermoso y la condena de Rubiales no son solo anécdotas. Son recordatorios de que el camino hacia la igualdad es espinoso y muy real. La lucha de todas las mujeres que han hablado y se han manifestado es invaluable. ¿No deberíamos estar celebrando a esas mujeres y su valentía en lugar de atacarlas?

Reflexiones finales: la importancia de la empatía y la comprensión

Nunca he sido un gran fan del polarismo político… tal vez porque crecí en una familia donde cada comida se convertía en un debate acalorado y, a veces, caótico. Pero el arte de la empatía es crucial. Entender que cada cartel utilizado por Vox en Cuenca es un golpe bajísimo para todas las mujeres debería alentar a todos a reaccionar, a cuestionar y, principalmente, a reflexionar sobre el papel que jugamos en la sociedad.

Nos queda mucho por hacer. La lucha por el feminismo no termina aquí. Cada cartel que usa la imagen de una mujer para deslegitimar su lucha debe convertirse en un insumo para potenciar la corriente del cambio. Así nos lo han demostrado voces como la de Hermoso. Si no unimos fuerzas en este duelo, ¿quién más lo hará?

Al final, debemos recordar que todos podemos ser aliados en esta lucha. La conversación debe continuar; como dicen por ahí: «la vida es demasiado corta para tener miedo de lo que realmente somos». Así que, levantémonos, cuestionemos y, sobre todo, apoyemos a quienes hacen de nuestra sociedad un lugar más igualitario.

Y tú, ¿qué opinas sobre el uso de los símbolos del feminismo en la política? ¿Es una estrategia válida o un error de cálculo? La pregunta queda abierta, y me gustaría conocer tu perspectiva sobre este delicado equilibrio entre la política y la lucha por los derechos de las mujeres. Al final, contagiarse de la risa, incluso ante el absurdo, es uno de los mejores remedios para afrontar las adversidades. ¡Vamos a seguir construyendo con empatía y sentido del humor!