A estas alturas, la situación del inglés en España es un tema que bien podría dar pie a una novela de suspense. Resulta que solo el 15% de la población se siente competente al hablar inglés, a pesar de que ¡el 99% ha pasado por alguna clase de este idioma! Si esto no es una contradicción, ya no sé qué más puede serlo. O, como diría mi abuela: “en ocasiones veo luces, pero no veo a los angloparlantes”. Esta es, sin duda, una cuestión de urgente reflexión para nosotros, los hispanohablantes.

¿Por qué no aprendemos inglés como deberíamos?

Si eres como yo, uno de esos estudiantes que pasó más tiempo sacando caras raras al intentar comprender la gramática que disfrutando de las clases, quizás te sientas identificado. Además de las acentuaciones ridículas y los tiempos verbales que parecen sacados de una obra de ciencia ficción, existe un problema subyacente que hemos ignorado durante décadas.

Según el profesor y YouTuber Fran Monaj, que se dedica a «salvar el inglés» (¡frase que ya me ha hecho pensar que podría cambiar mi nombre a «salvador de las clases aburridas»!), la mentalidad con la que nos dirigimos al aprendizaje de este idioma es errónea. Desde pequeños, no nos enseñan a ver el inglés como una herramienta útil que puede cambiar nuestras vidas, sino más bien como un obstáculo a superar.

¿Te suena familiar? Te apuesto a que recuerdas las clases de inglés donde lo más emocionante era el recreo.

Monaj sugiere que debemos empezar a percibir el inglés como un valioso activo en nuestro currículo; un medio para abrir puertas que de otro modo permanecerían cerradas. Si piensas en ello, ¿cuántas veces te has sentido limitado por no poder comunicarte en inglés en una entrevista de trabajo o al hacer un viaje? Estoy seguro de que mi experiencia de quedarme mudo frente a un agente de aduanas en Londres es un buen persuasor.

La ineptitud de los métodos de aprendizaje en España

Por otro lado, la manera en que nos enseñan inglés en muchas escuelas es, simplemente, un desastre. Fran no se guarda nada y señala que muchos maestros enseñan a través de libros de gramática obsoletos y lecciones llenas de teoría. Entiendo, porque hay que admitirlo, que los libros de texto tienen su lugar… pero hay tanto de «no sé qué estoy haciendo aquí» en ese enfoque.

La idea de que aprender inglés es difícil se inculca en nosotros desde pequeños, y eso está en el fondo de nuestro fracaso. “¿Pero cómo puede ser que un idioma divertido se vuelva complicado?”, se pregunta Monaj. Así es, y yo diría que esa percepción es más una construcción social que una realidad. Cuando estuve en la universidad, uno de mis amigos decía que aprender inglés sería más fácil si las clases incluyeran actividades que se parezcan más al mundo real.

Algo parecido sucedió con mis compañeros cuando decidimos ver películas en VO con subtítulos. De repente, el idioma pasó de ser un monstruo aterrador a una experiencia divertida. ¿No deberíamos incluir más «películas entre amigos» en nuestro currículo?

Errores en el aula: la responsabilidad de los profesores

Monaj también enfatiza un punto crucial: la responsabilidad de los profesores. Me pregunto, ¿cuántas veces has escuchado un profesor decir «No importa, así lo digo yo y tú lo copias»? En realidad, es nuestra responsabilidad aprender de nuestros errores y mejorar. Pero, cuando los maestros no corrigen (o peor, no se dan cuenta de los errores), entonces estamos condenados a repetir las mismas fallas.

Por ejemplo, en mi época de estudiante, un profesor me dijo que si confundía «I like it» con «I liket», simplemente me equivocaba con las letras. Las palabras deben sumergirse en nuestra memoria. Si multiplicas errores y no recibes correcciones, ¿cómo se espera que mejoremos?

Creando un ambiente de aprendizaje en casa

Cuando miramos hacia el futuro y nos planteamos cómo enseñar inglés eficazmente, tenemos que preguntarnos: ¿realmente estás haciendo lo necesario en casa? Fran Monaj sugiere que los padres pongan a sus hijos a consumir contenido en inglés desde pequeños. Así, cuando se den cuenta, estarán hablando inglés sin dudar ni un momento.

Lo que yo hice fue poner a mis sobrinos a ver ‘Peppa Pig’ al principio, y ahora veo cómo saben más inglés que yo. Aunque aveces sugiero ‘SpongeBob’ para que aprendan a manejar la burla en el idioma. Desde entonces, veo la importancia de involucrar a los más jóvenes en el idioma desde un comienzo.

Recuerda, debes hacerles sentir que no hay alternativa al inglés. Un truco infalible es evitar que los niños se enteren de que existen dibujos animados en español. Es una técnica que me hizo dudar de mi propia existencia. Pero es verdad: si ellos no saben que pueden ver las cosas en su idioma, simplemente lo asimilan como parte de su día a día.

La técnica enfermera: pensamiento en frases completas

La clave de todo este proceso está en pensar en frases completas. Esta es la técnica que aunque quizás no sepas, suena como si fueras una enfermera tomando notas «vitaminas C y D a la fuerza». Cuanto más fluido seas al pensar en inglés, más fácil será comunicarte correctamente. Y me pregunto, ¿hay algo más liberador que poder expresar lo que sientes sin detenerte a buscar las palabras?

Cuando leí esa afirmación de Monaj, me hizo recordar mis momentos en el teatro. Esa práctica constante, esos diálogos de las obras de Shakespeare que se repetían en mi cabeza, me hicieron darme cuenta de que el proceso de aprender un idioma es similar al de perfeccionar una actuación. ¿Podría actuar en inglés, y, a su vez, hablarlo con fluidez?

La práctica hace al maestro

Además de pensar en frases completas, hay que inseparar la escritura de la práctica verbal. Monaj dice que leer libros puede incrementar rápidamente nuestro fluido. Sí, finalmente decidí comenzar a leer en inglés. Después de varios meses difícilmente reconociendo las palabras, ahora me siento como Harry Potter en un mundo lleno de hechizos. Pero cada uno de nosotros, el desafío siempre radica en encontrar su camino y sumergirse.

En resumen, el aprendizaje de inglés no solo ocurre en el aula. Somos responsables de buscar oportunidades fuera de estas paredes, ya sea a través de la lectura, el cine o, si nos atrevemos, ¡hablar con nativos! O, quién sabe, atrevernos a volar a ese país en el que parece que todos hablan «inglés como lengua materna».

El futuro del inglés en España: un camino lleno de esperanza

Así que, volviendo a la bochornosa realidad de esas estadísticas, me llena de esperanza saber que, a medida que los métodos de enseñanza cambian y nos adaptamos a nuevas técnicas, el futuro del aprendizaje del inglés en España puede ser brillante. Tal vez, en unos años, podamos encontrar un cambio radical en nuestras habilidades lingüísticas.

No me malinterpretes, aún me queda mucho por aprender. Sin embargo, creo que el cambio comienza desde adentro. El propósito de aprender inglés es no solo satisfacer a un jefe o los requerimientos de un puesto laboral, sino convertirnos en ciudadanos globales. En un mundo donde podemos viajar, conectar e interactuar con personas de diferentes culturas, el inglés puede no solo ser un poderoso recurso, sino también un puente hacia la comprensión y la empatía.

Durante este camino, y aunque a veces todos amenazamos con volvernos locos tratando de entender cómo pronunciar “th”, nunca olvidemos que está bien errar. Al final del día, el objetivo es comunicarse. Y, quién sabe, tal vez un día podamos sentarnos, oír una conversación y participar en ella, sin sentir que necesitamos una brújula para navegar por el mar del idioma.

Así que, ¿estás listo para sumergirte en el viaje del inglés? Recuerda, al final, aprender un idioma no es más que abrir un nuevo capítulo en tu vida. ¡Hagámoslo juntos!