En las últimas horas, la borrasca herminia ha desatado el caos en la comarca de A Coruña, dejando a más de 3.000 familias sin luz en sus hogares. Si esto no es una razón para hacerse una buena taza de café y prepararse para una historia llena de anécdotas, no sé qué lo sería. Pero, antes de sumergirnos en eso, hagamos un pequeño recorrido por lo que ha estado sucediendo.

La tempestad no llegó sola. Desde el domingo, más de 10.000 cortes de luz han dejado a muchos gallegos en la oscuridad. Naturgy, la compañía encargada de la distribución eléctrica, ha estado trabajando incansablemente para resolver los problemas, pero la situación sigue complicada en lugares como Muros, Carballo, Coristanco y Sobrado dos Monxes. Así que, si pensabas que los cortes de luz eran cosa del pasado, piénsalo de nuevo.

La experiencia de estar a oscuras

Imagina esto: despiertas una mañana y, ¡sorpresa!, no hay luz. ¿Te suena familiar? A Asunción, una residente de Sobrado dos Monxes, le ha pasado y lleva más de 24 horas a oscuras. A medida que me lo contaba por teléfono, sentí esa mezcla de desesperanza y humor. “Llevamos más de 24 horas sin luz, ¡y mi móvil tiene solo 1% de batería!”, exclamó. Ah, cómo me siento identificado: ¿no es curioso cómo siempre dejamos la carga del móvil para el último minuto posible? Al final, ni Netflix ni Instagram pueden ayudarte cuando la energía se apaga, y es en esos momentos tristes cuando te das cuenta de cuán dependientes somos de la tecnología.

La situación se complica aún más para quienes tienen familiares con necesidades especiales. Pilar de Boimorto, por ejemplo, se enfrentó a 18 horas de apagón, lo que debió ser un verdadero desafío. Con su madre dependiendo de una máquina de oxígeno, su historia resuena con mucha empatía. Pero aquí hay un pequeño giro: su familia, precavida como son, tenía un aparato que les permitió alimentar la máquina usando una bombona de butano. A veces, la vida tiene un modo peculiar de recordarnos que estar preparados es sinónimo de sobrevivir.

Naturgy y el resto del mundo

Hablando de sobrevivir, ¿qué hace una compañía como Naturgy ante tal desastre? Hasta el momento, no se han proporcionado cifras específicas sobre cuántos gallegos continúan sin suministro eléctrico. Pero con más de 500 trabajadores movilizados y alrededor de 50 grupos electrógenos dispuestos para la emergencia, parece que están haciendo todo lo posible. ¿Pero es esto suficiente?

Los números no mienten, y la compañía menciona que numerosos cortes son “incidencias puntuales”. ¿Se imaginan la escena de un directivo de Naturgy tratando de explicarle esto a una abuelita que no ha podido hervir agua para su té en más de un día? Es toda una comedia en sí misma.

La situación ha alcanzado niveles alarmantes en varias localidades. En Muros, son unas 2.000 familias las que están afectadas. Si multiplicamos eso por el miedo a la oscuridad y la pérdida de conexión con el mundo exterior, se convierte en una situación difícil de asimilar. En Carballo, son 600, y en Coristanco, unas 450. Cada número representa una historia, y cada historia, un recordatorio de cuán frágiles son nuestras comodidades modernas.

El lado impredecible de la naturaleza

Ahora, no podemos olvidar el fenómeno que ha causado todo este revuelo: el clima. Las fuertes rachas de viento y la caída de árboles son los verdaderos antagonistas de esta historia. Cuando una tormenta como herminia llega, no solo es un caballero oscuro, sino también el mejor director de orquesta para un desastre. Los árboles caen, las ramas se quebrantan, y el tendido eléctrico queda comprometido. Y aquí viene la pregunta del millón: ¿quién lo paga todo? Así es, como suele suceder en la vida, el consumidor final termina llevando la peor parte.

Es irónico, ¿no? La naturaleza, que nos brinda tanta belleza, también puede convertirse en nuestra peor pesadilla. A pesar de que la naturaleza es fundamental en nuestro ecosistema, aquí en la coste gallega, parece que ha decidido dar un fuerte apretón a los cables eléctricos. Y para los que estamos al margen, solo podemos observar y esperar que los ingenieros hagan acto de presencia antes de que resuene otro trueno.

Climas extremos y los retos de la vida moderna

Lo que hemos aprendido de estos eventos es que la vida moderna está llena de vulnerabilidades. Desde la gran pandemia, la presión sobre la infraestructura eléctrica solo ha aumentado. Ahora, cada vez que vemos un pronóstico del clima, no solo se trata de un posible día de lluvia. Se convierte en una posible noche sin luz. Piensa en esto: ¿realmente estamos preparados para enfrentarnos a lo inesperado? La respuesta clara es que muchos no lo están.

Recientemente, la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha emitido alertas amarillas en Lugo y Ourense. Por lo tanto, aunque estamos hablando del desastre actual, hay más por venir. Una nueva borrasca está programada para entrar a Galicia, y aunque no se pronostican efectos tan graves como los de herminia, la advertencia sigue siendo válida.

¿Cómo puede uno preparar a su hogar?

Si algo hemos sacado en claro de esta lujuriosa serie de eventos climáticos, es que prepararse no es solo una opción; es una necesidad. Veamos algunas maneras de poner esto en práctica antes de que un fenómeno similar vuelva a golpearnos:

  1. Preparar un kit de emergencia: Esto no quiere decir que estés planeando una apocalipsis zombi, sino que hay que tener disponibles linternas, baterías, y un poco de comida enlatada. Además, no olvides un cargador portátil para tus dispositivos móviles. Si hay algo peor que estar a oscuras, es estar a oscuras y sin comunicación, ¿no crees?

  2. Planifiquemos la comunicación: En medio del apagón, la comunicación se vuelve vital. Un grupo familiar en WhatsApp podría no ser suficiente. Considera establecer un punto de encuentro en caso de emergencias.

  3. Máquinas y energía alternativa: Como demostraron Pilar y su familia, contar con un suministro alternativo puede ser una salvación en tiempos difíciles. Así que, ¿por qué no informarse sobre opciones eléctricas alternativas y sistemas de respaldo?

  4. Seguir la previsión meteorológica: Hacer de la meteorología parte de tu rutina diaria puede parecer excesivo, pero sería peor ser sorprendido por un temporal sin previo aviso.

  5. Conocer a los vecinos: Quizás tu vecino tenga una bombona de gas o una vela de más. La comunidad puede ser una herramienta poderosa para hacer frente a situaciones difíciles.

Reflexiones finales: un llamado a la acción

En conclusión, vivir en un mundo donde la naturaleza puede arremeter en cualquier momento nos obliga a ser menos complacientes. Los exitosos relatos de personas como Asunción y Pilar nos sugieren que ser proactivos es un faro de esperanza en medio de la tormenta.

Cuando nos encontramos ante la adversidad, podemos elegir ser comerciantes del miedo o arquitectos del optimismo. Mantener la calma, buscar soluciones, y prepararse para lo inesperado podría ser la clave para no solo sobrevivir sino también prosperar en tiempos de crisis.

Así que, queridos lectores, la próxima vez que encendáis la luz, recordad a aquellos que no tienen luz. Y cuándo los vientos soplen con fuerza, asegúrate de estar listo. Porque, al fin y al cabo, el mal tiempo no dura para siempre, pero nuestras lecciones aprendidas sí. ¿Tienes alguna anécdota de apagones o preparativos que quieras compartir? ¡Deja tu comentario!