En un mundo que avanza a pasos agigantados hacia un futuro interconectado, la violencia machista ha encontrado nuevos canales de expresión: el terreno digital. Durante un reciente congreso inaugurado por Loles López, consejera de Inclusión Social, se reflexionó sobre este fenómeno alarmante que afecta a la juventud actual. Con un millar de personas inscritas, este evento se centró en la violencia en línea, abordando cómo las nuevas tecnologías se han convertido en escenarios propicios para el abuso y el acoso.

¿Por qué hablar de violencia machista digital?

La violencia machista, un tema que históricamente se ha abordado desde múltiples frentes, ha adquirido un nuevo matiz en la era digital. Pero, ¿qué significa esto? En términos sencillos, implica que los mismos comportamientos abusivos que históricamente se llevaban a cabo de forma física o verbal, ahora se manifiestan a través de teléfonos, ordenadores y plataformas digitales.

La consejera López enfatizó la importancia de concienciar y sensibilizar a los adolescentes. ¿Recuerdas tu adolescencia? Yo sí. Con mi primer teléfono móvil, sentía que podía conquistar el mundo (aunque, admito que mi mayor hazaña fue descubrir que podía jugar al Snake). Pero lo que ni yo ni muchos de mis amigos podíamos imaginar es que, en este mundo de oportunidades, también se asomaba un universo de riesgos, donde los acosadores se escondían tras pantallas, dispuestos a hacer daño desde la comodidad de su hogar.

Una advertencia a voces: el primer contacto con la pornografía

Un estudio de la Fundación FAD Juventud revela que los menores tienen su primer contacto con la pornografía, sorprendentemente, entre los nueve y doce años. Como si necesitaran un manual para la vida, los jóvenes siguen la inercia de la curiosidad, pero a menudo sin las herramientas necesarias para discernir lo que es adecuado y lo que no. La campaña de sensibilización del Gobierno andaluz con el lema ‘Lo que quieres saber del sexo que no te lo enseñe el porno’ busca llenar este vacío formativo.

De la educación a la prevención

Nunca olvidaré la charla sobre sexo en mi instituto, en la que el profesor se puso rojo como un tomate y terminó hablando de todo menos de eso. Quizás si hubiera tenido acceso a información adecuada a través de plataformas o programas de educación sexual, las cosas habrían sido diferentes. ¿Qué nos pasa como sociedad que aún tenemos tantos tabúes? Con el auge digital, es imperativo que la educación sexual se adapte a los tiempos actuales, convirtiéndose no solo en información, sino en una herramienta de prevención.

Un marco legal: el delito no debe quedar impune

Durante el congreso, se discutió también sobre las nuevas normativas que buscan proteger a los jóvenes y prevenir la violencia digital. El teniente Daniel Moreno, jefe del Equipo Mujer y Menor Central de la Guardia Civil, abordó un asunto crítico: la forma en que ha cambiado el perfil de las víctimas debido a la irrupción de internet.

Estamos hablando de un cambio radical en la forma en que se cometen y sufren delitos. Lo que hace años podría haber sido una confrontación física ahora se convierte en mensajes de acoso, difusión de contenido sin consentimiento y comportamientos dictatoriales a través de útiles como el celular. La violencia no entiende de lugares; ahora se infiltra en los lugares más privados de nuestra vida a través de una pantalla.

Las voces del miedo y la denuncia

Si hay algo que nos debería quedar claro es que acosar a través del teléfono no es solo una broma, es un delito. Y si hay algo que todos podemos hacer es denunciar. Gabriel González, fiscal de Criminalidad Informática y Protección de Datos, menciona que es más fácil que nunca amenazar o coaccionar a través de redes sociales. ¿Sabías que la mayor parte de los jóvenes no sabe que ciertas acciones son ilegales? La educacion y la acción son fundamentales.

La tecnología como espada de dos filos

La tecnología, esa misma que nos permite hacer videollamadas con amigos al otro lado del mundo mientras pedimos sushi a domicilio (lo sé, estoy haciendo hambre), también se ha convertido en un vehículo para la violencia machista. Vamos, que como con todo en la vida, hay que aprender a navegar con sentido común y precaución.

La Inteligencia Artificial se presenta como otro desafío, complicando más la situación. Pensar en lo fácil que es para alguien acceder a nuestra información privada o incluso suplantar identidades me da escalofríos. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para mantener nuestra privacidad? En el fondo, la solución puede estar en nuestra educación digital y un uso responsable de los recursos tecnológicos.

El papel de la sociedad y la responsabilidad colectiva

La violencia de género no es solo un problema de las autoridades, es un problema de todos. Como sociedad, ¿qué estamos haciendo para defender a nuestras futuras generaciones? La lucha contra la violencia machista debe ser colectiva, comenzando desde el hogar, pasando por las escuelas, hasta llegar a nuestra participación activa en las redes sociales.

Un llamado a la acción

Así que ahora que lo sabemos, ¿qué acciones concretas podemos tomar? Esperar a que los demás tomen la iniciativa no es una opción. Debemos hablar de esto, generar conciencia en nuestros círculos sociales y, sobre todo, ejercer nuestro papel como modelos a seguir.

  1. Eduquemos: Hablemos de la relación entre sexo, amor y respeto.
  2. Escuchemos: No minimicemos las experiencias de quienes han sido víctimas.
  3. Denunciemos: No normalicemos el acoso y la violencia. Las redes sociales son herramientas poderosas, úsalas para visibilizar lo que ocurre.

Conclusiones que marcan la diferencia

La violencia machista en el ámbito digital es un tema urgente y relevante que nos afecta a todos. Como vimos en este congreso, existen estrategias a seguir y una necesidad imperiosa de educar a nuestra juventud sobre los peligros que acechan en el mundo digital.

A veces, parece que el futuro está lleno de nubes oscuras. Pero siempre hay espacio para la esperanza cuando nos unimos como comunidad, celebramos nuestros avances y educamos a los jóvenes a construir relaciones basadas en el respeto y la igualdad.

Así que, en lugar de ver el internet como un lugar donde reina la oscuridad, tomemos la iniciativa. Hagamos del mundo digital un espacio seguro para todos, donde el respeto y la empatía prevalezcan.


Este artículo invita al lector a reflexionar sobre su papel dentro de esta problemática actual y aportar su granito de arena en la lucha contra la violencia machista. Después de todo, cada pequeño gesto cuenta en la creación de un entorno social más seguro y respetuoso para todos. ¡Juntos podemos hacerlo!