El último día del año siempre trae consigo un aire de renovación, de nuevos comienzos y, claro, de campanadas que resuenan en toda España. Este 2025, mientras nosotros nos preguntábamos qué nos depararía el año nuevo, los ojos del país estaban puestos en Laura Yustres, más conocida como Lalachus. Al igual que muchas otras, yo me quedé en mi sofá, con las palomitas en mano, expectante por la presentación de las campanadas en La 1 junto a David Broncano. Pero algo… algo especial iba a suceder y, por supuesto, no solo se trataba de la cuenta atrás para recibir el nuevo año.

Un vestido hecho a medida y con mucho corazón

El vestido que Lalachus eligió para tal memorable ocasión fue un diseño exclusivo de la reconocida diseñadora española Silvia Fernández. No solo se trataba de un vestido; era una obra maestra que necesitó el esfuerzo de 15 personas y tres semanas enteras de trabajo. Esto me lleva a recordar lo difícil que es conseguir que nuestras amigas se pongan de acuerdo sobre qué ir a cenar el sábado… ¡y eso que una simple cena tarde un par de horas! Ahora imagina el montaje y confección de un vestido.

La parte superior del vestido presentaba un escote bardot que dejaba al descubierto los hombros de Lalachus, combinando elegancia y un toque de picardía. La historia del vestido es, en sí misma, un cuento de hadas del mundo de la moda; un diseño que brilló literalmente gracias a las lentejuelas, convirtiéndola en la auténtica reina de la noche. ¿Quién no querría un vestido así para proyectar esa luz el 31 de diciembre?

El simbolismo del color: más que una simple elección

Pero, amigos, no se trató solo de una elección estética. El vestido hizo un guiño a los valores que se querían transmitir desde Televisión Española: esperanza y crecimiento. El uso del verde jade, acompañado de tonos como el granate y el rosa empolvado, no solo era una tendencia, sino un verdadero mensaje de lo que representa el año nuevo. A veces pienso que en la vida deberíamos aplicar un poco más de estas lecciones de la moda y aprender a “vestir” nuestras emociones de forma más positiva. ¿No es cierto?

Críticas que van más allá de la moda

Sin embargo, como suele suceder en el mundo del espectáculo, la noche estuvo rodeada de controversia. La aparición de Lalachus también trajo consigo críticas que hacían más eco al concepto de misoginia y gordofobia que a la moda en sí. La presión social es un tema delicado, especialmente para quienes brillan bajo los reflectores.

El presidente de RTVE, José Pablo López, salió al terreno de juego para defenderla en redes sociales, señalando que las críticas eran más una muestra de machismo que de preocupación por su apariencia. Mi mente vuela a ese momento en el que el ex presidente de RTVE decide ejercer su derecho a la libertad de expresión, ¡lo aplaudo! Porque, seamos honestos, ¿alguien se atrevería a criticar a un presentador masculino por su peso?

El respaldo de las figuras icónicas

Viendo la situación, no se hizo esperar la reacción de otras figuras relevantes, como Cristina Pedroche, quien también ha sido blanco de críticas históricas. Pedroche no dudó en salir en defensa de Yustres, calificándola como una «mujer brillante y segura de sí misma». La verdad es que en el bullying mediático todos podemos ver un poco de sombra, y es reconfortante saber que las figuras que admiramos pueden también convertirse en un faro para quienes necesitan apoyo.

Esto me recuerda la importancia del apoyo entre mujeres, algo que me gustaría ver más a menudo. Cuando una mujer brilla, todas brillamos un poco más. ¿No les parece que deberíamos hacer un pacto de solidaridad y dejar de lado la competencia perjudicial?

La moda como un acto de empoderamiento

El vestido confeccionado por Silvia Fernández se convirtió, de alguna manera, en un símbolo de empoderamiento. Al final del día, como apunta la diseñadora, el propósito de un vestido es hacer que su portadora se sienta hermosa y segura. Esto resuena profundamente en mi vida. Recuerdo el día que llevé mi primer vestido de gala. Te diré, la inseguridad me acompañó durante todo el proceso. Pero cuando finalmente me miré al espejo y vi la sonrisa de mi madre reflejada en mi rostro, entendí que la moda no es solo apariencia, es una afirmación de identidad.

El diseño de Fernández no solo buscaba destacar la belleza estética, sino que además pone en relieve que la belleza está en cómo se siente una mujer en su propia piel. «La belleza de una mujer no tiene que ver con la talla, tiene que ver con su luz interior», comentó Fernández. Sabias palabras, sin duda.

Una noche de celebración y desafíos

El 31 de diciembre no es solo una noche para los fuegos artificiales y las burbujas de champán. Es un momento de reflexión. Tal vez en nuestras celebraciones deberíamos incluir un pequeño espacio para reconocer las luchas y victorias que cada uno de nosotros, bajo sus propias circunstancias, enfrenta. ¿Quiénes somos en los momentos de desafío?

La valiente aparición de Lalachus en esta noche mágica nos recordó que es posible desafiar los estándares impuestos y presentar una narrativa que es más auténtica, y que el camino hacia la aceptación personal es un camino que no se recorre solo. Quizás este año deberíamos aprender a ser un poco más amables con nosotros mismos y con quienes nos rodean.

Hacia un futuro renovado y más inclusivo

Así que, mientras brindamos por el nuevo año, también brindemos por todas las mujeres y hombres que, como Lalachus, se atreven a cuestionar las normas y a brillar en su propia luz. Celebremos la moda, no solo como un reflejo de lo que los demás piensan que debemos ser, sino como un medio de autodescubrimiento y poder personal. Y por supuesto, recordar que un vestido, por espectacular que sea, solamente es una extensión de quiénes somos y de lo que elegimos representar.

Con todo esto en mente, me pregunto: ¿estás listo para recibir el 2025 a lo grande al igual que Lalachus? ¿Cómo piensas destacar tu luz en este nuevo año?