Cuando pensamos en la comedia española, un nombre se destaca por su capacidad de alegrar corazones y hacernos reír incluso en los momentos más difíciles: Pepe Viyuela. A sus 61 años y con más de 35 años de carrera, este actor, cómico y payaso ha sido testigo de innumerables transformaciones en el mundo del espectáculo, pero lo que realmente resalta es su capacidad para evolucionar mientras se aferra a su esencia. En un momento en que la vida parece más una comedia que nunca, lo que él nos enseña sobre el fracaso, el humor y la empatía resulta imperativo.
El Inicio de una Aventura Llamada Encerrona
Pepe Viyuela comenzó su travesía en la comedia con un espectáculo llamado Encerrona, que se estrenó en 1989. En su reciente entrevista, nos recuerda cómo este show era solo un medio para sobrevivir en el mundo del teatro. «Acababa de terminar en la Escuela de Arte Dramático y necesitaba algo para comer,» confiesa. ¿Quién podría imaginar que aquello sería el inicio de una obra que marcaría una era en la comedia española?
La Metáfora de la Silla
Pero, ¿por qué Encerrona ha perdurado tanto tiempo? Parte de la magia radica en su concepto central: la incapacidad de su personaje para interactuar con objetos simples como una silla. Es un símbolo del fracaso que todos enfrentamos en la vida. Esto me recuerda una vez en un teatro, donde también intentaba “comerme” el escenario y me quedé atrapado en una silla. ¿Sucedió eso alguna vez? ¡Quizás solo a mí!
Viyuela explica que su espectáculo es como el jazz; hay una estructura, pero la libertad para improvisar crea momentos únicos en cada presentación. ¡Qué placer debe ser poder experimentar eso en el escenario!
La Evolución Personal y Profesional
Hoy, a los 61 años, Pepe observa con una mezcla de nostalgia y satisfacción cómo Encerrona ha crecido junto a él. «Me he vuelto menos impulsivo, con una energía más contenida por obligación,» dice. Este es un pensamiento que muchos podemos entender, ¿no? Con los años, nos volvemos más sensatos, más sabios. A veces pienso que mi “sabiduría” se nota más cuando no tengo que lidiar con la juventud desenfrenada de mis amigos, ¡que cada día parecen ser más jóvenes!
La Belleza del Envejecimiento
Pepe también nos da una lección sobre el envejecimiento. «La juventud es un maravilloso regalo, pero la vejez es o puede ser una obra de arte,» reflexiona. Esto me resuena profundamente. En una sociedad donde el culto a la juventud es casi omnipresente, cómo abrazamos nuestras arrugas puede ser realmente liberador. ¡Las arrugas son los mapas de nuestras historias! Si esto no es una razón para celebrar, no sé qué lo es.
El Humor y el Fracaso
La comedia y el fracaso son dos caras de la misma moneda en la carrera de Viyuela. Para él, el fracaso no es una mancha, sino un compañero de viaje. “El fracaso es superior al éxito si uno sabe aprender de él,” afirma. ¿Alguna vez te has encontrado en un lugar público, haciendo algo increíblemente torpe, solo para darte cuenta de que todos estaban riendo? Hay algo gratificante en reconocer que puedes ser la fuente de la risa, incluso si no fue tu intención.
De hecho, el humor es especialmente poderoso cuando se trata de las malas experiencias. Al leer sobre su trabajo con Payasos Sin Fronteras, me recuerda cómo a menudo el caos puede transformarse en risas. En Gaza, donde la tristeza y el sufrimiento son omnipresentes, Viyuela encontró que el humor es vital. “No es más difícil, es más fácil,” dice. Ahí está la magia: en la risa, incluso en los lugares más oscuros.
La Crítica Social en la Comedia
Pepe también aporta su reflexión sobre la retórica del éxito promovida por algunos influencers. “La necesidad de reivindicarse tanto creo que responde a que ellos no acaban de creérselo,” comparte. Este comentario es como un soplo de aire fresco. Es fácil perderse en las apariencias de los demás, pero la verdadera felicidad proviene de la autenticidad. ¿Tienes alguna vez esa sensación de que alguien está intentando demasiado? Es como ver a una paloma pidiendo limosna en la plaza Mayor… ¡Qué esfuerzo tan innecesario!
La Dulce Ironía de la Vida
Su carácter reflexivo y su sentido del humor lo llevan a abordar temas complejos con una dulzura irónica. “El éxito para mí no tiene que ver con tener más, sino con estar bien rodeado,” dice, recordándonos que la verdadera riqueza se encuentra en nuestras conexiones humanas. Aquí es donde la empatía brilla con fuerza. En un mundo donde el éxito a menudo se mide en “likes” y “seguidores”, la búsqueda de las relaciones significativas es vital.
Además, Pepe también toca un tema trascendental: la importancia de generar un espacio seguro para hablar sobre la diversidad y los derechos humanos. Su personaje en Aída, Chema, rompió barreras al representar a un joven homosexual de manera auténtica. “Desde la ficción se pueden modificar y aportar cosas a lo real,” reflexiona. ¡Qué increíble sería vivir en un mundo donde cada historia cuenta!
La Reflexión Continua
Estar en el escenario por tanto tiempo es sinónimo de madurez. Cada función es una oportunidad de aprender más sobre uno mismo y sobre la audiencia. Viyuela también lamenta los casos recientes de comportamiento inapropiado dentro de la comunidad artística. Su respuesta ética destaca su sensatez: “No había otra solución en el caso de Ramón más que marcharnos.” Es honesto y directo, recordándonos que la justicia y la responsabilidad no son solo palabras vacías.
Humor como Terapia
Regresando a su amor por el humor, Pepe concluye que reírse de uno mismo puede ser todo un acto de valentía. “Cuando eres payaso, si no eres capaz de reírte de ti mismo, mal lo llevas,” comparte con una sonrisa. Esta es tal vez la mayor lección de todas: aprender a no tomarse la vida demasiado en serio. Después de todo, la risa puede ser el mejor remedio para cualquier mal.
Reflexiones Finales: Un Legado a Seguir
A medida que Pepe Viyuela continúa su viaje como intérprete y payaso, nos deja un legado invaluable: la capacidad de aprender del fracaso, la importancia de generar alegría y el valor de la humildad. Viyuela nos recuerda que todos estamos juntos en esta comedia humana, y que a veces, lo mejor que podemos hacer es reírnos, ya sea de nosotros mismos o de las circunstancias que nos rodean.
Así que, a todos los que estén ahí fuera preguntándose cómo pueden encontrar la alegría en medio de caos, recuerden: nunca subestimen el poder de una risa sincera y el valor de la empatía. En las palabras de Pepe, la risa no es un lujo; es una necesidad.
¿Listos para una dosis de comedia real? ¡Entonces Marcamos un día en el calendario para ver a Pepe y que nos enseñe que a veces, el humor es la mejor manera de lidiar con la vida!