Si piensas que la sanidad pública en Galicia es un tema que se puede ignorar, déjame decirte que estás equivocado. El 6 de abril, una fecha que se dibuja en el calendario de muchos como un día de lucha colectiva, se llevará a cabo una manifestación en Santiago de Compostela convocada por la plataforma SOS Sanidade Pública. La causa es clara: más Atención Primaria, más Atención Hospitalaria y, sobre todo, más sanidad pública.

Ahora, ¿qué impide que nuestros héroes de la bata blanca hagan su trabajo? ¿Por qué en lugar de estar salvando vidas, muchos médicos se ven atrapados en un mar de papeleo y largas listas de espera? Acompáñame en este recorrido por el estado actual del sistema de salud en Galicia y las razones que mueven a la población a salir a las calles.

La convocatoria: ¿de qué se trata realmente?

Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidade Pública, ha alzado la voz en una rueda de prensa reciente, acompañado por miembros de diversas entidades. Su mensaje es contundente: «no podemos permitir que nuestra sanidad se privatice y se desmantele». La situación es alarmante. Con una escasez de recursos y de personal, la Atención Primaria se enfrenta a un reto mayúsculo: satisfacer la demanda de una población que requiere servicios de salud dignos y accesibles.

Imagina por un momento que eres un paciente con una dolencia que no puedes ignorar. Llamas a tu centro de salud y, tras una interminable espera, te dicen que la primera cita disponible es en tres meses. ¿No suena frustrante? Lo sé. He estado en esa silla de espera, sintiendo que el tiempo se despliega más lentamente que un atasco en hora pico.

La situación actual de la Atención Primaria en Galicia

La Atención Primaria (AP) es la puerta de entrada al sistema sanitario. Aquí es donde los pacientes reciben atención inicial y donde se gestionan la mayoría de los problemas de salud. Sin embargo, la situación en Galicia es crítica. La falta de médicos y los largos tiempos de espera son cuestiones de dominio público, y Manuel Martín no ha dudado en describirlas como «incompatibles con una atención de calidad».

Necesidades inadiables

Los convocadores de la manifestación han identificado varios puntos cruciales para abordar la crisis:

  1. Personal suficiente: Pedir más médicos, enfermeros y terapeutas no es solo una cuestión de números; es una cuestión de vida o muerte. Las consultas deben ser accesibles en un rango de 24 a 48 horas, no en los plazos que parecen sacados de una novela de ciencia ficción.
  2. Consultas presenciales: Durante la pandemia, muchas consultas se trasladaron a plataformas virtuales, y aunque pueden ser útiles, muchas personas siguen prefiriendo el contacto humano. ¡Nadie quiere hablar de sus problemas de salud a través de una pantalla en pijama!

  3. Promoción y prevención: Se necesita un enfoque que priorice la prevención, no solo el tratamiento. La salud mental y pediátrica deben estar garantizadas en todos los centros de salud.

¿Y qué hay de los hospitales? La atención hospitalaria también está en la meriendas de la protesta. Las listas de espera son indigestas, y muchos gallegos se ven obligados a recurrir a clínicas privadas, un lujo que no todos pueden permitirse.

La atención hospitalaria: ¿es hora de hacer un cambio?

La atención hospitalaria, ese lugar donde deberías ir para sanar, se ha convertido en un laberinto lleno de recortes y contrataciones temporales. La llamada a la acción de SOS Sanidade Pública también abarca la sexta de la atención hospitalaria y la necesidad de «utilizar plenamente los recursos». Además, hay un clamor claro para que se termine con la tradición de concertar servicios con la sanidad privada.

La idea es simple: el sistema de salud público debería ser la primera opción, no un plan B. Al igual que nadie querría que su dentista trabajara también en una clínica de la competencia, ¡no debería ser distinto en el sector salud!

La precariedad laboral: un enfoque necesario

«¡Nadie entendería que un empleado de la Citröen trabajase por la tarde en Renault!», dice Manuel Martín, y no podría estar más acertado. Es difícil comprender cómo se espera que un médico brinde atención de calidad si su tiempo está dividido entre diferentes empleadores.

Una voz colectiva

La protesta del 6 de abril busca no solo crear conciencia sobre estas cuestiones, sino también fomentar un sentido de comunidad. Desde asociaciones de enfermería hasta pacientes, todos están llamados a unirse en una voz común. Es una oportunidad invaluable para mostrar que la salud pública no es solo responsabilidad de los políticos, sino de todos.

Así que, si sientes que la salud pública es un tema que te afecta, ¿por qué no acercarte a la Alameda de Santiago y ser parte del cambio? La marcha comenzará a las 12:00 horas y concluirá en la praza do Obradoiro. Con suerte, se escuchará hasta en los pasillos de la Xunta.

El rol de los medios y la comunidad

El apoyo comunicacional es vital. Los medios de comunicación tienen un papel crucial en la difusión de estos mensajes, y a menudo pueden encender la chispa del cambio. Pero no podemos olvidar el papel activo que cada uno de nosotros tiene en esta lucha. Si compartimos la información y nos movilizamos a través de nuestras redes sociales, podemos amplificar el mensaje.

Un sistema de crowdfunding

SOS Sanidade Pública también ha propuesto activar un sistema de crowdfunding para hacer frente a los gastos de la manifestación. Esto incluye desde carteles hasta autobuses para facilitar la llegada de los manifestantes a Santiago. Es un guiño genial en un momento en que la financiación pública parece más escasa que un dentista que atienda un domingo. Además, ¿quién no se siente bien al saber que está contribuyendo a una causa significativa?

Conclusiones: hacia un futuro más saludable

Así que aquí estamos, sumidos en un mar de preocupaciones sobre la sanidad pública en Galicia. La manifestación del 6 de abril se perfila como un grito de esperanza, una llamada a la acción en defensa no solo de nuestros médicos y enfermeros, sino de todos nosotros. La sanidad pública es un pilar extraordinariamente fundamental en la sociedad, y todos tenemos un papel que desempeñar en su defensa.

Al final del día, ¿quién no quiere vivir en una comunidad donde la atención médica no se vea comprometida por las cuentas corrientes? Es hora de un cambio, y juntos podemos asegurarnos de que nuestra voz sea escuchada. Así que, si no tienes planes para ese día, considera unirte a esta noble causa. ¡Nos vemos en Santiago!