En un mundo donde la obsesión por el ejercicio y la salud está en su punto más alto, es interesante reflexionar sobre la frase: «menos es más». Como todos sabemos, el ejercicio físico es fundamental para llevar un estilo de vida saludable, pero, como diría mi abuela, «todo lo que excede se vuelve en contra». A lo largo de este artículo, exploraremos el fenómeno del sobreentrenamiento y cómo puede afectar especialmente a las mujeres. ¿Realmente estamos tan obsesionadas con hacer ejercicio que a veces nos olvidamos de cuidar de nosotras mismas?
¿Qué es el síndrome de sobreentrenamiento?
Antes de comenzar a sudar y pensar en esas clases de spinning de una hora que tanto nos encantan, pongamos las cartas sobre la mesa. El síndrome de sobreentrenamiento es lo que sucede cuando pasamos de ser ángeles del fitness a convertirnos en rocas fatigadas. En términos sencillos, se trata de un agotamiento extremo provocado por una carga de entrenamiento que el cuerpo no puede manejar.
Diversos estudios, incluido uno disruptivo en la revista Current Biology, señalan que el rendimiento puede caer en picada, sentimos una fatiga extrema y, oh sorpresa, a menudo tenemos menos energía que un gato a mediodía. Esto se debe a que nuestro organismo no logra adaptarse a niveles desmesurados de actividad física. Así que, ¡tómatelo con calma! En este sentido, es esencial escuchar a nuestro cuerpo.
Recuerdo que hace un par de años, decidí unirme a un grupo de maratonistas. Durante semanas, salí a correr cada día, presumiendo ante mis amigos de que podría correr maratones en menos de tres horas (cosa que, spoiler alert: no sucedió). Al final, terminé en la cama con un resfriado que me duró casi un mes y una ansiedad que jamás había experimentado. Lección aprendida: a veces, es mejor disfrutar del proceso que apresurarse hacia metas poco realistas.
¿Cómo afecta el ejercicio intenso a la salud menstrual?
Vale, chicas, es momento de hablar sobre un tema delicado pero necesario: la menstruación. La ausencia o irregularidad menstrual es un problema más común de lo que creemos, y no solo se debe a temas hormonales o estrés. Otro gran culpable podría ser el ejercicio excesivo. Según la investigación publicada en Clinical Therapeutics, las atletas tienen una mayor incidencia de amenorrea hipotalámica, es decir, la ausencia de menstruación por tres meses o más. La razón detrás de esto es clara: el cuerpo no tiene suficientes reservas de energía para mantener el equilibrio hormonal necesario.
Imagina que tu cuerpo es una deliciosa tarta de chocolate. Si le quitas parte de la crema, al final, ¡no será tan dulce! Por eso mismo, es crucial que nos aseguramos de tener una alimentación equilibrada que acompañe nuestras rutinas de ejercicio. Entonces, la próxima vez que decidas hacer una semana de entrenamiento intensivo, recuerda que ¡también debes comer como una campeona!
Un paréntesis sobre la ansiedad
¿Qué tiene que ver la ansiedad con el ejercicio? Bueno, en España, las mujeres sufren de trastornos de ansiedad en un porcentaje mucho mayor que los hombres. Según la psicóloga Patricia Ramírez, esto se debe a que culturalmente nos enfrentamos a múltiples responsabilidades que pueden volverse sobrecogedoras. Y si a eso le sumamos el estrés del sobreentrenamiento, tenemos una combinación explosiva.
Un estudio realizó un experimento con ratas que entrenaban a diario en una cinta rodante. ¿Y qué encontraron? Las ratas que sobreentrenaron mostraron niveles de ansiedad significativamente más altos que las que llevaban una vida sedentaria. Aunque esto pueda sonar un tanto descabellado (¿quién no ha querido ser una rata de laboratorio en alguna ocasión?), lo importante es que hay indicios de que este fenómeno también puede aplicarse a los seres humanos.
Así que, cuando te sientas abrumada y tu calendario de entrenamiento se convierta más en una lista de tareas que en una actividad divertida, tal vez sea hora de hacer un respiro y considerar un cambio.
Enfermedades relacionadas con el sobreentrenamiento
Parece que estamos asomándonos al lado oscuro del entrenamiento en exceso, y ahora viene el bombazo: ¡el sobreentrenamiento puede provocar enfermedades! Aunque el ejercicio es fundamental para prevenir patología, un exceso puede llevar a un estado de debilidad en el sistema inmunológico. Según un estudio publicado en Journal of Sport and Health Science, si entrenas más de 90 minutos de alta intensidad diariamente, tu cuerpo puede estar en riesgo de enfermar.
Imagina que te sientes en la cama, tapada con mantas y tomando té (el clásico remedio de la abuela) por un resfriado que podría haberse evitado. Es un escenario que quiero evitar a toda costa.
Disfrutar de sesiones de entrenamiento está bien, pero no olvidemos que descansar también es parte del proceso. De hecho, puede que tu cuerpo te lo agradezca más de lo que piensas.
La piel también paga el precio
¿Alguna vez has notado cómo tu piel reacciona después de esos entrenamientos brutales? Si tu respuesta es «sí», ¡bienvenida al club! El estrés que experimenta tu cuerpo debido al ejercicio excesivo puede elevar los niveles de cortisol, también conocido como la «hormona del estrés». Esto provoca una producción excesiva de grasa en nuestra piel, lo cual puede resultar en brotes y otros problemas dermatológicos.
Un estudio de Bentham Science demostró la conexión entre el estrés, la inflamación y el envejecimiento de la piel. Así que, ¿de qué sirve estar en forma si terminamos con una piel que necesita un toque de Photoshop?
¿Qué puedes hacer al respecto?
Algunas medidas preventivas incluyen hidratarse bien, asegurarte de incluir aceites saludables en tu dieta, y por supuesto, cuidar de tu salud mental. Recuerda que la autosabotaje no es ni un buen ejercicio ni una buena forma de vivir.
Menos deseo sexual, más problemas
Asociar el sobreentrenamiento con la libido podría parecer raro, pero las estadísticas no mienten. La psicóloga Lucía Jiménez menciona que factores como el estrés y la fatiga pueden afectar nuestro deseo sexual y, sorprendentemente, el exceso de ejercicio también puede influir. Según un estudio de Medicine and Science in Sports and Exercise, aquellos que realizaban entrenamientos menos intensivos experimentaban una libido más alta.
Así que, si esperabas que unas horas extra en el gimnasio te llevaran a una vida sexual activa y plena, aquí va un pequeño spoiler: ¡podrías estar haciendo todo lo contrario!
Reflexiones finales
Apostar por un estilo de vida activo es sin duda un paso en la dirección correcta hacia una vida plena y saludable. Sin embargo, es vital reconocer los límites de nuestro cuerpo. El sobreentrenamiento es una señal de advertencia que no debemos ignorar. La clave está en acercarnos al ejercicio con el corazón y la cabeza, buscando el equilibrio entre el sudor y el descanso. Recuerda: no se trata de la cantidad de ejercicio que hacemos, sino de la calidad del mismo.
Así que, la próxima vez que estés inclinándote a decir «sí» a un entrenamiento adicional solo para caer en la trampa de querer encajar, recuerda: nuestro bienestar es lo más importante. Y si eso significa rendirse a una tarde de sofá con una serie y unas palomitas, ¡que así sea! Después de todo, la vida es un maratón, no un sprint.