Las elecciones a menudo son un reflejo del alma de un país, y en el caso de Uruguay, se siente más que nunca. Este pequeño país sudamericano, conocido por su estabilidad política, se encuentra en medio de una balanza en la que su futuro depende de un puñado de votos. Este domingo, los uruguayos decidirán si desean continuar con el actual gobierno social-liberal que ha estado en el poder durante los últimos cinco años o si el Frente Amplio, el partido de la izquierda que gobernó durante tres períodos consecutivos entre 2005 y 2020, recuperará el control. ¿Qué piensan los ciudadanos? ¿Qué factores están en juego? Acompáñame a explorar este apasionante capítulo de la historia uruguaya.

Un vistazo a la primera vuelta: ¿Un empate dramático?

Después de una primera vuelta el 27 de octubre, el candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, se alzó con el 46,22% de los votos. Por el otro lado, el candidato de la coalición que apoya al gobierno saliente, Álvaro Delgado, obtuvo el 28,15%. Aunque a simple vista podría parecer que Orsi lleva la delantera, la combinación de los votos de Delgado y sus aliados políticos alcanza un asombroso 49,39%. Casi un empate, ¿verdad?

Recuerdo cuando, la primera vez que voté, pensé que tenía un poder absoluto en mis manos. La emoción de marcar una casilla, esa sensación de que mi opinión contaba para algo, era algo similar a ganar en la lotería (aunque sin la parte de los billetes de lotería). ¿Podría sentirse igual cada uruguayo este domingo?

Lo que realmente añade un matiz dramático a esta historia es que hace cinco años, Lacalle Pou ganó por 34,000 votos también en una elección muy disputada. ¿Estará la historia pronta a repetirse? Las encuestas actualmente apuntan a una elección apretada, lo que convierte a cada voto en un oro precioso, individual e invaluable.

Los protagonistas de la contienda: Orsi y Delgado

Yamandú Orsi ha sido intendente del departamento de Canelones, un rol que ha sabido dejar atrás por el desafío de la presidencia. Ahora, con el apoyo de figuras como José Mujica, el entrañable expresidente que, a sus casi 90 años y convaleciente de un cáncer, ha estado presente en algunos eventos de campaña, la figura de Orsi parece fortalecer su estatus. Si hay algo que nos ha enseñado Mujica es que la edad no es un impedimento para la política.

Por otro lado, Álvaro Delgado, exsecretario general de la presidencia, parece tener un paracaídas de confianza que lo respalda. ¿Pero qué podemos esperar de él si gana? Ha prometido convocar a Orsi en su primera decisión, comenzando así un diálogo que podría ser inédito. En ese sentido, hay algo de esperanza. Tal vez el verdadero ganador aquí no sea el que asuma la presidencia, sino el que promueva la unidad.

El «voto de los perdedores»: entre la frustración y el cambio

Mariana Pomiés, directora de Cifra, una de las encuestadoras más respetadas de Uruguay, menciona que hay que prestar atención al «voto de los perdedores». Este grupo, que incluye a quienes se sienten marginados y olvidados, incluye a muchos hombres que consideran ser parte de la narrativa negativa que rodea las luchas feministas. Esto es un dato pintoresco y triste a la vez, y me pregunto: ¿cómo es posible que una lucha por la igualdad se perciba como un ataque?

Ya sabéis, una vez discutí con un amigo sobre si era víctima del feminismo. Lo miré, y le dije: «¡Santo cielo! ¿Estamos hablando de la misma cosa aquí, amigo?». Pero lo cierto es que la percepción de «ganadores» y «perdedores» en una elección puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Un cambio de liderazgo puede traer consigo nuevas oportunidades, y también se puede dar el regreso de la frustración. Es una delgada línea que todos caminamos, un fiel reflejo de nuestras propias inseguridades.

La pandemia y su influencia en el electorado

Luis Lacalle Pou ha terminado su mandato con altas tasas de aprobación, alrededor del 50%, lo que es notable, especialmente debido a cómo manejó la pandemia del COVID-19 en 2020. En lugar de encerrar a sus compatriotas, optó por la «libertad responsable». Desde la comodidad de mi hogar, vi las decisiones que tomaba y pensé: «¡Esto es como una obra de teatro donde nadie quiere ser el villano!».

No obstante, la Constitución uruguaya impide que Lacalle Pou se presente nuevamente en las próximas elecciones, lo que ha dejado un vacío que tanto Delgado como Orsi anhelan llenar. ¿Y si los uruguayos sintieron una pizca de nostalgia por él y eso influye en su voto? ¡Es una posibilidad válida!

La influencia de Argentina en las elecciones uruguayas

Ah, Argentina. Nuestro vecino peculiar. A menudo, Argentina actúa como un personaje secundario en la historia política uruguaya. La figura de Javier Milei, líder del nuevo partido argentino La Libertad Avanza, podría tener un impacto interesante en esta elección. En un país en el que se consume una gran cantidad de televisión y medios argentinos, las decisiones políticas del otro lado del Río de la Plata no dejan de influir.

Los uruguayos también tienen un concepto único: el «voto Buquebús», que se refiere a los uruguayos que residen en Argentina y viajan en ferry para emitir su voto. Curiosamente, este grupo tradicionalmente ha favorecido a la izquierda, pero en años recientes su inclinación política ha comenzado a cambiar. ¡Todo un fenómeno digno de estudio!

Sin embargo, lo único continuo que parece ser seguro en esta historia es el amor extraño y tumultuoso que los uruguayos nutren por su vecino. Esa mezcla de rivalidad con nostalgia que solo los hermanos pueden compartir.

Reflexiones finales: el dilema del votante uruguayo

Llegados a este punto, vale la pena reflexionar sobre la complejidad de las decisiones que tomaron los uruguayos en esta elección. Con tanto en juego, las emociones de una nación son palpables y se sienten como un enorme tambor que resuena en cada rincón del país.

El camino a la segunda vuelta puede estar lleno de incertidumbre, pero una cosa es clara: los ciudadanos están siendo llamados a participar en un diálogo que trasciende al simple acto de votar. Quiero decir, al final del día, más allá de cualquier ideología política, ¿quién no desea un futuro más brillante para su país?

Así que este domingo, mientras los uruguayos se dirigen a las urnas, vamos a estar atentos a ver cómo se desarrollan las cosas. Personalmente, me veo como un espectador en este apasionante drama político, tomando notas y tratando de entender las emociones y las decisiones que dan forma a la historia de una nación resiliente y orgullosa. ¿Y tú? ¿Qué esperas de esta crucial elección?


Al final, no olvidemos que cada runa, cada papel en este guion político, está inscrito por las manos de quienes se han comprometido a construir un mejor futuro para sus hijos. Así que, quién sabe, esta elección podría ser una nueva página en la vibrante historia uruguaya, llena de color, pasión y un toque de locura. Vamos a estar ahí, no nos vayamos muy lejos, porque la próxima semana seguro habrá mucho más que conversar. ¡Hasta la próxima!