Inevitablemente al escuchar Vigo, nos invade un sentimiento de dulces recuerdos de la película «Los Goonies», los mariscos y nuestra inseparable taza de café. Sin embargo, hoy, no os hablo del amatón, del pulpo o de las zamburiñas, pero sí de algo tan espeluznante y desagradable como un pulpo sobrecocido.

Un amanecer en Vigo… son las 9 de la mañana del sábado… un aroma a gasolina perfora el aire salino de este rincón gallego. Imposible de ocultar, diría yo, un tanto como el fuerte sabor amargo que deja la cerveza que perteneció al presunto perpetrador, B.R.R. Agazapado, este vecino de Gondomar (¡justo al lado de mi Casa Rural favorita!) rociaba a su expareja con gasolina y le prendía fuego, en un acto de violencia de género tan salvaje como increíblemente cobardemente. Violencia machista. Aquí, en Vigo.

Aunque podamos sorprendernos, diría, amigos, que tal vez no deberíamos. La violencia de género nos asalta a diario de formas tan inusuales como esta. Murmullo en los bares, en las redes sociales, a pie de calle; en ocasiones, directamente en nuestros hogares. Tristemente, ¿no os parece que esta es una historia repetida uno, dos, mil veces? Esa joven, esa víctima, podría ser tu hermana, tu amiga, tu vecina. Podríamos ser tú o yo, tristemente.

En lo que va de año, han caído 35 mujeres a manos de sus parejas o ex parejas. Sí, has leído bien, 35 mujeres. Y desde que comenzó el registro oficial en 2003, la cifra asciende escalofriantemente a 1.279. Cada número es una vida, una historia truncada, un corazón roto. Un doloroso recordatorio del largo camino que nos queda por recorrer en la lucha contra la violencia de género.

La cifra causa incomodidad, ¿verdad? Como debería ser. Porque las historias detrás de esos números son tan reales como el aire que respiramos. Cada mujer quemada, golpeada, ultrajada, merece ser recordada, se merece justicia. Por eso estás leyendo esto, ¿verdad? Porque te importa, porque sabes que deberías importarte.

Volviendo a nuestro indeseable protagonista, B.R.R. también tiene antecedentes policiales por tenencia ilícita de armas. Desafortunadamente, no es su primer encuentro con la justicia. En 2010, la Guardia Civil investigó la muerte de una joven, otra mujer, al parecer por un disparo en su casa de Gondomar. Y el principal sospechoso fué él, el entonces novio B.R.R. Y aquí estamos, una década después. Y parece que el novio no sólo es el mismo, sino que también lo son sus macabras tendencias.

Si te encuentras en una situación de violencia de género, o conoces a alguien que lo está, es crucial que sepas que hay ayuda disponible. El teléfono 016 es un recurso invalorable, proporcionando asistencia las 24 horas del día, todos los días del año y en 53 (!) idiomas diferentes. Maravilloso, ¿verdad? Además, no aparece registrado en la factura telefónica, aunque hay que recordar borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo [email protected]. Y no podemos olvidar la aplicación ALERTCOPS, que te permitirá enviar una señal de alerta a la policía con geolocalización.

La violencia de género es injustificable a todos los niveles. Como sociedad, debemos dejar de permitir esta intolerable lacra social. Hagamos de nuestros hogares, barrios y ciudades lugares seguros para todos. Porque, amigos: Vigo, Galicia, España, el mundo entero merece algo mejor. merecen #NiUnaMenos