Suecia es conocido por sus políticas de igualdad de género y su enfoque progresista hacia el bienestar social. Pero, al igual que en una película de Hollywood con un giro inesperado, un fenómeno social ha comenzado a tomar forma: las ‘soft girls’. Estas jóvenes han decidido renunciar a sus carreras profesionales por una vida más tradicional, donde el papel de ‘novia/ama de casa’ se vuelve el nuevo estandarte de libertad personal. Pero, ¿qué significa esto realmente en un país que ha defendido la igualdad de género durante décadas? Acompáñame a explorar esta compleja realidad que ha dividido opiniones y ha generado debates acalorados, incluso en un país donde la igualdad parece estar a la orden del día.

La historia de Vilma Larsson: un ejemplo tangible

Tomemos como caso de estudio a Vilma Larsson, una joven sueca de 25 años que ha atraído la atención de los medios por sus decisiones de vida. Vilma fue entrevistada por la BBC y compartió su historia: mientras su novio trabaja en remoto en el sector financiero, ella ha optado por no solo renunciar a su carrera, sino también sumergirse en un estilo de vida que muchos considerarían anticuado. «Pasar el día en el gimnasio, disfrutar de un café o preparar la comida para él es mi nueva ‘carrera'», dice con total tranquilidad. Aquí es donde surge la primera pregunta: ¿es esto un testimonio de libertad o un retroceso social?

‘Soft girls’: un fenómeno en redes sociales

Las ‘soft girls’ no son un concepto nuevo, han sido parte de una microtendencia en redes sociales desde finales de la década de 2010, pero se habla especialmente de su auge en Suecia. Vilma utiliza hashtags como #hemmaflickvän y #hemmafru, que significan «novia» y «ama de casa» en sueco. ¿Acaso esta nueva ola de mujeres es un indicativo de que la emancipación está tomando un giro inesperado?

Investigaciones recientes, como las realizadas por Ungdomsbarometern, indican que el 14% de las niñas entre 7 y 14 años aspiran a vivir este tipo de vida. La encuesta nace en un contexto donde la figura femenina ha sido moldeada por décadas de políticas que impulsan la igualdad en el empleo. Sin embargo, ahora parece que hay una necesidad de reevaluar lo que significa ser mujer en este contexto. La verdad es que, en un mundo que constantemente nos empuja a ser ‘superwoman’, algunas jóvenes están eligiendo un camino menos convencional. Y eso, amigos, podría ser un refrescante soplo de aire en esta sociedad que a menudo adolece de un estrés casi interminable.

Las voces críticas: ¿un peligro para la igualdad de género?

No obstante, no todos están de acuerdo con esta tendencia. Gudrun Schyman, cofundadora del partido feminista sueco Feministiskt Initiativ, ha expresado su profundo descontento, señalando que esta tendencia es «muy peligrosa». Según ella, las nuevas generaciones que se sienten cómodas eligiendo esta vida de renuncias son la prueba de que ya no aprecian las luchas que las mujeres antes tuvieron que soportar. «Hemos luchado durante generaciones para alcanzar igualdad; este tipo de elecciones las pone en riesgo», sostiene Schyman.

Aquí es donde las dudas comienzan a surgir. Cuando Vilma menciona que no tiene problema en pedir más dinero a su novio, uno no puede evitar preguntarse: ¿es esto realmente empoderador o una forma sutil de dependencia que finalmente refuerza roles de género obsoletos?

Realidades ocultas: estrés y salud mental

Uno de los aspectos que no se puede ignorar es que la juventud sueca hoy enfrenta uno de los niveles más altos de estrés reportados en años. Más allá de las decisiones personales, este fenómeno puede ser un reflejo de un sistema que está comenzando a desgastarse. A medida que el ‘abandonar silenciosamente’ se convierte en un nuevo mantra, muchos jóvenes sienten que exagerar en el trabajo ya no vale la pena. Vivimos en una era donde valoramos la experiencia sobre el logro, ¿no es eso irónico en una generación que ha tenido acceso a tantas oportunidades?

Además, el estrés relacionado con el trabajo que enfrentan muchas mujeres en Suecia es notable. A pesar de que el país presenta un alto porcentaje de madres trabajadoras, todavía se espera que sean ellas quienes cargan con una mayor parte de las responsabilidades domésticas. Entonces, en lugar de avanzar hacia una mayor igualdad, ¿están estas jóvenes retrocediendo hacia decisiones que, si no se analizan con profundidad, pueden verse como un símbolo de resignación?

La elección de vivir de manera tradicional: ¿libertad o conformismo?

Denice Westerberg, portavoz nacional del ala juvenil del partido nacionalista populista de derecha Demócratas Suecos, ha defendido la decisión de las ‘soft girls’ al asegurar que «las niñas deberían poder decidir sobre sus propias vidas». Es un argumento contundente. Después de todo, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a alguien por querer vivir de manera tradicional si esa es realmente su elección? ¿Es este una celebración de la diversidad o una trampa encubierta que refuerza viejos estereotipos?

Póntelo de esta manera: ¿qué pasa si, tras todo el ruido, estas mujeres simplemente quieren tomarse un respiro? Recrearse en un mundo donde pueden elegir no ser la ‘mujer maravilla’ de la que hemos hablado tantas veces puede ser una opción válida, no importa cuán controversial sea. La cuestión más profunda es: ¿esta decisión debería ser considerada un símbolo de empoderamiento o un golpe a las luchas feministas?

Una tendencia con repercusiones económicas

Los economistas, como Shoka Åhrman, han comenzado a reconocer el posible impacto financiero de esta tendencia entre las jóvenes. «Puede que este fenómeno sirva como un llamado de atención tanto para los políticos como para las empresas sobre cuánto queda por hacer para abordar las desigualdades estructurales en Suecia», dijo Åhrman durante una reciente entrevista. ¿Podría ser este un catalizador para el cambio?

Más allá de la economía, esta tendencia refleja problemas de salud mental y agotamiento entre las jóvenes. En un mundo donde la salud mental es un tema crítico en las conversaciones contemporáneas, es hora de que también lo consideremos en el marco de las elecciones de vida que las mujeres están tomando. ¿Podría este fenómeno ser un grito desesperado en busca de un respiro en medio de la presión constante que enfrentan los jóvenes hoy en día?

Conclusiones: la encrucijada de una decisión

En un mundo en constante cambio, es crucial que tengamos la habilidad de cuestionar las tendencias que surgen, especialmente aquellas que parecen desafiar instintos profundamente arraigados. La historia de las ‘soft girls’ en Suecia no es simplemente un relato de jóvenes buscando comodidad en lo tradicional. También es un espejo que refleja las luchas, las expectativas y la presión que enfrentan las mujeres en la sociedad moderna.

Así que, la próxima vez que escuches sobre una ‘soft girl’ o una decisión similar, recuerda: puede que sea un paso atrás para algunos, pero para otros podría ser la elección de vivir una vida teniendo en cuenta su bienestar mental. La vida es sobre elecciones, y cada uno tiene el derecho de hacer la suya, ya sea en una oficina alzándose hacia la cima o en casa creando un espacio de amor y cuidado. ¿Cuál es tu perspectiva sobre esto? ¿Realmente podemos juzgar a las mujeres que eligen un camino diferente en búsqueda de su propio tipo de felicidad?