Cuando se trata de viajar con niños, ¿no es cierto que todos nos enfrentamos a ese eterno dilema?: por un lado, queremos explorar lugares nuevos y emocionantes, pero por otro, sabemos que nuestros pequeños pueden tener otras prioridades, como buscar el mejor helado de la ciudad o contar cuántos gatos se cruzan en nuestro camino. Al menos yo me enfrento a este dilema cada vez que planeo un viaje familiar. Sin embargo, después de haber explorado Bélgica con mis propios críos, puedo decir a voz en grito: ¡Bélgica es pura magia para familias!
Permíteme llevarte en un recorrido a través de Bruselas, Gante, Brujas y Amberes. Aquí no solo encontrarás un lugar perfecto para los adultos, sino también actividades pensadas para atraer e involucrar a los más pequeños. ¡Prepárate para una aventura que combina cultura, historia, diversión y, por supuesto, ¡deliciosas golosinas!
Bruselas: el reino de los cómics y dinosaurios
Comenzamos nuestro recorrido en la capital belga, Bruselas. Si alguna vez has estado allí, puede que ya conozcas su fama por la arquitectura magnífica y su delicioso chocolate. Pero eso no es todo lo que Bruselas tiene para ofrecer a nuestra prole inquieta.
Museo de los Niños
Imagina un lugar donde los pequeños pueden tocar, jugar y, sobre todo, ser ellos mismos. El Museo de los Niños en Bruselas es exactamente eso. Desde la primera vez que llevé a mis hijos allí, podía ver cómo sus ojos brillaban con cada nueva actividad. Piensa en talleres de cocina, manualidades, y hasta la oportunidad de construir su propia fortaleza. Aquí, los niños no son simples visitantes; son los verdaderos protagonistas.
Mini-Europe
En Mini-Europe, podemos dar un paseo por el continente sin dejar Bruselas. Este mini parque temático ofrece maquetas de más de 80 monumentos icónicos. Puedes encontrarte en una recreación de la Torre Eiffel en un instante y, unos pasos después, estar en la Plaza de San Marcos. ¡Los niños pueden tocar, jugar y aprender mientras se pasean por toda Europa! Además, si tu hijo se siente un poco más aventurero, hay múltiples mecanismos interactivos a los que pueden dar vida.
Museo de Ciencias Naturales
Y, claro, no puedo dejar de mencionar el Museo de Ciencias Naturales. Aquí nuestros pequeños pueden ver dinosaurios de cerca. ¿Te imaginas la emoción de un niño al ver un esqueleto real de un iguanodón? Sortear sus enormes mandíbulas de manera segura es una aventura por sí misma. Sin embargo, cuidado con los pequeños aventureros, ¡pueden lanzar sus manos con más entusiasmo de lo que uno desearía!
Museo del Cómic
Si tus niños son fans de Tintín o los Pitufos, el Museo del Cómic es un lugar donde la historia cobra vida. Hay algo fascinante en ver cómo se crean las historietas, y este museo lo hace de una forma interactiva. Además, si tus pequeños son un poco más nostálgicos, los adultos también pueden disfrutar bastante aquí, tal como me ocurrió cuando me encerré en la sala de cómics durante horas.
Gante: aventuras medievales que encantan
Luego de Bruselas, hacemos las maletas para dirigirnos a Gante, una ciudad que, aunque pequeña, desborda historia y magia.
Paseo en barco por los canales
Uno de mis momentos favoritos en Gante fue el paseo en barco. Imagínate a tus niños mirando fascinados cómo la ciudad se desliza suavemente alrededor de ellos, mientras tú intentas recordar de memoria toda la historia de cada edificio. Los guías ofrecen historias entretenidas y hasta rimas que iluminan cada rincón. Y lo mejor: ¡es un momento de tranquilidad que todos necesitamos en un viaje familiar!
Castillo de los Condes
El Castillo de los Condes es, sin duda, un grande entre los grandes. Este castillo medieval cuenta con pasillos y mazmorras por explorar. Nos dio la oportunidad de hacer que nuestros pequeños se sintieran como verdaderos príncipes y princesas, y a al mismo tiempo, aprender sobre la vida en la Edad Media. ¿Y sabes qué? Los niños deben encontrar al bufón del castillo. ¡Es un pequeño juego que hace la visita aún más emocionante!
Yincana del dragón Fosfor
No quiero olvidarme de la yincana del dragón Fosfor. Utilizando una app en el móvil, los niños pueden emprender una búsqueda del tesoro por toda la ciudad. Superar pruebas y resolver acertijos nunca fue tan divertido. Y al final, un premio: los niños pueden recoger un recuerdo de la oficina de turismo.
Brujas: un paraíso de canales y golosinas
Pasamos a Brujas, una de las ciudades más visitadas del país. A menudo, se dice que parece sacada de un cuento de hadas, y no es difícil entender por qué.
Paseo en barco por los canales
Similar a Gante, Brujas también ofrece paseos en barco, perfectos para admirar su belleza desde el agua. Mientras que nosotros intentábamos leer los nombres de los edificios antiguos, los niños estaban más ocupados tratando de encontrar cisnes y patos. Un pequeño consejo: ¡llevad algunas galletitas para que los patos se acerquen!
Choco-Story, el museo del chocolate
Como amante del chocolate, Choco-Story me hizo reír como un niño. Aquí tus pequeños aprenderán sobre la elaboración del chocolate mientras disfrutan de pequeñas degustaciones a lo largo del camino. En cada paso, el aroma a chocolate es casi irrestible. ¿Y lo mejor? Podrán ver cómo se hacen sus bombones favoritos.
Frietmuseum, el museo de las patatas fritas
¡Sí! Tienes que creerte que hay un museo de las patatas fritas. Aunque puede sonar extraño, es, sin duda, una de las paradas más divertidas para toda la familia. Al final del recorrido, ¡hay degustación de auténticas frites belgas!
Historium Bruges
Por último, pero no menos importante, el Historium Bruges es un museo interactivo excepcional. Aquí los niños pueden experimentar la vida medieval en Brujas a través de efectos visuales y sonoros. Si tus pequeños tienen un poco de imaginación, se sentirán como si hubieran viajado en el tiempo.
Amberes: murales y chocolate a la vista
Finalmente, llegamos a Amberes. Tal vez podría parecer que esta ciudad no tiene tanto para ofrecer a los niños en comparación con las anteriores, pero aquí es donde las cosas se vuelven interesantes.
Chocolate Nation
Un viaje a Amberes no estaría completo sin una visita a Chocolate Nation. Desde su historia hasta cómo se produce, este museo atrae tanto a los niños como a los adultos. Después de la presentación, puedes deleitarte con una cata variada de chocolates, ¡ah, el paraíso!
Ruta de murales de cómic
Lo que realmente destaca de Amberes es su ruta de murales de cómic. Puedes vagar por las calles, admirar el arte y, al mismo tiempo, aprender sobre la cultura del cómic. Es una forma perfecta de combinar un poco de ejercicio con un arte que encanta a todas las generaciones.
Museo MAS
Finalmente, el Museo MAS podría parecer un poco más serio, pero no te dejes engañar. Este museo cuenta con exhibiciones interactivas y talleres diseñados para mantener a los niños involucrados. Además, ¡tienen una zona infantil! Mientras tú disfrutas de la colección de obras de arte, los pequeños pueden meterse de lleno en actividades diseñadas solo para ellos.
The Antwerp Story
Para cerrar nuestro recorrido, The Antwerp Story te invita a un recorrido interactivo lleno de sorpresas. Exploraremos la historia de esta magnífica ciudad en un ambiente ameno, perfecto para que todos se diviertan mientras aprenden.
Conclusión: Bélgica, un destino familiar merecedor de cualquier viaje
En definitiva, Bélgica es un destino inigualable para viajar en familia. Entre la rica historia y cultura, la deliciosa gastronomía y las actividades diseñadas para niños, no hay manera de que un viaje aquí no resulte memorable. Desde la alegre Bruselas, la mágica Gante, la encantadora Brujas hasta la vibrante Amberes, todos encontrarán su lugar en este pequeño pero extraordinario país.
Así que la próxima vez que te digas: «¿Dónde podemos ir que sea divertido tanto para mí como para mis hijos?», recuerda: ¡Bélgica te está esperando con los brazos abiertos! ¿Listos para la aventura?