En noviembre de 2023, el mundo del vino se llenó de murmullos de admiración y celebración cuando Alberto Ruffoni se consagró como el primer Spanish Wine Master a nivel internacional. Pero detrás de este título, no solo hay una copa de vino bien servida; hay historias, risas, y hasta algún que otro despiste que convierte su trayectoria en un relato de superación y dedicación en el mundo de la enología. ¿Te atreves a descorchar la botella de esta historia llena de matices?
Un comienzo olvidadizo en la cata de vinos
Imagina estar en una competencia de suma importancia, rodeado de los mejores catadores del mundo y… ¡Olvidarte de poner tu nombre en la etiqueta! Eso es exactamente lo que le ocurrió a Ruffoni durante la competición del Spanish Wine Master organizada por Ramón Bilbao. «Casi me olvido de poner mi nombre en una de las pruebas más complicadas» recuerda Alberto, con una sonrisa. No puedo evitar preguntarme: ¿quién no ha tenido un despiste de este tipo en algún momento importante de su vida? Humor y nervios a veces van de la mano, y en este caso, funcionaron.
Pero lo mejor de esta anécdota es que no solo logró poner su nombre a tiempo, sino que al final, terminó brillando más que un buen vino en una cata a ciegas. Alberto no solo ganó la edición nacional de este premio en 2023; ¡también se llevó a casa la corona internacional! Él lo resume perfectamente cuando dice: «El vino une, y hay personas muy generosas de las que se puede aprender muchísimo». Y es que, en el fondo, la enología es también tratar de entender la vida a través de los sentidos.
El viaje a la maestría en vino
Alberto Ruffoni es un buen ejemplo de cómo los caminos a la experiencia pueden ser variados y, a veces, sorprendentes. Nació en Caracas, pero pronto se mudó a A Coruña por razones familiares. Tras finalizar sus estudios en Publicidad y Relaciones Públicas, se dio cuenta de que el verdadero placer de la vida no sólo se encontraba en sus estudios, sino en explorar sabores, sensaciones y, claro, el fascinante mundo del vino. «Siempre me ha gustado probarlo todo y comer», dice. ¿Acaso hay algo más español que la buena comida y un vino bien servido?
Primeros pasos en el mundo del vino
Ruffoni entró en el sector del vino en 2013 como becario y, desde entonces, el camino ha sido uno de aprendizaje continuo. Su primera experiencia formal fue en la Guía Peñín, un importante referente en el mundo del vino español. Alberto tuvo la suerte de aprender de expertos y participar en catas. No puedo dejar de pensar en mi propio camino de aprendizaje, donde cada error se convierte en una lección que se queda grabada a fuego.
Y así fue como conoció a Boris Olivas, su compañero de cata. La química entre ellos es palpable, y es probable que los hayam miso un día: «¿qué sería de la vida sin un buen compañero de aventuras?». Juntos han hecho historia en varias competiciones, demostrando que el trabajo en equipo a menudo supera al talento individual.
Estrategias ganadoras en las catas
¿Te has preguntado alguna vez cuáles son los secretos detrás de una buena cata de vinos? Alberto, como buen experto, comparte algunas de sus claves. «Nos reunimos a menudo para beber y comer hasta altas horas de la noche», confiesa, lo que, honestamente, suena como uno de mis planes ideales para cualquier fin de semana. Al mismo tiempo, nos recuerda que la preparación es clave. Aunque la experiencia es fundamental, el verdadero trabajo se hace en conjunto, en esas veladas de disfrute y aprendizaje.
La cata a ciegas puede ser aterradora, pero para él, se convierte en un juego. «Siempre se falla más de lo que se acierta y estoy acostumbrado al error», dice. ¡Esto nos da un respiro, por fin! Tal vez el viaje al mundo del vino esté más cerca de nuestras posibilidades de lo que pensamos.
La prueba del oído: un reto inesperado
Durante la competición, Alberto enfrentó diversas pruebas, pero una de ellas fue especialmente complicada: la prueba del oído. «Tenía que identificar una operación de viña o bodega escuchando sonidos específicos», explica. Si yo hubiera estado en esa prueba, habría anotado «Tijeras de podar» sin dudar, pero como buen urbanita, quizás me quedaría en la primera opción. Esto hace que reflexione sobre cómo el vino es un arte que también requiere conexión con la naturaleza.
Alberto, sin embargo, prefirió cambiar su respuesta por «Encorchado», una decisión que, después de pensarlo, terminó siendo incorrecta. Esta anécdota es un buen recordatorio de que, incluso los mejores, pueden experimentar reveses. ¿No es eso un alivio para todos nosotros?
Reflexiones sobre el título de Spanish Wine Master
Ganar el título de Spanish Wine Master no solo trajo visibilidad a Alberto, sino que también lo sumergió en un mundo donde él mismo debía adaptarse. «Lo veo como un gran honor, pero también como una responsabilidad», comenta. Así es la vida, una constante en la que cada nuevo logro trae consigo desafíos adicionales. Alberto se ha visto envuelto en una red de contactos influyentes, recibiendo mensajes de apoyo y felicitaciones en cada rincón, incluso del extranjero.
La adrenalina y la emoción de tener esa atención no es un camino fácil, y él lo reconoce honestamente. Pero su conexión con el vino, su pasión por la enseñanza y su deseo de compartir lo que ha aprendido lo convierten en un auténtico embajador del vino español.
Proyectos futuros y el vino en tiempos de crisis
Con una dotación económica de €15,000 asociada a su premio, Ruffoni planea no solo invertir en su formación, sino también explorar la creación de un proyecto gastronómico con su amigo Luis Alcázar. Aún más interesante es su reflexión sobre los cambios que enfrenta el mundo del vino. Los efectos del cambio climático y la transformación del mercado han generado preocupaciones, pero también oportunidades en el sector del vino español.
«La industria está evolucionando; es un momento fascinante. La necesidad de adaptarse a las nuevas demandas está llevando a muchos a redibujar sus ofertas», reflexiona. Mientras escucho esto, no puedo evitar pensar en cómo este mismo principio puede aplicarse a nuestras vidas. A veces, las crisis pueden ser puertas que, al abrirse, conducen a nuevas oportunidades.
La actualidad del vino español
Ruffoni también observa que los consumidores buscan ahora un vino de calidad superior en detrimento del vino tinto fuerte, lo que refleja un cambio en la cultura del vino en general. Definitivamente, estamos en un momento en que lo local y lo único están llamando más la atención.
Recientemente, recomendó un vino blanco de la Manchuela Conquense, un hallazgo que a mí me dejó intrigado: el Ponce Blanco 2023. Si alguna vez piensas «¿qué vino puedo probar?», quizás comenzar con este pueda ser un buen punto de partida.
Consejo de oro para aspirantes a sumiller
Para aquellos que sueñan con convertirse en sumilleres, Alberto ofrece un consejo que no se puede flitear: «Estudia mucho, viaja y prueba todo lo posible, bebiendo con moderación». Las palabras que pronuncia resuenan: la humildad, la curiosidad y la pasión por el vino van de la mano. Al final, el vino es un medio de conexión y descubrimiento.
Conclusión: el viaje del vino es interminable
La historia de Alberto Ruffoni es una mezcla de humildad, pasión y descubrimiento. Desde olvidar su nombre en una etiqueta hasta convertirse en el Spanish Wine Master a nivel internacional, su trayectoria es el vivo reflejo de una vida dedicada a explorar, aprender y, sobre todo, disfrutar de la vida a través del vino.
Como buen catador, la vida es un continuo ejercicio de cata a ciegas: se acierta, se falla y, sobre todo, se aprende. Así que, mientras te sirves un vino esta noche, recuerda que cada copa puede llevarte a un nuevo descubrimiento. ¿Por qué no compartir ese vino con alguien especial y brindar por lo que está por venir? ¡Salud!