En medio de nuestros ajetreados días y el aislamiento que a veces nos imponen nuestras rutinas, es fácil caer en un estilo de vida sedentario. Si te has sentido abrumado por el trabajo, los compromisos familiares y esas eternas horas frente a la pantalla —sí, estoy mirando a ti, Netflix y Zoom—, es posible que necesites un respiro. Hoy quiero hablarte de una disciplina que no solo se está convirtiendo en un auténtico fenómeno en España, sino que se alza como un verdadero salvavidas para nuestras almas y cuerpos: el Pilates.

¿Qué es Pilates y por qué deberías probarlo?

Imagínate un lugar donde puedes olvidarte del ruido del mundo exterior, donde la única cosa que importa es tu respiración y la conexión que tienes con tu propio cuerpo. Efectivamente, ese es uno de los fundamentos del Pilates. Desarrollado por Joseph Pilates en los años 20, esta disciplina combina estiramientos, fuerza y conciencia corporal de una manera que parece mágica. Pero no te preocupes, no necesitas ser una contorsionista ni haberlo practicado desde la cuna. Yo misma empecé a hacer Pilates hace un año, y lo único que necesitaba era un tapiz y un poco de ganas.

Beneficios visibles y palpables

La mayoría de nosotros buscamos actividades que nos transformen físicamente. Ya sea para perder esos kilitos de más o simplemente para sentirnos más cómodos en nuestra piel. Aquí es donde Pilates puede brillar. Según Felipe Isidro, experto en actividades físicas, solo dos días a la semana de Pilates son suficientes para empezar a notar resultados. ¿Te imaginas poder tonificar tu cuerpo con solo unos pocos días de ejercicio? ¡Yo me sumo!

De hecho, lo primero que noté fue un aumento en mi fuerza en el core, esa zona mágica que tantos de nosotros descuidamos. ¿Alguna vez has tratado de abrir un frasco de mermelada? ¡El core es tu amigo en esos momentos! ¡Las cosas que uno hace por amor a la comida!

Flexibilidad: más que una palabra técnica

Otra bonanza de Pilates es la flexibilidad. Quizás te sientas como un trozo de madera en días de ayuno o estresante, pero con Pilates empezarás a sentir que tus músculos son más elásticos. Las sesiones de Pilates incluyen movimientos controlados y precisos que te llevan a trabajar esas zonas rígidas que antes parecían irreductibles.

La flexibilidad no solo es buena para el yoga y impresionar a tus amigos en una cena. También ayuda a prevenir lesiones. En una época en la que todos corremos de aquí para allá, ese beneficio puede ser invaluable.

La lucha contra el sedentarismo

Hoy en día, no es raro pasar largas horas sentado. A mí me gusta pensar que estamos todos sentados en nuestra pequeña burbuja del sofá, disfrutando de la comodidad. Pero el problema surge cuando esta burbuja se convierte en una trampa. El Pilates llega al rescate, ofreciendo una alternativa perfecta para combatir el sedentarismo. Trabaja el fortalecimiento muscular, y con el tiempo, esos músculos de la espalda y el abdomen adquieren fuerza, lo cual, francamente, era algo que nunca imaginé que diría en mi vida.

Un efectivo aporte de esta disciplina es que ayuda a aliviar dolores cronificados asociados a una mala postura. Cuántas veces he regresado de un día de trabajo con el cuello más rígido que una caña de pescar. Sorpresivamente, pude notar los cambios significativos tras unas sesiones de Pilates. La mayoría de las personas que lo practican suelen reportar menos dolor en zonas cruciales, como la lumbar y el cuello. ¡Yo no lo podía creer!

Conexión mente-cuerpo: mucho más que una frase

Una sección que me fascina del Pilates es el aspecto mental. A menudo estamos tan centrados en lo que debemos hacer que olvidamos desconectar. Practicar Pilates no es solo un ejercicio físico; es también una meditación en movimiento. Los ejercicios de respiración que acompañan a cada postura te invitan a centrarte, a estar presente. Y, si eres como yo, que a veces tu mente parece una sala de cine llena de películas diferentes, esta unión cuerpo-mente es un refrescante respiro.

Conectar con el cuerpo y la mente significa que podrás manejar mejor el estrés diario. ¿Te acuerdas de esa sensación de estar abrumado, de que todo llega a la vez? La concentración que se requiere en Pilates te lleva a olvidarte del resto, como un mini escape en tu vida ajetreada.

¿Cuánto tiempo necesitas?

Como dije, con solo dos días a la semana, puedes comenzar a experimentar todos los beneficios del Pilates. Pero algo que debemos recordar es que más no siempre es mejor; la calidad es lo que importa. Yo he aprendido a sacar el máximo provecho a cada sesión, sintiendo cada movimiento, cada respiración. ¡Es casi como una forma de arte, solo que no necesitas ser Van Gogh para comenzar!

La buena noticia es que puedes elegir cómo y dónde practicar Pilates. Puedes hacerlo en casa con videos en línea o apuntarte a clases grupales en el gimnasio. De hecho, en ocasiones me siento como un pez fuera del agua cuando practico en casa, especialmente al principio. El instructor en línea no reirá de tus intentos de mantener el equilibrio en una pierna, pero la comunidad en clase te da ese toque humano que puede ser fundamental para mantener tu motivación.

Una advertencia amistosa

Sin embargo, aquí viene mi recomendación de amiga: asegúrate de contar con la guía adecuada. Si eres principiante, intenta encontrar un instructor certificado que pueda ayudarte a adaptarte a tu condición y edad. No querrás hacer algo que te lleve a lesiones. Me pasó en mis primeros días, y déjame decirte que estirarme mal por hacer la «superwoman» no es mi mejor recuerdo.

Reflexiones finales

En resumen, el Pilates se presenta como una alternativa valiosa para aquellos que buscan mejorar su salud física y mental. Viene con un conjunto de beneficios que abarcan desde el fortalecimiento del núcleo hasta la mejora de la salud mental. Si lo que buscas es un ejercicio que puedas disfrutar, que te ayude a tonificar y al mismo tiempo a reducir el estrés, el Pilates puede ser la respuesta que has estado esperando.

Así que, ¿por qué no te das la oportunidad? ¿Quién sabe? Tal vez encuentres una pasión que ni siquiera sabías que existía. Y lo mejor de todo, con solo dos días a la semana, ¡tu cuerpo y mente te lo agradecerán!

Así que, saca tu esterilla, manda un mensajito a ese amigo que te va a acompañar en esta aventura, y una vez que lo hagas, ¡prepárate para sentirte increíble! ¡Namaste y a darle duro al Pilates!