En un mundo donde el martillo y la serra a menudo se asocian más con la figura masculina, las mujeres están desafiando las normas establecidas y reclamando su lugar en la construcción. Este fenómeno no solo refleja un cambio social significativo, sino que también resalta la necesidad de proyectos e iniciativas que alienten a más mujeres a unirse a un sector que ha sido dominado históricamente por hombres. ¿Quién dice que el bricolaje y la fontanería son exclusivamente para chicos? Vamos a ahondar en las historias de algunas de estas valientes mujeres que están cambiando la narrativa y mostrando que, con pasión y determinación, se pueden romper estereotipos.

La revolución en el mundo del bricolaje: el Desafío Construimos Juntas

Imagina un taller repleto de herramientas, lijas y tornillos, donde, en lugar de los típicos hombres de trabajo duro y sudoroso, hay un grupo de jóvenes mujeres dispuestas a adentrarse en el mundo de la construcción. Esta es la esencia del Desafío Construimos Juntas, una iniciativa lanzada por Brico Depôt que busca inspirar a nuevas generaciones de mujeres a explorar carreras en este sector. La pregunta es, ¿qué tan efectivo puede ser un cambio así?

Al compartir las experiencias de chicas de entre 14 y 15 años que participan en esta jornada, se observa cómo un simple taller puede empoderar y abrir nuevas perspectivas laborales. Estableciendo un vínculo real con maestras como Jennifer López, una joven fontanera, las participantes no solo aprenden habilidades técnicas sino también una lección de vida: pueden ser lo que deseen.

Jennifer López: la unicornia del fontanería

Con tan solo 25 años, Jennifer López puede lucir una orgullosa camiseta que proclama su amor por las tuberías. ¿Pueden imaginarse mezclar cámaras de detección de fugas con un sentido del humor increíble? Ella definitivamente puede. A pesar de los obstáculos, Jennifer se ganó su lugar en el mundo de la fontanería y ha decidido compartir su travesía.

Con anécdotas que van desde ser rechazadas en domicilios porque simplemente no “parece” un fontanero, hasta encontrarse confesando que es un reto lidiar con los prejuicios del cliente, Jennifer se ríe de los estereotipos y demuestra su valía a través de la acción. «No importa si eres mujer, lo único que importa es que hagas tu trabajo bien», dice con una convicción que todos deberíamos tomar muy en serio.

Isabel Obreo: de ingeniera industriales a carpintera

Por otro lado, tenemos a Isabel Obreo, una mujer que decidió alterar su vida profesional de manera radical. ¿Quién no ha sentido que no encaja en un trabajo? Isabel se sintió así tras varios años en oficinas. Con una formación en ingeniería industrial, renunció a su oficina para sumergirse en el mundo de la carpintería, una decisión que no pasó desapercibida por muchos. Sus propias palabras definen la rebelión: “Los comentarios sobre mi locura eran constantes”, recuerda con una sonrisa.

Isabel se ha convertido en una auténtica emprendedora en su sector. ¡Y qué bien que lo hizo! Ahora, maneja maquinaria 3D para diseñar muebles a medida y, aunque sostiene que fue abrumador al principio, ella no ha dejado que eso la detenga. Su activismo no solo está orientado a demostrar su capacidad, sino que también quiere dejar un legado y inspirar a otras mujeres a abrir su taller de sueños.

Raquel López: el desafío de la electricista

Raquel López es otra de las protagonistas que merece ser mencionada. Con más de 25 años de experiencia como electricista, ha tenido que luchar no solo contra los cables, sino también contra los prejuicios que vienen con ser una mujer en un campo dominado por hombres. “La fuerza no es suficiente, lo que necesita es inteligencia”, comparte mientras explica su día a día.

Sin embargo, lo que realmente brilla en su narrativa es cómo ha enfrentado los estragos de un entorno machista. La capacidad de Raquel para superar las reticencias de sus clientes es un testimonio de su profesionalidad y competencia: «El otro día, un cliente me preguntó si me aclaraba con tanta electricidad. Bueno, ¡no estoy aquí para hacer un show de magia, sino para trabajar!» suelta con un brillo en los ojos.

Sylvia Salas: la influencer del bricolaje

Finalmente, no podemos dejar de lado a Sylvia Salas, la creadora del popular canal de YouTube Dare to DIY, que ha conseguido un millón de seguidores. Sylvia es la representación moderna del poder femenino en la creación y el bricolaje. ¿No es genial ver a más mujeres tomando el mando en un espacio tradicionalmente dominado por hombres?

Sus aventuras no solo incluyen trabajos complejos, sino que también se suman a un mundo donde se enseña y comparte la cultura del «hazlo tú mismo». Desde colgar cuadros hasta instalar un lavabo, su filosofía es clara: no hay límites si tienes ganas de hacer. «Cuando quitamos el lavabo y el bidé, no había otra opción que hacerlo yo misma», recuerda con una carcajada. Sylvia desafía a aquellas que piensan que no están capacitadas para este tipo de trabajos, porque todo es posible con la formación correcta y un poco de creatividad.

La importancia de romper barreras en el sector de la construcción

Reflexionando sobre estas historias, me pregunto, ¿cómo podemos, como sociedad, apoyar a estas mujeres en su búsqueda de romper las barreras de género? Es crucial crear un entorno que fomente la igualdad de oportunidades y la diversidad en los sectores menos convencionales. Para ello, es necesario que tanto la educación como la industria se alineen en dar apoyo a las jóvenes interesadas en estos oficios.

Uno de los pasos fundamentales es la visibilización de estos relatos. Cuando vemos mujeres brillantes en trabajos como la fontanería o la carpintería, nos damos cuenta de que los estereotipos están hechos para ser desafiados. Y tú, ¿te atreverías a hacerlo?

El camino hacia el futuro: más que solo un número

Hoy, aunque el 11% de los trabajadores de la construcción son mujeres, la pregunta es, ¿cuántas más se atreverán a sumar a esta cifra? Al fomentar espacios de aprendizaje y apoyar a estas pioneras, no solo se elevan sus voces, sino que se prepara un terreno fértil para futuras profesionales. Programas como el Desafío Construimos Juntas son solo el inicio.

Es necesario que tanto los hombres como las mujeres reconozcan que cada vez hay más herramientas, formaciones y oportunidades que permiten a todos, independientemente de su género, experimentar, aprender y, sobre todo, prosperar en un campo como la construcción.

Conclusión: un futuro prometedor

El futuro de la construcción puede parecer un terreno escarpado, pero es estas mujeres que están abriendo surcos en este campo, mostrando que no solo se necesita una licencia de conducir, sino también un corazónvaliente y un par de herramientas en tu caja de herramientas. Como dice Jennifer, “si no te atreves a picar, nunca sabrás qué puedes conseguir”.

Y es que, al final del día, todos tendríamos que aprender de este grupo de valientes, que están demostrándonos que, más allá de las tubos y madera, lo verdaderamente crucial es seguir nuestros sueños. ¿Y quién sabe? Quizás el próximo profesional del bricolaje sea tú o alguien que conozcas. ¡El futuro está en nuestras manos, literalmente!