Hace unos días, mientras recorría el bullicioso CES de Las Vegas, tuve el privilegio de sumergirme en una experiencia que me dejó boquiabierto. Sí, amigos, hablo de las nuevas tarjetas gráficas de NVIDIA, especialmente de la RTX 5090, un monstruo que promete cambiar la forma en que experimentamos los videojuegos. ¿Pueden imaginárselo? Era como ver a una estrella de rock en vivo, pulsando en la sala con un sonido que te estremece. Permítanme compartirles todo este viaje de asombro y descubrimiento sobre las nuevas tecnologías que NVIDIA ha traído al mercado.
Un vistazo a DLSS 4 y su magia
Antes de entrar en detalles, vamos a desglosar el concepto de DLSS 4 (Deep Learning Super Sampling). Esta fascinante tecnología ha evolucionado desde DLSS 1.0, que ya nos maravilló, hasta convertirlo en un verdadero titán. Si alguna vez has jugado a Cyberpunk 2077 (y seamos realistas, ¿quién no lo ha hecho?), te has dado cuenta del tremendo desafío que es moverlo en altas resoluciones y calidad gráfica. Con DLSS 4, NVIDIA ha hecho un truco de magia que haría sonrojar a un ilusionista.
¿Qué hay de nuevo en DLSS 4?
La gran novedad que trae DLSS 4 es su capacidad de generar hasta tres fotogramas por cada fotograma que produce la GPU. Así es, estás escuchando correctamente, tres veces más. Piensa en la diferencia que esto hace en fluides y calidad de imagen. Durante las pruebas, la RTX 5090 logró alcanzar hasta 270 FPS en Cyberpunk 2077, lo que es, como diríamos en español, “una barbaridad”.
“¡Pero qué! ¿Esto es real?”, exclamé con asombro al ver cómo una tarjeta gráfica es capaz de mover juegos tan demandantes ¡con tantos fotogramas! En un momento, sentí que estaba abrazando el futuro de los videojuegos.
El secreto detrás de esta magia se basa en las redes neuronales y el uso de transformadores, una palabra de moda que también ha invadido el mundo de la inteligencia artificial. Pero no se preocupen, no voy a abrumarlos con jerga técnica. Lo de DLSS 4 es sencillo: convierte tus juegos de “meh” a “wow” en un pestañeo.
La experiencia en el CES: Cyberpunk 2077 y más
Durante mis pruebas con la RTX 5090, probé varios títulos, pero el rey indiscutible fue Cyberpunk 2077. Jugarlo a 4K en máxima calidad con todas las opciones activadas era como sentado en un cine IMAX, sumergido en una experiencia visual deslumbrante. Sin embargo, jugar a solo 30 FPS… bueno, esa es otra historia. Como quien sube una montaña rusa y se da cuenta de que le falta la adrenalina.
Cuando activé DLSS 4, la escena cambió. Pasé de la claudicación gráfica a una sensación de “quiero más, necesito más”. La velocidad y la fluidez eran una sinfonía visual, y puedo afirmar que estaba prácticamente bailando con el mando de la consola. ¿Han sentido esa sensación de que algo químicamente está entrando en su cuerpo? Yo, por supuesto, no pude evitar maravillarme ante la potencia de esta tecnología.
¿Es esto un truco o es rendimiento real?
Es seguro decir que hay quienes se inquietan cuando se habla de fotogramas “falsos”. Es un tema válido de conversación, y no quiero salir aquí como un vendedor en un infomercial. Pero en la realidad, si esos fotogramas generan una experiencia de juego más fluida sin sacrificar la calidad visual, ¿quién realmente se preocupa? Muchos dirían que “los fines justifican los medios”.
Después de todo, en el juego se trata de una búsqueda constante de una experiencia equilibrada entre gráficos, latencia y fluidez. No podemos obtener los tres al máximo, al menos no al mismo tiempo. La IA ayuda a que esto sea posible y, sí, lo hace añadiendo fotogramas inventados. ¿Pero quién podría rechazar un poco de magia en su vida?
Vislumbres del futuro: otros juegos que probé
Hubo otro juego que mereció la pena, Black Myth: Wukong. Lo jugué y, al igual que Cyberpunk, la RTX 5090 se destacó en su desempeño. El juego originalmente corría a 23 FPS sin DLSS, ¡pero después de activarlo, subió a 230 FPS! Los gráficos eran tan nítidos que me sentí como un niño en una tienda de dulces, incapaz de decidir por dónde empezar.
Ah, y luego estaba Black State, otro título que se presentó en la conferencia. Este juego exhibió un uso del ray tracing que me obligó a frotar los ojos con incredulidad. Con cada ráfaga de luz, cada reflejo y cada partícula volando por el aire, era como si estuviera en un comercial de perfume de lujo, rodeado de escenarios dignos de la triunfante era del cine de acción.
¡Pero hay un condicional!
Como cualquier gran avance, existe un asterisco. Para aprovechar DLSS 4, no solo necesitas la RTX 5090, sino que tu monitor también debe estar a la altura. ¿Cuántas veces hemos somatizado la frase “no hay mal que por bien no venga”? Si no tienes un monitor que soporte resoluciones y frecuencias de actualización de última generación, bueno, podrías sentir que estás perdiendo el tren.
El dilema ético de lo virtual
Ahora llegamos a una reflexión más profunda. El salto hacia adelante que NVIDIA ha dado con DLSS 4 plantea preguntas sobre cómo medimos el rendimiento en los videojuegos. Hasta hace poco, nos hemos dejado llevar por el poder de renderización nativo como si se tratara de un rey en el egipto antiguo. Pero estas nuevas tecnologías nos desafían a pensar más allá. ¿Estamos preparados para aceptar que, en algunos casos, los fotogramas falsos pueden ser los salvadores de experiencias gráficas?
He hablado en numerosas ocasiones sobre la lucha entre calidad gráfica y rendimiento. Y cuando veo que hay gameplays donde el rendimiento se lleva al máximo lujo sin sacrificar la calidad, me pregunto si no sería hora de cambiar un poco nuestra mentalidad. Quizás el verdadero desafío es encontrar el equilibrio entre lo que es real y lo que parece real.
Mirando hacia el futuro
Con la llegada de DLSS 4, el futuro del gaming parece más prometedor. Sin embargo, hay un aspecto estelar en este desarrollo que me gustaría subrayar: la importancia de los desarrolladores en esta ecuación. CD Projekt, los creadores de Cyberpunk 2077, y otros estudios necesitarán integrar y optimizar sus juegos para que todos podamos disfrutar de la experiencia que prometen estas gráficas. Es como en el cine: si un maravilloso director no tiene un buen guion, el resultado final no será memorable.
Podemos especular sobre cómo las cifras en rendimiento afectarán el futuro del gaming, pero quizás debemos centrarnos en lo que realmente hace que un videojuego sea bueno: la experiencia, la historia y, claro, las risas.
En fin, mientras nos quedamos boquiabiertos…
Así que, amigos, si hay algo que he aprendido en este viaje, es que la magia de la tecnología puede hacernos soñar. La RTX 5090 y DLSS 4 son un ejemplo de cómo la innovación puede generar momentos de felicidad, emoción y, sobre todo, asombro. Y sí, quizás no todos puedan hacerse con una de estas maravillas, pero en un mundo donde la tecnología nos permite vivir experiencias cotidianas de manera extraordinaria, ¿no es eso lo que realmente importa?
Así que la próxima vez que te encuentres jugando, piensa que, quizás, debajo de esos fotogramas hay un poco de magia, y no está mal dejarse llevar de vez en cuando. ¡Hasta la próxima, gamer!