La situación en Haití parece sacada de una película de acción, pero en lugar de héroes y villanos, tenemos un complicado entramado de política, violencia y desilusión social. En este contexto, el reciente despido del primer ministro Garry Conille por parte del Consejo Presidencial de Transición (CPT) ha encendido aún más las alarmas en un país que ya es un verdadero polvorín. ¿Qué significa esto para el futuro de Haití? ¿Estamos viendo el comienzo de un nuevo capítulo de caos, o hay alguna esperanza en el horizonte?

Acompáñame a explorar este enredo político, donde las balas no solo suenan en las calles, sino también en las decisiones gubernamentales.

Contexto: Una tormenta que lleva tiempo en formación

Primero, intentemos poner en perspectiva lo que está sucediendo en Haití. Durante años, el país ha sido víctima de una mala gobernanza, crisis económica y, más trágicamente, la violencia de pandillas que ahora controlan vastas áreas de la capital, Puerto Príncipe. La llegada de Garry Conille al cargo en mayo fue vista por muchos como un intento de establecer un orden en medio del caos. Pero, ¿a quién le gusta seguir un guion predecible?

Imaginen que son Conille, intentando arreglar un vehículo que ya pasó varias revisiones de calidad y que, aún así, sigue soltando humo negro. En este caso, el humo viene en forma de conflictos políticos, acusaciones de corrupción y un consejo que no parece estar de acuerdo en nada. Y para colmo, ahora tenemos a la mítica figura del crimen organizado: Jimmy Chérizier, alias Barbecue, haciendo amenazas públicas.

Como espectador de esta saga caótica, no puedo evitar sentir una mezcla de incredulidad y tristeza. Conille, que había intentado buscar asistencia internacional, ahora se enfrenta a lo que muchos consideran un golpe de estado encubierto por parte del CPT. Pero, al final del día, ¿quién tiene la culpa de que este guion se haya vuelto tan trágico?

Los detalles de la destitución de Conille

La destitución de Conille fue anunciada a través de una orden ejecutiva que se filtró antes de su publicación oficial. Curiosamente, solo 8 de los 9 miembros del CPT firmaron la resolución. El único que se negó fue Edgard Leblanc Fils, exsenador y exlíder del consejo, que debe haber estado pensando en “una de esas típicas series de Netflix” donde nadie se pone de acuerdo. ¿Te imaginas cómo podría haber sido la reunión?

“¡Conille, fuera!»,»escribieron 8 miembros del CPT en una nota. Pero la pregunta es: ¿realmente creían que eso solucionaría los problemas del país? Conille cuestionó la legalidad del proceso, diciendo que, según la Constitución, solo el Parlamento tiene el poder de destituir a un primer ministro. ¿No es irónico que aquellos que deberían estar estabilizando el país estén contribuyendo a su caída?

La reacción de las pandillas y su impacto

No pasó mucho tiempo antes de que las pandillas, ya arraigadas en el país, reaccionaran al cambio en la dirección del gobierno. Jimmy Chérizier, el infame líder de la coalición de pandillas conocida como Viv Ansanm, declaró que «la batalla empezará de nuevo». En ese momento, mi mente se llenó de imágenes de Dallas en la televisión de los años 80, el drama y la lucha por el poder llevados al extremo. ¿Realmente hemos evolucionado tanto desde entonces?

Los barrios de Puerto Príncipe han sido tomados por el miedo y la incertidumbre. La violencia ha alcanzado niveles alarmantes, desplazando a miles de personas y dejando a muchos más en una situación de inseguridad alimentaria crítica. En el transcurso de 2024, la ONU informa que cerca de 4,900 personas han muerto y unos 700,000 han sido desplazadas. Estos números son más que estadísticas; son familias, amigos, hijas y padres, que aún a día de hoy no saben qué les depara el mañana.

Mientras los disparos resuenan en las calles y las escuelas se ven forzadas a cerrar, nos preguntamos: ¿cuánto tiempo más puede soportar el pueblo haitiano esta locura?

El nuevo primer ministro: ¿un cambio de dirección?

Alix Didier Fils-Aime fue nombrado como el nuevo primer ministro, y les diré que, bajo circunstancias normales, esto sería una razón para celebrar. Pero, seamos honestos, ¿qué tan “normal” es la situación en Haití? Fils-Aime es conocido por ser hijo de un destacado activista haitiano que sufrió prisión durante el régimen más oscuro del país. Puede que tenga buenas intenciones, pero el pueblo haitiano ha visto demasiados cambios de figuras en el gobierno que no han llevado a nada. ¿Estamos asistiendo a un cambio genuino o solo a otra reestructuración del mismo viejo problema?

Los sectores políticos y sociales que han respaldado a Conille se enfrentan ahora a un dilema profundo. Si Fils-Aime llega a ser un rey sin corona, entonces el ciclo de violencia y malestar podría continuar, y eso sería un fracaso monumental.

La espera de la ayuda internacional

Una de las promesas fundamentales cuando Conille asumió el cargo fue el respaldo de la ayuda internacional para estabilizar el país. Sin embargo, esa ayuda ha sido más bien como ese amigo que promete que te va a ayudar a mudarte, pero nunca aparece. La situación es tan crítica que la ONU ha solicitado más fondos y soluciones duraderas para enfrentar la inseguridad alimentaria y la violencia.

Se planean nuevas intervenciones internacionales, pero a medida que el tiempo avanza, muchos se preguntan: ¿hasta cuándo el pueblo haitiano deberá esperar? Este sería un planteamiento interesante para una serie de televisión, pero en la vida real, cada día es una lucha por la supervivencia.

Conclusión: ¿Qué futuro espera a Haití?

Conille ha dejado caer un guante en una dura batalla política, mientras Barbecue se prepara para lo que él asegura, es su momento para «tomar el destino» del país. La inestabilidad en Haití se siente como un mal sueño del que nadie puede despertar y, si no hay soluciones inmediatas, las consecuencias podrían ser catastróficas.

Así que, amici del mundo, mantengamos un ojo en esta situación. La historia de Haití está llena de giros inesperados, y si hay algo que hemos aprendido, es que no hay nada predecible en el corazón de la inestabilidad. ¿Podrá algún día Haití encontrar la paz y la estabilidad? Esa pregunta es la que sigue resonando, tanto en las organizaciones internacionales como en los corazones de cada haitiano que sueña con un futuro mejor.

Recordemos que, al final del día, más allá de los números y las figuras políticas, están las personas. ¿No es ese el verdadero cambio que todos deseamos?