Cuando pensamos en la lucha por los derechos de las personas con enfermedades raras, probablemente no visualizamos a alguien como Noah Higón. Y sin embargo, este joven ha demostrado que la fortaleza humana puede brillar a través de cualquier adversidad. En un mundo que a veces parece girar en torno a la normalidad, la historia de Noah es un recordatorio de que ser “diferente” puede ser una fuente de poder. Pero, ¿cuál es la clave de su resiliencia y cómo nos afecta a todos?

Un camino lleno de retos y superaciones

Noah nació con el síndrome de Ehler-Danlos, una condición genética que afecta el tejido conectivo y trae consigo toda una serie de complicaciones físicas. Imaginen a un niño que, cada vez que juega al fútbol o intenta subirse a un árbol, siente que su cuerpo le ha hecho una mala jugada. Durante su infancia, Noah sufrió numerosos esguinces y luxaciones antes de ser diagnosticado a los doce años. A veces me pregunto: ¿Cómo haría yo si, con tan solo unos años, de repente me dieran un diagnóstico que podría cambiar mi vida para siempre?

Bajo la broma silenciosa de sus pares, Noah se enfrentó a más de veinte operaciones, incluso un viaje a Leipzig para recibir tratamiento especializado por síndromes complejos que afectan su calidad de vida. ¿Cuántas personas pueden decir que han recorrido esa misma distancia para encontrar esperanza? Su pasión por el conocimiento, sin embargo, nunca se vio afectada. No solo se graduó en Derecho y Ciencias Políticas, sino que también logró obtener un máster en Marketing Político. Mientras otros se dispersaban entre la diversión y la despreocupación de la juventud, Noah se aferraba a su sueño de hacer del mundo un lugar mejor.

La realidad detrás de la broma

Recientemente, Noah hizo una aparición en un popular programa de televisión donde, con una notable ironía, entregó regalos a su anfitrión, David Broncano, mientras bromeaba sobre su implante coclear. “Me habría venido bien en la cena de Nochebuena”, comentó un colaborador. Un momento de humor en el aire, pero también un destello de lo que implica vivir con múltiples condiciones de salud: el humor como mecanismo de defensa.

La verdad es que la sociedad a menudo no entiende lo que significa vivir con estas patologías. Noah ha señalado que muchos ven a personas como ella como “entes raros” y que las dolencias que sufren no son tomadas en serio. Este estigma sigue existiendo, incluso entre quienes deberían ser los más comprensivos. ¿Acaso no somos todos un poco diferentes? ¿No tenemos nuestros propios desafíos que enfrentar?

Educando en valores

Como madre, a menudo me pregunto: ¿qué podemos hacer para educar mejor a nuestra próxima generación? Noah aboga por una educación que fomente la empatía y el entendimiento desde una edad temprana. En lugar de ver las diferencias como algo a temer, deberíamos celebrarlas. Este aprendizaje puede cambiar la mirada de los más jóvenes y ajustar los cimientos de una sociedad más inclusiva.

Pero, ¿qué necesitamos para implementar estos cambios? Tal vez parte de la respuesta esté en las palabras de Noah: “La sociedad no es consciente de lo que significa vivir con estas patologías”. Es en este punto donde los medios de comunicación, la educación y la comunidad pueden trabajar en conjunto para crear un mundo más comprensivo.

La valentía en la adversidad

Noah es un ejemplo de que, a pesar de cualquier adversidad, la perseverancia puede llevar a buenos resultados. Ha publicado dos libros: «De qué dolor son tus ojos» y «Esperanza marchita», como una forma de dar voz a quienes se sienten atrapados en la oscuridad. ¡Es como si estuviera invitando a todos a leer su experiencia a través de páginas llenas de coraje y autenticidad!

Al escuchar su historia, me viene a la mente una anécdota personal. Una vez, en una reunión profesional, me enfrenté a un desafío similar de aceptación. Todos hablaban sobre sus experiencias sin saber que yo había pasado un momento complicado. Pero al compartir mi verdad, descubrí que había otros en la sala luchando en silencio. ¿Por qué es tan importante compartir nuestras historias? Porque al hacerlo, creamos puentes donde antes había un abismo.

La lucha por los derechos de las personas con enfermedades raras

Con su historia como telón de fondo, Noah se ha convertido en un referente en la lucha por los derechos de las personas con enfermedades raras en España. Ella se levanta no solo por sí misma, sino por todos aquellos que no tienen una plataforma para alzar su voz. Aquí es donde entras tú, lector. Todos podemos contribuir a esta causa de diferentes maneras. Desde informarnos y educar a otros, hasta abogar por cambios en la legislación que garanticen una atención adecuada y equitativa para personas con patologías poco comunes.

Una estadística impactante: se estima que hay más de 7,000 enfermedades raras identificadas, que afectan a millones de personas en todo el mundo. La necesidad de apoyo y comprensión nunca ha sido tan apremiante. Noah es un recordatorio de que no estamos solos en nuestras luchas; hay una comunidad de personas, cada una con su propia historia que merece ser escuchada.

Lo que podemos hacer para ayudar

No es suficiente con quedarse sentado en la comodidad de nuestros hogares. ¿Nos atrevemos a hacer algo más? Aquí hay algunas acciones que pueden hacer una diferencia:

  • Conversar y educar: Hablemos sobre estas enfermedades con aquellos que nos rodean. La educación es poder, y desmitificar lo desconocido puede impactar a una comunidad entera.
  • Voluntariado: Hay muchas organizaciones que buscan voluntarios para ayudar en la concienciación y en la lucha por los derechos.
  • Donaciones: Contribuir a asociaciones que se enfoquen en la investigación y tratamiento de enfermedades raras puede ayudar a abrir nuevas puertas hacia la cura.

Tal vez no todos seamos narradores excepcionales como Noah, pero nuestras acciones hablan más que nuestras palabras.

La importancia del apoyo emocional

Cualquiera que haya enfrentado una lucha personal sabe que el apoyo emocional se siente como un abrazo cálido en un día frío. Durante su viaje, Noah ha tenido el privilegio de contar con el apoyo de amigos, familiares y profesionales de la salud. Tener un grupo de apoyo puede hacer que la carga se sienta un poco más ligera.

Algunas veces, todos necesitamos una red de seguridad. Cuando una persona no puede ver el camino adelante, tener a alguien que brille como una luz puede cambiarlo todo. Estoy convencido de que un pequeño gesto de apoyo puede tener un impacto monumental en la vida de alguien.

Conclusión: abrazando la diferencia

La historia de Noah Higón no es solo un relato sobre alguien que enfrenta certeramente la adversidad; es una experiencia que nos invita a reflexionar sobre nuestras vidas, nuestros prejuicios y nuestras capacidades para crear un cambio. Vivir con una enfermedad rara puede presentar desafíos inigualables, pero también brinda la oportunidad de ser un contador de historias, un defensor y un líder.

Así que, la próxima vez que te sientas abrumado por los desafíos de tu vida, recuerda que hay otros allí fuera, como Noah, que han enfrentado tormentas aún más grandes. Y, como ella, también nosotros podemos encontrar nuestro camino hacia la claridad, construyendo un mundo en el que las diferencias se vean como una fuente de fortaleza y no de debilidad.

La vida es demasiado corta para no escuchar las historias de aquellos que valientemente se levantan para ser escuchados. Así que, ¿por qué no empezar ahora? ¡Compártelo, cuéntalo y, sobre todo, abraza la diferencia!