La educación es el pilar de toda sociedad. ¿Quién podría negarlo? Sin embargo, cuando se trata de la financiación de las universidades públicas, parece que la historia se complica más de lo que uno podría imaginar. Esta semana, los rectores de las nueve universidades públicas andaluzas han decidido que ya es suficiente y han alzado la voz contra los incumplimientos de la Junta de Andalucía en materia de financiación y pagos. ¿Quién no ha sentido alguna vez que por más que des, nunca es suficiente?
El contexto: una relación complicada
Siempre he pensado que las relaciones son como una buena novela: comienzan con promesas, pasan por momentos complicados y, a veces, terminan en drama. En el caso de las universidades y la Junta de Andalucía, parece que estamos en uno de esos momentos de auge dramático.
Francisco Oliva, rector de la Universidad Pablo de Olavide y presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Andalucía (AUPA), ha sido bastante claro en un reciente comunicado: “No se trata de reivindicar una financiación mejor o más infraestructuras, se trata de reivindicar que se cumplan los acuerdos a los que se comprometió la propia consejería”. Este es el punto clave; a veces, lo que se necesita no es más, sino que cumplan lo que ya prometieron. ¿A quién no le ha pasado que le prometen algo y nunca llega? De ahí la frustración.
Las cifras que preocupan
Los rectores han dejado claro que las universidades andaluzas esperan recibir 50 millones de euros urgentes. ¿Por qué? Primero, 25 millones de euros son parte del nuevo modelo de financiación que habían previsto para sus cuentas de 2024. Si no se reciben antes de fin de año, podrían caer en déficit. Y, sinceramente, si alguien sabe cómo es vivir con deudas, son las universidades.
El segundo grupo de 25 millones está destinado a los complementos económicos del personal docente e investigador, así como del personal técnico y de administración de servicios. En resumen, dos grandes cantidades que mantienen a flote la estructura educativa. Imagínate que tu jefe te prometiera un aumento y al final del mes solo te pagara la mitad. ¿Cómo te sentirías? Eso es lo que están experimentando los rectores y personal de estas instituciones.
La manifestación: voces alzadas
Para enfatizar su inconformidad, Oliva y otros rectores se unieron a una manifestación frente al Rectorado de la Universidad de Sevilla, convocada por los sindicatos. Aunque no era su primera opción, la situación los ha llevado a hacerse notar. La estructura universitaria no solo se basa en profesores y alumnos, sino también en una serie de empleados que garantizan que las cosas funcionen. Este drama no solo afecta a las cabezas pensantes de nuestras universidades, sino a todos los que hacen posible el funcionamiento diario.
Una anécdota personal
Recuerdo una vez, en mis años de estudiante, que un profesor se quedó sin material didáctico porque la universidad no había podido hacer un pedido a tiempo, debido a problemas de presupuesto. Aquella clase se convirtió en una experiencia memorable, no porque fuese productiva, sino porque todos terminamos improvisando y aprendimos más sobre la improvisación que sobre el tema en cuestión. Pero, ¿debería ser así? La educación no debería depender de la suerte o de la creatividad para cubrir la falta de recursos.
¿Por qué son importantes estos 50 millones?
Financiación para el futuro
La financiación es crucial para el funcionamiento correcto de cualquier institución educativa. Cuando estas universidades no reciben lo que se comprometieron a pagar, no solo afecta a los docentes, sino a los estudiantes, que enfrentan un aula menos preparada y recursos limitados. Y si hay algo que no queremos es ver a nuestros jóvenes talentos enfrentándose a adversidades que podrían evitarse.
Los derechos de los trabajadores
El complemento autonómico que se debe abonar representa un derecho conseguido después de mucho tiempo de negociaciones. La carrera horizontal del personal de servicio de las universidades andaluzas es fundamental para fomentar un ambiente laboral saludable y justo. Es como si una parte crucial de un rompecabezas estuviera faltando. Y, seamos sinceros, a nadie le gusta que un rompecabezas quede incompleto.
Palabras de los rectores: ¿qué está en juego?
Francisco Oliva enfatiza dos aspectos esenciales: la financiación y el complemento autonómico. “Los dos son esenciales, la financiación porque garantiza la correcta organización y funcionamiento de las universidades y el complemento autonómico porque se trata de un derecho de los trabajadores”. Simple y directo, ¿verdad? A veces la vida política es más complicada de lo necesario.
La falta de respuesta de la Junta
Uno de los puntos más frustrantes es que la Consejería de Universidades no ha ofrecido una justificación clara sobre estos incumplimientos. Después de un año de intentos “discretos e institucionales” para aclarar la situación, han decidido que ya era suficiente con ser pacientes. ¿No les pasa a veces que la espera se convierte en un ejercicio de desesperación?
La falta de comunicación y transparencia puede ser perjudicial no solo para las instituciones, sino también para el tejido social que depende de ellas. La comunidad educativa se siente insegura y eso se traduce en un desánimo generalizado.
¿Qué vendrá a continuación?
Es difícil prever el futuro, especialmente en el contexto actual donde la incertidumbre se hace más palpable cada día. Sin embargo, hay ciertas preguntas que surgen al mirar esta situación. ¿Se resolverán estas tensiones antes de que se conviertan en algo mucho más serio? ¿La Junta de Andalucía finalmente escuchará las demandas de los rectores?
Alternativas y soluciones
Hay varias opciones que podrían explorarse. Desde una mayor presión mediática hasta la creación de comités que aborden estas preocupaciones de forma directa con la sociedad, pero al final, lo que realmente se necesita es una voluntad real para actuar.
¿Te imaginas si en lugar de protestas y cartas, las universidades pudieran iniciar un programa de “compromiso ciudadano” donde los rectores y los funcionarios de la Junta pudieran interactuar directamente con la comunidad para discutir la importancia de la educación y la financiación?
La educación: un tema que nos conviene a todos
La situación actual no sólo afecta a los rectores, a los docentes o a los administrativos. Afecta a cada uno de los estudiantes que asisten a estas universidades, a sus familias y a la sociedad en su conjunto. Estamos hablando del futuro del país. ¿Qué seríamos sin una educación adecuada y sin un sistema que apoye a quienes la hacen posible?
En conclusión, la situación de las universidades públicas en Andalucía es un llamado a la acción, no solo por parte de las autoridades, sino de todos. En tiempos donde parece que la educación se convierte en un juego de ajedrez con piezas en riesgo, necesitamos poner en primer plano la necesidad de honrar los compromisos establecidos. La educación no solo debe ser una promesa, sino un derecho realizable y accesible. ¿No crees que ya es hora?
Así que aquí estamos, tratando de entender y ayudar a nuestras universidades a salir de este mar de incertidumbre. La próxima vez que te encuentres con un profesor, administrativo o estudiante de una universidad pública, recuerda este escenario. Pregúntate: ¿qué puedo hacer para ayudar a que nuestra educación sea más fuerte, más accesible y más justa? ¡Nunca es tarde para actuar!