La historia urbana se ha visto marcada por cómo se utilizan los espacios en nuestras ciudades. Muchos de nosotros recordamos cuando era común que ciertos lugares estuvieran reservados únicamente para ciertos grupos, mientras que otros quedaban en el olvido. Pero, oh, la vida nos sorprende. Hoy hablaremos de la transformación urbanística de clubes deportivos, centrándonos en el Club Mirabueno y el Real Círculo de la Amistad en Santa Clara. Prepárate para un viaje lleno de datos interesantes, risas y algún que otro momento de reflexión.
El Club Mirabueno: de instalaciones privadas a espacio público
Cuando en 2016 la Corporación Empresarial Unex, parte del Grupo Puma, se hizo con El Club Mirabueno, poco pensaban algunos que este lugar, reservado durante años para los empleados de una cementera, iba a volverse un espacio deportivo abierto a todo el público. Para aquellos que como yo pueden recordar cómo funcionaban algunas comunidades, es como si de pronto abrieran las puertas de un club exclusivo y te dijeran: “¡Ven, aquí tienes un cóctel y una pista de tenis!”
Este club, que lleva activo desde 1971, pasó de ser un recinto limitado a socios y empleados a ser un punto de encuentro donde las familias pueden disfrutar del deporte y la sociabilidad. Pero vamos al grano: ¿cómo se logró este cambio monumental?
La historieta del plan urbanístico
La historia comienza en los setenta, cuando las instalaciones del club fueron construidas sobre suelo no urbanizable. La vida tiene una forma peculiar de manejar las cosas, y en 2001 se reconoció la existencia de este club en un plan general de ordenación urbana (PGOU) que lo colocó en un limbo legal. Y eso no fue todo; en 2017, la instalación sufrió una expropiación forzosa para un tramo de la Ronda Norte. Más drama que en una telenovela, ¿verdad?
Desde 2021, Unex ha presionado para innovar ese PGOU y lograr que su suelo pase de ser no urbanizable a urbano. Lo que ha motivado esta transformación son tres objetivos claros: adecuar las instalaciones a la realidad actual, establecer una conexión directa con el anillo verde de la ciudad y, por supuesto, facilitar el acceso a la Ronda Norte.
Un cambio que beneficia a todos
Todo esto tiene un precio, claro, y en este caso se traduce en unos 924.000 euros destinados a la urbanización. La buena noticia es que esto no solo beneficiará a los socios anteriores, sino que brindará espacio público para la comunidad: espacios libres, equipamientos deportivos al aire libre y hasta aparcamientos. Que, seamos honestos, siempre son necesarios. ¿Qué sería de nosotros sin un lugar donde aparcar nuestro coche tras horas de actividad física?
Las autoridades esperan que el proyecto obtenga la aprobación definitiva en el último trimestre de 2025, aunque, para ser realistas, sabemos que en la burocracia los plazos son más flexibles que esa membresía de gimnasio que nunca usaste.
Un nuevo comienzo en el Real Círculo de la Amistad en Santa Clara
Pasando a otro sector del juego, el Real Círculo de la Amistad en Santa Clara también se encuentra bajo un interesante proceso de urbanización. Situado en el kilómetro 4 de la carretera del Aeropuerto, este club tiene anticipadas mejoras significativas tras varios años de obstáculos.
Un espacio para la comunidad
Con una parcela de 46.500 metros cuadrados, el nuevo proyecto está destinado a realizar un cambio que podría transformar el uso del espacio en la comunidad. ¿Te imaginas cómo sería poder disfrutar de un rincón verde en medio de la urbanización? 38.000 metros cuadrados están reservados para instalaciones que ofrecerán un espacio moderno y acogedor para la actividad física y el bienestar.
La inversión, aunque no revelada, promete construir una piscina cubierta, un gimnasio y nuevas pistas de pádel. ¡Casi siento la necesidad de correr a cambiarme para un partido de pádel, aunque soy más de la categoría de “observador entusiasta”! Pero este tipo de proyectos, a menudo, son el comienzo de algo más grande: la posibilidad de formar nuevas comunidades basadas en intereses comunes y la actividad física.
La importancia de la inclusión en espacios deportivos
Tanto el Club Mirabueno como el Real Círculo de la Amistad nos ofrecen una lección importante sobre la inclusión en el deporte y el ocio. En vez de ser lugares exclusivos, se están convirtiendo en sitios abiertos para que todos los ciudadanos puedan disfrutar. Esto no es solo un win-win para las empresas que los administran, sino para el bienestar de la comunidad.
La pregunta que podría surgir en este punto es: ¿Cómo puede una comunidad beneficiarse del acceso a estos espacios? La respuesta es simple: el bienestar físico y mental. Sabemos que dedicar tiempo al deporte, compartir espacios y hacer nuevas conexiones es crucial para nuestra salud mental. ¿Alguien más aquí ha sentido que su día mejora sólo con una caminata al aire libre?
El impacto positivo de la urbanización deportiva
Hablemos de la alegría que estos espacios podrían traer: convivencia, salud y diversión. Imagino en el futuro, abriendo las puertas de un nuevo centro deportivo y respirando el aire fresco, con niños jugando, personas haciendo ejercicios al aire libre y amigos tomando un café en el restaurante del club mientras comentan el partido del fin de semana. ¿Te suena bien?
Además, al ser esto espacios que promueven la actividad física y la socialización, están directamente relacionados con la disminución de problemas de salud, el fomento de la vida comunitaria y la creación de un sentido de pertenencia. Y seamos sinceros, en estos tiempos de redes sociales y aislamiento, encontrar un lugar donde podamos reunirnos de forma presencial es realmente lo que necesitamos.
El fenómeno del «spatial awareness»
Es curioso cómo un espacio puede cambiar nuestras percepciones. A menudo, escuchamos sobre el concepto de “spatial awareness,” que se refiere a cómo percibimos y utilizamos el espacio a nuestro alrededor. En un entorno urbano donde las instalaciones deportivas eran exclusivas, la falta de acceso podría haber generado un sentimiento de desconexión entre los diferentes grupos sociales. Pero ahora, con estos cambios, estamos en el camino de fomentar una conciencia espacial positiva.
Tal vez el Club Mirabueno se convierta en el lugar donde historias de amistades florezcan, donde los niños aprendan el valor del trabajo en equipo y donde adultos estresados puedan encontrar un respiro de paz en medio del caos moderno.
Las expectativas a futuro: ¿qué podemos esperar?
El horizonte de estos proyectos es emocionante y plantea muchas preguntas. ¿Cómo se verá la comunidad en 10 años? ¿Habrá nuevos clubes deportivos en otras parte? ¿Y tú, dónde te ves en todo esto? Quizás entrenando en un torneo (y ganando, por supuesto), o simplemente disfrutando de un picnic en ese espacio verde mejorado.
Al final, lo importante es que estos clubes no solo son edificios: son legados que impactan en nuestra calidad de vida y bienestar social. La evolución de tu ciudad y tus espacios personales se entrelazan como un baile constante, donde cada paso que se da en la dirección correcta tiene el poder de revivir un espacio que antes estaba destinado solo a unos pocos.
Así que la próxima vez que veas a un niño corriendo en un parque o escuches risas en un gimnasio, recuerda que esos momentos son posibles gracias a la visión y esfuerzo de aquellas corporaciones e instituciones que decidieron abrir sus puertas a todos. ¿No te parece que estas iniciativas son el verdadero espíritu del deporte y la comunidad?
Esto es solo el comienzo y, al igual que en un buen partido de fútbol, las sorpresas están a la vuelta de la esquina. Mantente atento a los cambios en tu área, porque tal vez el próximo club que transforme su espacio sea el tuyo. ¡Y quién sabe! Quizás acabes siendo el campeón local del pádel, mientras disfrutas de una comunidad unida, fuerte y feliz. ¡Estemos siempre listos para esa nueva conexión!