En una era donde la salud y el bienestar son más que simples palabras de moda, la suplementación se ha convertido en el tema del momento. Y no me malinterpretes, no estoy aquí para despotricar sobre los suplementos de manera gratuita. La verdad es que hay tanto ruido sobre ellos que es fácil perderse en el bullicio de lo que realmente funciona y lo que es solo un paripé. Quién no ha escuchado la frase «¡es solo orina cara!» mientras sostiene un frasco de polvo verde brillante, ¿verdad? Pero, ¿hay algo de verdad detrás de esto? Vamos a profundizar.

La creciente demanda de suplementos

Imagina que estás en la estantería de un supermercado. A tu izquierda, un pasillo lleno de suplementos que prometen mejoras en el rendimiento físico, reducción del estrés, y un potencial incremento de energía que haría que hasta un cactus en el desierto se sintiera celoso. La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha informado que el mercado de suplementos ha crecido de 1.700 millones de euros en 2019 a más de 2.000 millones en 2023. Esto es, de cierta forma, sorprendente, pero, ¿realmente estamos mejorando nuestra salud o solo vaciando nuestros bolsillos?

Como consumidor, esto plantea la pregunta: ¿qué hay detrás de todo este auge? La respuesta es multifacética. Muchos jóvenes, como los millennials, mujeres y personas mayores de 60 años están buscando maneras de mantenerse en forma y sentirse bien. Pero antes de correr a comprar la última cápsula de moda, es importante considerar que la base de la pirámide de la salud debe estar bien cimentada en hábitos saludables, y no solo en un frasco de suplementos.

¿Por qué una dieta variada es esencial?

Siempre me gusta recordar cómo mi abuela solía decir: «No hay nada como un buen caldo de pollo para mejorar el alma». Y sabía lo que decía. La alimentación variada y saludable, el sueño reparador y la actividad física regular son los cimientos de un cuerpo sano.

Sí, la idea de salir a trotar puede ser un verdadero desafío, especialmente cuando el sofá parece más atractivo que un deporte. Pero lo que muchos no entienden es que ser sedentario el resto del día, a pesar de hacer ejercicio durante una hora, no es suficiente. ¡Te atrapa en el ciclo del sofá y los snacks!

Más que solo vitaminas: el papel de los expertos

En medio de toda esta locura, es fácil caer en la tentación de probar un suplemento tras otro, como si se tratara de caramelos. Pero, ¿estamos siendo lo suficientemente inteligentes al respecto? Conversando con Álvaro Campillo, un especialista en medicina y cirugía, comprendí que la suplementación debe ser personalizada y bien fundamentada. Es decir, ¡no vale solo comprar un bote y esperar milagros!

«El uso indiscriminado de suplementos puede ser perjudicial», dice Campillo, y tiene toda la razón. Es fundamental que un experto evalúe tu situación personal, especialmente si tienes condiciones preexistentes como colesterol alto.

Suplementos útiles: ¿cuáles son y para qué sirven?

Álvaro Campillo nos ofrece una perspectiva interesante acerca de varios tipos de suplementos que, cuando se usan de manera adecuada, pueden aportar beneficios significativos:

1. Prebióticos, probióticos y postbióticos

¡Ah, el intestino! Ese misterioso lugar del que todos hablan pero pocos entienden. En nuestro tubo digestivo, las bacterias buenas, o probióticos, pueden ser verdaderos aliados. “Los prebióticos, que son fibras, alimentan a estas bacterias”, explica el Dr. Campillo. Una sinfonía que trabaja en perfecta armonía para mejorar nuestra salud digestiva y en general. ¿No es genial entender cómo algo tan simple puede marcar una diferencia? ¡Yo prefiero un bol de kéfir a cualquier yogur comercial!

2. Resveratrol

Este famoso polifenol que se encuentra en las uvas puede sonar como algo que solo dice un sommelier. Pero verás, no es solo para acompañar tu vino tinto. El resveratrol puede ayudar en la salud cardíaca y tiene propiedades antioxidantes. En lugar de llenar más copas de vino, podrías considerar un suplemento de resveratrol. ¡Ya me veo sirviendo un cóctel de salud!

3. Magnesio

El magnesio es ese mineral que muchas veces olvidamos. Pero déjame decir que ayuda en más cosas de las que imaginas. Desde ayudarnos a dormir mejor hasta combatir calambres musculares, este mineral es sin duda una joya. Los estudios demuestran que combinado con vitamina B6, las posibilidades de mejorar nuestro bienestar se amplían. ¡Un cóctel que nadie quiere perderse!

4. Omega-3

Los ácidos grasos omega-3 no solo son un regalo para el corazón. También son amigos del cerebro y la vista. Si eres como yo y no te soples un filete de salmón todos los días (¡quién puede!), tal vez debas considerar un suplemento de omega-3. Te lo aseguro, tu cuerpo te lo agradecerá y la próxima vez que te quejes de la memoria (o la falta de), podrás contribuir a solucionarlo.

5. Colágeno

La juventud no es eterna, y ahí es donde el colágeno entra en juego. Es el encargado de mantener nuestra piel firme y saludable. Pero acuérdate, no se trata solo de pastillas. El caldo de huesos es una fuente excepcional si buscas métodos «invisibles» para mejorar tu salud. Recuerda, hay que ser constante para ver resultados.

6. Vitamina D

Con la llegada de los meses oscuros, ¡la vitamina D se convierte en un verdadero héroe! En España, muchos podemos padecer de deficiencias en invierno, especialmente al estar más tiempo en interiores. Es razonable hacerse un análisis de sangre para comprobar el nivel y luego tomar acción, quizás añadiendo un poco de sol a tu día a día. Pero, como siempre, acompañado de dieta saludable.

Reflexiones finales

Ya sea que estés considerando un nuevo suplemento o simplemente agradeciendo a tu abuela por enseñarte cómo hacer tinturas de hierbas, la clave radica en la moderación y a lo que realmente necesitas. Pregúntate: ¿realmente lo necesito? ¿Qué beneficios espero? ¿Estoy listo para comprometerme a un enfoque totalmente saludable? Y recuerda, los suplementos deben complementarse con una alimentación balanceada, ejercicio regular, y, por supuesto, buenas noches de sueño. Así que, la próxima vez que escuches que «los suplementos son solo orina cara», podrías sonreír y decir: «Bueno, quizás, pero algunos también pueden ser el pequeño empujón que escuchaba mi abuela” al final de un lungo día.

Al final, los suplementos pueden ser una herramienta valiosa en nuestra búsqueda de salud, pero nunca deben ser la única solución. Así que, ¡sal y vive una buena vida, rica en comida de verdad y un poco de sabiduría suplementaria aquí y allá!