El mundo de la infancia está lleno de risas, juegos y momentos de aprendizaje. Pero, ¿qué sucede con aquellos niños que, por razones que escapan a su control, se ven obligados a vivir en centros de protección? La ONG Paz y Bien ha lanzado una iniciativa innovadora que busca cambiar la vida de estos pequeños: el programa ‘Familias Colaboradoras’ (FACO). En este artículo, exploraremos los detalles de este programa, la importancia de la figura de la familia colaboradora, y cómo tú podrías ser parte de esta maravillosa transformación.

¿Qué es el programa ‘Familias Colaboradoras’?

Desde 2018, Paz y Bien ha estado impulsando el programa ‘Familias Colaboradoras’, un esfuerzo significativo que busca ofrecer tiempo de calidad y un entorno familiar a menores que habitualmente residen en centros de protección en la provincia de Córdoba. Imagina por un momento el impacto que puede tener el hecho de que un niño comparta un cumpleaños, disfrute de unas vacaciones o simplemente juegue al balón con una familia, en lugar de estar confinado en un centro de protección. Este programa no solo busca cubrir necesidades básicas, sino también proporcionar experiencias de vida que pueden marcar una diferencia para siempre.

¿Quiénes son los beneficiarios del programa?

El perfil de los menores involucrados en este programa incluye principalmente a adolescentes y niños y niñas con discapacidad intelectual. Cada uno de estos pequeños tiene historias únicas y sueños por cumplir, pero también enfrentan retos que los acompañan a diario. La intervención de las familias colaboradoras puede cambiar la narrativa de sus vidas, ofreciendo no solo compañía y cariño, sino también enseñanzas sobre el amor incondicional y la amistad. ¿Acaso no hemos vivido momentos en los que un pequeño gesto ha iluminado nuestra jornada?

La figura de la familia colaboradora: un cambio vital

Convertirse en familia colaboradora puede ser una experiencia transformadora no solo para el menor, sino también para la familia colaboradora misma. Aportar un poco de tu tiempo y energía para ayudar a un niño a acceder a momentos de felicidad puede tener un impacto positivo repleto de enseñanzas y recompensas emocionales. Desde compartir una comida diaria, hasta leer un cuento antes de dormir, estas interacciones pueden ser invaluables.

Beneficios para los menores

Los niños bajo el programa FACO pueden disfrutar de experiencias que a menudo consideramos cotidianas pero que para ellos pueden ser extraordinarias:

  1. Momentos en familia: Celebrar eventos como la Navidad o un cumpleaños en un ambiente familiar puede proporcionar un sentido de pertenencia y cariño que ellos han estado buscando.
  2. Actividades recreativas: Jugar al fútbol, pasear por el parque, o simplemente compartir juegos de mesa puede ser muy enriquecedor. ¿Te imaginas cómo se sentirían al experimentar la risa y la diversión en un hogar?

  3. Apoyo emocional y educativo: Las familias colaboradoras también ayudan en los estudios, leyendo juntos cuentos o enseñando habilidades básicas. La educación es una de las herramientas más poderosas que podemos ofrecerles.

Beneficios para la familia colaboradora

Ser parte de esta iniciativa puede ser una experiencia enriquecedora para cualquier persona que se atreva a dar este paso:

  • Creación de lazos profundos: La interacción con estos niños puede abrir nuevas perspectivas sobre la vida y brindarte una gratitud profunda hacia lo que se tiene.
  • Creatividad y nuevas experiencias: Tener a un niño en casa implica un regreso a la niñez, donde las actividades más simples se convierten en aventuras épicas. ¡No hay nada más divertido que volver a ser niño por un rato!

  • Satisfacción personal: Saberse útil y necesario para alguien puede dar ese extra de motivación y satisfacción que a veces nos falta.

Apoyo y acompañamiento de Paz y Bien

La labor de Paz y Bien no se detiene allí. Esta ONG compromete su esfuerzo no solo al establecer familias colaboradoras, sino también al prestar apoyo y acompañamiento constante a las familias que se involucran en el programa. Esto implica ofrecer formación previa y recursos útiles para que la experiencia sea tan enriquecedora para el niño como para la familia colaboradora.

Además, la asociación cuenta con sedes en Sevilla, Córdoba y Huelva, lo que demuestra su compromiso a nivel regional. ¿Te imaginas ser parte de un esfuerzo que no solo se queda en tu localidad, sino que extiende su ayuda a comunidades enteras?

¿Quiénes pueden ser familias colaboradoras?

Paz y Bien busca personas y familias que deseen compartir tiempo de calidad y estén abiertas a la idea de crear lazos con estos menores. La diversidad es bienvenida, y no hay un camino único para convertirse en familia colaboradora. Se trata de una colaboración basada en el amor y el deseo genuino de ayudar. Si alguna vez has sentido esa chispa de querer hacer algo significativo, puede que este sea tu momento. ¿Quién no quiere dejar una huella en la vida de otro?

¿Cómo involucrarte en el programa?

Si estás pensando en unirte a este programa y hacer una diferencia en la vida de un niño que lo necesita, tienes varias opciones disponibles.

Puedes comunicarte directamente con ellos para obtener más información y descubrir cómo puedes involucrarte. Aquí están los datos de contacto:

  • Teléfono: 621289547
  • Correo electrónico: familias.colaboradoras@pazbien.org

Hazlo. A veces, un simple acto de valentía puede abrir puertas que nunca imaginaste que existieran.

Un modelo pionero para el futuro

El programa ‘Familias Colaboradoras’ es un ejemplo de cómo el trabajo en red puede cambiar vidas. En un mundo donde las cifras de pobreza y exclusión social son alarmantes, iniciativas como esta nos recuerdan que siempre hay espacio para la esperanza y el amor. AcogES+, un modelo que complementa esta positiva acción, ofrece acogida a niños con necesidades especiales y refuerza el mensaje de que cada niño merece una oportunidad de vivir plenamente.

Un llamado a la acción

En definitiva, el llamado de Paz y Bien es una invitación a ser parte del cambio. ¿Te atreves tú también a dar el paso? Piensa en las risas que podrías compartir, las historias que podrías contar y, sobre todo, en la alegría que podrías aportar a la vida de un niño.

Y recuerda, como dice el famoso dicho: “Un niño puede enseñarnos tres cosas: a ser felices sin motivo, a estar siempre ocupados con algo, y a exigir con todas nuestras fuerzas lo que deseamos”. Así que, ¿por qué no ser parte de este mundo lleno de inocencia y creatividad?

La vida es un viaje, y tú puedes ser la chispa de alegría que ilumine el camino de alguien más.


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Cada pequeño paso cuenta. ¿Cuál será el tuyo?