El 29 de octubre de 2023, muchas personas en Catarroja, un municipio de la provincia de Valencia, sufrieron las consecuencias de un desastre natural que, a todas luces, podría haberse evitado. Resulta que, en un momento en el que el agua decidió hacer su propio festival, las notificaciones sobre el peligro latente no fueron lo suficientemente claras ni oportunas. Si alguna vez has intentado preparar un café en una mañana caótica (y la leche se ha volcado, porque, ¿quién no ha estado ahí?), sabes lo que es la falta de comunicación clara. Pero esto es mucho más grave. Vamos a sumergirnos en los detalles de lo que sucedió, por qué fue tan crítico y, sobre todo, qué podemos aprender de esta desdichada situación.
Un SMS que llegó demasiado tarde: la hora del desastre
La jueza de Instrucción 3 de Catarroja ha hecho un llamado a la Generalitat para comunicar quién tomó la decisión de enviar un SMS de alerta a la población. La comunicación llegó a los teléfonos móviles a las 20:11, cuando el peligro ya era inminente y muchas víctimas se encontraban en riesgo. Mientras tanto, las aguas del barranco del Poyo superaban cotas peligrosas. Es como intentar apagar un incendio con un vaso de agua: puede que llegue, pero ¿será suficiente?
La frustración resulta palpable. Como alguien que ha recibido un mensaje de «¡estás despedido!» cinco minutos antes de una reunión importante, es difícil no preguntarse: ¿qué estaban pensando? En este caso, la magistrada exige claridad sobre la comunicación de riesgos y la evolución de las circunstancias meteorológicas. Las afectaciones se agudizaron, y las autoridades, según testimonios de víctimas, no lograron gestionar adecuadamente la crisis.
Historias de quienes quedaron atrapados
Hablemos de la empatía por un momento. Muchos de los afectados eran personas de la tercera edad, muchas de las cuales se hallaban en la planta baja de sus domicilios. Imagina estar en tu casa, viendo tus programas favoritos, y cuando decides salir a ver qué ocurre, el agua ya te ha ganado la partida. Algunos intentaron sacar sus vehículos de los garajes, pero el agua subió en breves minutos, dejando a muchos atrapados.
Es aquí donde entra en juego la falta de conocimiento del riesgo. La jueza ha mencionado un «desconocimiento por las víctimas de la situación de altísimo riesgo». No importa cuán fuerte seas; frente a un desbordamiento, todos quedamos pequeños. ¿Es suficiente con enviar un SMS y esperar que la gente actúe intuitivamente? La respuesta es no.
La importancia de la preparación: lecciones de la Universidad Politécnica
La jueza ha citado a declarar a un investigador de la Universidad Politécnica de Valencia. En una ocasión, un profesor mío solía decirme, «prepararte para el peor escenario es lo que te salva en el peor de los casos». Y tiene razón. Se están buscando estudios cartográficos que muestren el impacto del desbordamiento, algo que claramente no estaba en la mente de los responsables de Emergencias en el momento. Porque, seamos sinceros, si no sabemos hasta dónde puede llegar el agua, difícilmente podemos saber a quién debemos enviar un mensaje de ayuda.
Particularmente en zonas vulnerables, la educación sobre desastres naturales debería ser parte de la vida cotidiana. La gente no debe tener que esperar un SMS, que ya sabemos llegó demasiado tarde, para entender la gravedad de una situación. Así que aquí va una pregunta retórica para ti: ¿cuántas veces has dado la mano a un amigo en crisis, solo para darte cuenta de que, tal vez, su mente estaba en otro lugar?
¿Qué medidas se tomaron y cuáles se dejaron de lado?
El auto judicial también ha solicitado información sobre las comunicaciones hechas por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Pero aquí viene lo interesante: hay un intervalo de tiempo sin mensajes relevantes sobre el caudal del barranco del Poyo entre las 16:13 y 18:42. Esto es crítico, ya que se informó que el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) funcionaba correctamente y transmitía datos cada cinco minutos. ¿Realmente estaba funcionando o simplemente era un mito?
La jueza, con toda la razón, exige la integridad de los datos existentes en ese intervalo. Esto nos lleva a la pregunta de la comunicación visual en crisis. Muchas veces, un gráfico simple que muestre la evolución de la situación puede hablar más fuerte que mil palabras. Seamos claros, aquí necesitamos acción, no solo palabras. ¿Acaso no sería mejor asignar recursos para visualizar datos en tiempo real en vez de depender solo de SMS?
Repercusiones legales y la lucha por la justicia
Más de un centenar de afectados por la DANA (depresión aislada en niveles altos) han decidido tomar acciones legales. Y poco a poco se van conformando las acusaciones contra cinco miembros del Consell y contra la CHJ. Mientras tanto, los conflictos legales continúan y se embarcan en un camino que puede ser tan accidentado como el desbordamiento que vivieron.
A menudo, la gente se siente impotente ante situaciones como estas. Pero seamos honestos: la justicia tiene su propio ritmo. A veces, resulta tan frustrante como esperar que tu pan tostado se haga en una tostadora que parece tener vida propia. Pero el eco de la lucha por la justicia es un paso necesario hacia el cambio, y el proceso legal podría obligar a las autoridades a reflexionar sobre sus protocolos de prevención y comunicación.
¿Un futuro más seguro?
Al final del día, el objetivo es claro: queremos que las cosas mejoren. Debemos aprender a evitar que situaciones similares se repitan. Las decisiones que se tomen ahora marcarán la diferencia para el futuro, no solo para Catarroja sino para otros pueblos que también enfrentan riesgos similares.
En la era digital, no es suficiente con tener tecnología; debe utilizarse correctamente. El uso de notificaciones, sistemas de alerta y medios digitales es crucial, pero también lo es la preparación comunitaria. Imagínate si cada comunidad tuviera encuentros regulares para aprender sobre cómo comportarse ante desastres naturales. No solo se trataría de repartir folletos, sino de crear un vínculo real que fortalezca a las comunidades ante la adversidad.
Reflexiones finales
La tragedia del 29 de octubre en Catarroja nos deja reflexionando sobre lo que significa realmente la seguridad y cómo la falta de comunicación puede tener un efecto devastador. Nos obliga a cuestionar los sistemas en lugar de asumir que están funcionando como deberían. Puede que para algunos sea fácil hablar de la necesidad de reformas y estrategias, pero la realidad es que quienes enfrentan el desamparo merecen respuestas claras y eficaces.
Así que, mientras seguimos analizando los hechos, recordemos que la humanidad debe persistir. Espero que, en el futuro, aprendamos a escuchar más atentamente, comunicar mejor y, en última instancia, protegernos unos a otros. Al final, cada vida cuenta, y lo que ponemos en práctica hoy podría salvar vidas mañana.
Ahora, ¿estás listo para unirte a esta conversación? ¿Qué piensas sobre la respuesta a desastres y la comunicación entre autoridades y ciudadanos? Comparte tus pensamientos y aprendamos juntos.