La temporada de premios de cine es como ese ritual anual que todos esperamos con ansias, un momento en el que los amantes del séptimo arte se colocan sus mejores galas (o su pijama favorito, ¿quién no ama la comodidad en casa?) para ver quién se lleva las estatuillas doradas. Este 2024 se perfila como un año particularmente interesante, ya que las películas en competencia son tan variadas que nadie parece estar de acuerdo sobre qué es realmente premiable. ¿Te suena familiar? Es un poco como cuando intentas elegir qué ver en Netflix: tantas opciones y nunca estás seguro de si estás preparado para el drama de una película de tres horas o la risa de una comedia romántica más predecible que tu almuerzo en una oficina.
A medida que nos adentramos en esta temporada, es esencial tener en cuenta que el camino hacia los BAFTA, los Globos de Oro y, finalmente, los Oscar ya ha empezado a dejar pistas sobre lo que la industria realmente valora. Pero, ¿dónde se sitúa todo esto? Es como la alineación de planetas: en Cannes, comenzamos a vislumbrar quiénes podrían ser los favoritos. Ante todo, no hay que subestimar el impacto de los festivales de cine en esta carrera.
Cannes, el punto de partida
El Festival de Cannes es como el fuego de campamento que enciende la temporada. Este año, las películas Anora y Emilia Pérez surgieron como las primeras favoritas, igual que esa primera taza de café que lo inicia todo. Tal vez deberíamos considerarlo el espresso de las premiaciones. La crítica con ojos afilados ya está sopesando opciones, especialmente con proyectos que han cruzado los mares de la crítica, como Cónclave, que se alzó con galardones en la Mostra de Venecia junto a The Brutalist, un filme que, con un nombre como ese, no puede ser otra cosa que un golpe en la mesa de justicia cinematográfica.
¿Y cómo olvidar A Complete Unknown, el biopic de Bob Dylan dirigido por James Mangold? Puede que nos haga cantar «Like a Rolling Stone» en la ducha con toda la pasión desenfrenada de un fanático del rock.
Wicked, una nueva sorpresa en la taquilla
Sin embargo, en un giro inesperado, la adaptación de Jon M. Chu del popular musical Wicked ha comenzado a levantar el vuelo, colándose en el escenario con una fuerza que ha dejado boquiabiertos a muchos críticos. ¿Quién diría que una producción sobre la tierra de Oz podría convertirse en el frente por la mejor película? ¡Los cuentos de hadas nunca mueren! Además, el National Board of Review la ha designado como la mejor película del año, otorgándole a Chu el título de mejor director, y a las talentosas Cynthia Erivo y Ariana Grande también les han caído premios por su trabajo.
A veces, hay que aceptar que lo inesperado lanza una curva en nuestras predicciones. Recuerdo la primera vez que escuché Defying Gravity y pensé, “¿Cómo se ha vuelto esto una obra maestra en Broadway?” Ahora me doy cuenta de que, de alguna manera, esos momentos de sorpresa nos mantienen al borde del asiento y llenan el aire con emoción.
La competencia se intensifica: actores en la pelea
Pasando a las actuaciones, entre los triunfadores ya se encuentran Daniel Craig (¡sí, el mismo de James Bond!) por su papel en Queer, y Nicole Kidman, quien ha ganado elogios por su interpretación en Babygirl. Mientras tanto, no podemos pasar por alto el merecido reconocimiento a Kieran Culkin como mejor actor de reparto por A Real Pain. Es interesante ver el resurgimiento de actores que anteriormente podrían haber estado en la sombra, ¿no crees? A veces, la vida cinematográfica se asemeja a una partida de póker: nunca sabes cuándo recibirás una buena mano.
Hablando de manos, ¿te has dado cuenta de que muchos de estos premios son otorgados por jurados que, en ocasiones, parecen tener una perspectiva completamente diferente a la del público? Es como si los goles en el fútbol se contaran por la cantidad de pases errados que hizo el equipo contrario. Claro, hay películas que son aclamadas por la crítica y que el público a menudo abraza, pero también hay muchos casos en los que la desconexión es palpable. ¿Acaso hay otros criterios ocultos en juego? Es como si la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas usara un diccionario en otro idioma.
Premios Gotham y Independent Spirit Awards
Los Premios Gotham y los Independent Spirit Awards continúan dando de qué hablar. La variabilidad de los ganadores puede ser tan desconcertante como las elecciones de tu playlist en una fiesta. Este año, A Different Man, protagonizada por Sebastian Stan, se alzó como un contendiente sólido junto a Nickel Boys y Sing Sing, donde Colman Domingo está capturando la mira de los votantes. Hay que mencionar que la elección de los mejor nominados en estas categorías rara vez es predecible, lo cual levanta el misterio y el interés, algo vital para mantenernos en vilo.
Sin embargo, la elección de The Brutalist como mejor película en los Gothams discutible en comparación con su ausencia en los premios de mayor renombre podría ser un indicativo de lo frágil que puede ser esta industria. ¡Vaya dilema! Imagínate un día hablando con un amigo que a menudo lleva la contraria: es divertido, pero yendo un poco más lejos, puede ser agotador escuchar siempre otro punto de vista.
No podemos olvidar que la ausencia de películas como Rivales de Luca Guadagnino o Dune: Parte 2 en las nominaciones este año ha dejado a muchos con gran sorpresa. Es un poco como encontrarte en una reunión familiar y no ver a ese primo que siempre se lleva el centro de atención. Con ejemplos como estos, vale la pena preguntarse por qué ciertas películas parecen estar excluidas del discurso general.
Además, ha sido desconcertante ver a Civil War no ocupar una posición destacada, ya que muchos críticos la han aclamado como no solo una de las mejores del año, sino también una de las más relevantes. La ironía de que las elecciones acaecidas en noviembre parezcan reflejarse en la cultura cinematográfica es un fenómeno fascinante que merece nuestra atención.
Mirando hacia el futuro: nominaciones inminentes
Con la creciente expectativa previa a las nominaciones de, por ejemplo, los Globos de Oro, los Premios del Instituto de Cine Americano, y los Critics Choice, claro que el mundo del cine no está exento de sorpresas. ¿Acaso la cantidad de películas buenas que han salido recientemente se traduce en una mayor batalla a medida que nos acercamos a la gran noche? Tal vez sea suficiente para provocar un verdadero duelo de titanes en el escenario. La crítica puede estar viendo diferentes películas, pero al final del día, es la audiencia quien saldrá con las prevenciones de su visión.
Por último, vale la pena reflexionar sobre la desconexión que parece existir entre la crítica, la industria y el público. En un mundo que aboga cada vez más por la inclusión y el reconocimiento de voces diversas, ¿será el cine el último bastión de una cultura resistente al cambio? ¿O, por el contario, estará a punto de explotar en creatividad como lo ha hecho tantas veces antes?
A medida que nos adentramos en esta intrigante temporada, es fundamental recordar que, al final, las opiniones sobre el cine son tan variadas como las palomitas en una bolsa. Algunas son saladas, otras dulces, pero todas tienen su lugar y un propósito en el gran espectáculo que es el cine.
Al final, como amantes del cine, lo único que podemos hacer es mantener nuestras palomitas listas y disfrutar del espectáculo. La temporada de premios está a la vuelta de la esquina, y como cada año, prometemos no perdernos de una sola entrega. ¡Así que abróchate el cinturón y prepara tus expectativas, porque el espectáculo apenas comienza!