Cuando escucho hablar de Nou Manolín, me estremezco de emoción. No solo porque sea uno de los referentes gastronómicos de Alicante, sino porque cada visita se convierte en una experiencia que trasciende el simple hecho de comer. Este establecimiento, ubicado en el corazón de la ciudad, es un legado familiar que ha sabido reinterpretar las tapas tradicionales españolas con un toque de modernidad, y, a la vez, ha conquistado a personalidades del mundo culinario como el venerado Joël Robuchon. Me acuerdo de la primera vez que fui, y cómo esa simple búsqueda de un buen aperitivo se transformó en un verdadero festín para los sentidos. Pero antes de sumergirnos en el festín de sabores, déjame contarte un poco sobre esta joya alicantina.
Un viaje en el tiempo: historia de una tradición familiar
Fundado en 1972 por Vicente Castelló y su esposa Vicentina Such, Nou Manolín no es solo un restaurante; es un capítulo de la historia gastronómica de Alicante. La barra, que ha sido el centro neurálgico del local desde el primer día, se ha convertido en un lugar de encuentro para amantes de la buena comida y crítica gastronómica. ¡Cómo olvidar la vez que me senté allí, tentando al destino con un mini bocata de calamares! La historia de esos calamares es tan rica como su sabor: provienen de una antigua receta que la madre de Vicente transmitió a lo largo de generaciones.
Hoy, la gestión está en manos de la segunda y tercera generación de la familia Castelló, quienes han trabajado incansablemente para mantener la esencia del lugar, sin dejar de innovar. Así es como Silvia Castelló, junto con su hermano José Juan y su sobrino Carlos, han moldeado el futuro del restaurante mientras honran su pasado.
La magia de las tapas: más que solo comida
«Llena tu mesa de tapas» podría ser el lema de este venerado lugar, pero deberíamos agregar «y no olvides llenar tu barra de tapas«. Porque una de las características más singulares de Nou Manolín es precisamente su barra, donde la gastronomía se convierte en un espectáculo. ¿Quién no se ha dejado llevar por la atmósfera bulliciosa y acogedora de un restaurante donde todos los clientes comparten la misma pasión por la buena comida?
A medida que observas los platos ser servidos, te das cuenta de que toda la carta se basa en ingredientes frescos y de temporada. Desde las perfectas croquetas de jamón Joselito hasta la ventresca de atún a la plancha, cada bocado es una celebración del sabor. Recuerdo la primera vez que probé la ensaladilla con anchoas, y cómo me sentí transportado a un mundo de sabores que nunca había experimentado. ¡Era como recibir un abrazo en forma de tapa!
La conexión con la alta cocina: el sueño de Robuchon
La historia de Nou Manolín se entrelaza con la de Joël Robuchon, el chef con más estrellas Michelin del mundo, lo que habla volúmenes de la calidad que se ofrece en este local. Robuchon, que pasó varios veranos en Moraira, descubrió este lugar por recomendación de un amigo y, desde entonces, se convirtió en un cliente habitual. La famosa barra fue incluso la inspiración para su emblemático concepto L’Atelier, que ha dado la vuelta al mundo.
Pero, ¿qué llevó a un chef de tal renombre a enamorarse de una barra de tapas en un pequeño rincón de Alicante? La respuesta es simple: la frescura de los productos y la calidez del servicio. Cuando Robuchon mencionó en varias entrevistas que Nou Manolín era la mejor barra del mundo, lo decía con conocimiento de causa. No muchos restaurantes pueden presumir de tener testimonios como el suyo.
¿Qué pedir? Un recorrido por la carta
Si decides visitar Nou Manolín (y deberías), es fundamental que llegues con un estómago preparado para un verdadero banquete. Así que, ¡pausa un momento para visualizar tu plan de ataque!
- Swarovski: Este no es un diamante en bruto, sino una de las tapas más queridas del menú. Entre las opciones disponibles, el huevo de codorniz frito con jamón Ibérico es un imprescindible. ¡Advertencia! Este pequeño bocado puede abrir una caja de Pandora de alegría gustativa.
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Croquetas de Jamón Joselito: Este es un honor frente a la tierra; ¿qué más se puede decir sobre ellas? La cremosidad en su interior contrasta perfectamente con la crujiente corteza.
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Montaditos: Desde el montadito clásico de calamares hasta innovaciones que toman inspiración de la cocina moderna, no puedes irte sin probar un par de ellos.
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Mariscos de Denia: Las cigalas y gambas rojas se traduce en frescura absoluta, ¡una auténtica delicia! Recuerdo un día en que me quedé atrapado en un tira y afloja con una gamba roja; la gamba ganó.
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Guisos: La caldereta de raya o los callos son ejemplos de la cocina casera que notará en cada plato. Una cucharada y estarás en la cocina de la abuela, aunque probablemente la mesa sea un poco más elegante.
La experiencia culinaria se completa con una carta de vinos que acompaña perfectamente estos sabores, y si eres amante del vino, ¡te encontrarás en el paraíso!
El secreto detrás del éxito: alianzas estratégicas
Pero la historia de Nou Manolín no sería tan rica si no hubiera un socio crucial en la mezcla: Joselito. El productor de jamón ibérico ha sido un pilar fundamental en la historia de esta barra alicantina. La primera vez que Vicente Castelló compró 12 jamones a Joselito, comenzó una relación que ha perdurado durante más de 40 años, creando un lazo de confianza y excelencia.
Con el paso del tiempo, han colaborado en proyectos como Joselito Lab, un espacio de creatividad culinaria, donde innovadores chefs exploraron las posibilidades del cerdo ibérico. Desde recetas firmadas por los más grandes hasta colaboraciones bien pensadas, es un círculo virtuoso que fomenta la calidad en ambos lados.
Una experiencia memorable y el futuro de Nou Manolín
Como amante de la gastronomía, cada visita a Nou Manolín se convierte en un evento deseado en mi calendario. Con cada bocado, no solo saboreas la comida; te sumerges en un ambiente lleno de historia, pasión y una dedicación inquebrantable a la excelencia.
Este restaurante no solo ha sabido mantenerse relevante a lo largo de los años, sino que ha innovado y adaptado sus platos a las tendencias contemporáneas sin perder su esencia. Esperemos que la saga Castelló continúe deleitándonos con su legado y que muchos más descubran este tesoro culinario en Alicante.
Por cierto, si te encuentras en esa zona y ves una cola de gente esperando para entrar, no dudes en unirte. No es solo la espera por un lugar en la barra, es la cita con una historia, un legado y un montón de tapas deliciosas que abrirán tus sentidos. Así que, la próxima vez que pienses en qué hacer, recuerda: la vida es demasiado corta para no disfrutar de las tapas de Nou Manolín.
Y tú, ¿Cuál es tu tapa favorita? ¡Cuéntame en los comentarios!