La situación de los agentes de movilidad en Madrid es un tema candente, y no precisamente por el frío en las calles durante estas fiestas. Más bien, tiene que ver con un drástico déficit de personal que podría convertir cualquier celebración navideña en un cóctel de caos y congestión. Así que, antes de que vayas a disfrutar de las luces y los mercadillos, permíteme que te cuente sobre la crisis que se cierne sobre los hombres y mujeres que trabajan para mantener la movilidad en la capital.

Un panorama sombrío: menos agentes, más trabajo

En la última Comisión de Obras, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, se destapó una realidad inquietante: un 50% de reducción en la plantilla de agentes de movilidad durante los últimos años. Si bien la oposición, compuesta por el PSOE, Vox y Más Madrid, se mostró unánime en su crítica, no es necesario ser un genio para darse cuenta de que el caos es probable. Imagínate que en pleno auge navideño, donde los ciudadanos y turistas se lanzan al centro a disfrutar de las luces y las compras, las calles de Madrid deben ser supervisadas por unos escasos 450 agentes. Para comparar, en su día, el cuerpo alcanzó hasta mil efectivos. ¿A dónde fueron todos?

La respuesta, según Jesús Manuel Méndez, secretario general del Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad, es sencilla: «La administración madrileña no facilita a los funcionarios ser agentes de movilidad.» ¡Y cuánta razón tiene! Está claro que los problemas que surgen de esta falta de personal no son solo de la administración, sino de todas y cada una de las personas que viven y trabajan en la ciudad.

De héroes a sobrevivientes: el trabajo de los agentes de movilidad

¿Alguna vez te has preguntado qué hace un agente de movilidad? No son solo figuras uniformadas que hacen sonar sus silbatos; ellos son los quienes trabajan día a día para mantener el orden en las calles, especialmente en lugares icónicos como el Hospital Clínico de Cristo Rey. Pero, en plenas festividades, es el cuerpo policial de Madrid quien termina asumiendo funciones que no le corresponden. ¿Acaso ellos firmaron un acuerdo que los convertía en todo terreno? No creo.

Durante la reciente reunión, tanto el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) como el SPPM señalaron que, mientras los policías deben lidiar con la seguridad del barrio, también deben hacerse cargo del tráfico. Simplemente no hay suficiente personal para gestionar ambas áreas. El resultado: un servicio de movilidad que deja mucho que desear y, por supuesto, un caos circulatorio en las fiestas.

La desesperación entre los agentes y la justicia laboral

A medida que la carga de trabajo se intensifica, los problemas de falta de efectivos se traducen en la incapacidad de cubrir ciertos turnos y áreas de trabajo. Pero la solución a este apuro no es tan simple como advertir al Ayuntamiento. Este 2023, la última oferta de promoción interna sólo atrajo a tres candidatos para 130 plazas. ¿Qué podría salir mal? ¿Será que estamos buscando agentes en un concurso de talentos?

Una vez más, Méndez señala un factor fundamental: «No había un baremo de edades». Sugiere que algunos de los candidatos pueden ser elegibles, pero no lo suficientemente ágiles como para superar las exigencias físicas. Honestamente, me imagino a un grupo de señores de 50 años intentando competir con chicos de 20. ¡Un espectáculo digno de ver, pero no muy práctico para la movilidad de la ciudad!

Además, la situación se agrava aún más con la promoción interna de 150 efectivos a la Policía Municipal. Es una decisión pertinente y legítima para los agentes, quienes buscan mejores condiciones; sin embargo, deja al cuerpo de movilidad en una situación crítica. Así que, ¿es justo que ellos asuman las consecuencias de estas decisiones?

La ineptitud administrativa y sus consecuencias

Si hay algo que es más contagioso que la risa, es la frustración. Esta vez, son los agentes de movilidad quienes se muestran resignados frente a una administración que no parece estar a la altura. «Es vergonzoso», se lamenta Méndez al mencionar la lentitud de los procesos dentro del Ayuntamiento. Para ponerlo en contexto, las listas de aprobados de las oposiciones de 2021 apenas fueron publicadas recientemente, lo que significa que estos nuevos agentes no estarán disponibles para su formación hasta dentro de varios meses. ¿Adivinas quién tendrá que lidiar una vez más con el aluvión de gente en las calles de Madrid? Sí, los pocos pero valientes agentes de movilidad.

Alternativas hacia un futuro sostenible

Los sindicatos del sector han propuesto varias medidas para intentar solucionar esta crisis. Un punto que resuena es la revisión de sus condiciones laborales. “Aumentar la categoría de funcionario de C2 a C1 haría que quienes entran estén más formados y preparados”, sostiene Méndez. Ok, eso suena sensato, pero ¿qué pasará con aquellos que ya están en el cuerpo y que han lidiado con el caos durante tanto tiempo? La posibilidad de una jubilación anticipada también ha sido propuesta debido a los problemas de salud relacionados con el trabajo en las calles. Es normal que las carreras en este sector tengan un tiempo de caducidad.

Conclusión: hacia una ciudad más segura y eficiente

Los tiempos festivos son un momento mágico en Madrid, pero ese misticismo puede tornarse en frustración si la situación de movilidad no se aborda seriamente. La situación actual, en la que se asignan nuevas plazas y se llama a más de 90 personas, se siente como una respuesta que no es suficiente. La realidad es que los ciudadanos merecen un servicio de calidad y que las condiciones laborales de los agentes de movilidad deben mejorar.

Te planteo otro interrogante: ¿será este el momento en que la administración comprenda la importancia de dotar al cuerpo de movilidad de los recursos necesarios? Para el bien de todos, espero que sí. Porque, mientras disfrutamos de nuestras vidas en esta vibrante ciudad, necesitamos que haya quienes puedan velar por nuestro bienestar, incluso cuando todo parece estar en calma.

¿Estás listo para vivir estas Navidades en Madrid? Espero que sí, porque prepararte para el caos en las calles puede ser más divertido de lo que parece… siempre que haya suficientes agentes de movilidad para mantener el orden.