El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es un momento para reflexionar sobre los logros y retos que enfrentan las mujeres en diferentes ámbitos, y qué mejor manera de hacerlo que hablando sobre un hito significativo en el tenis femenino. La WTA (Asociación de Tenis Femenino) ha implementado una iniciativa que, aunque silenciosa, tiene un eco potente: la baja remunerada por maternidad. Pero, ¿qué implica esto realmente y por qué es un gran paso para el mundo del deporte? ¡Vamos a explorarlo!

Un cambio necesario en el circuito

A lo largo de los años, el deporte profesional ha estado marcado por la idea de que la maternalidad y la competición son incompatibles. Fue necesario un golpe fuerte, un grito silencioso, para que esta idea se desmantelara. La nueva capacidad de las jugadoras para recibir una remuneración durante hasta 12 meses tras ser madres es un cambio monumental. Antes, el desamparo que muchas tenistas sentían al tener que dejar su carrera era desolador. No es fácil dejar todo para criar a un niño y luego regresarse a un entorno competitivo donde el tiempo y la forma son vitales.

Anécdotas hay muchas: imagina a Victoria Azarenka, la bielorrusa que fue una de las primeras en abogar por este cambio. Durante su primer embarazo en 2016, no tuvo la opción de este apoyo y tuvo que trabajar duro para recuperar su posición en el ránking. Entre lágrimas y alaridos de frustración, regresó y tuvo que luchar casi un año para volver a estar en el top 100. Algo que pensé que sólo pasaba en las telenovelas, pero no, esto sucedía en la vida real y con una atleta de primer nivel.

Así que imaginemos juntos esos momentos: Azarenka, desplazada de su reino en el tenis, lanzándose a la aventura de ser madre y al mismo tiempo preguntándose si tendría un lugar en el circuito una vez más. ¡Y qué camino difícil fue! Pero gracias a su perseverancia y a la nueva regulación, ahora hay esperanza para futuras generaciones de tenistas.

Diferencias en el retorno al juego

Hemos visto grandes figuras como Serena Williams, quien, en 2017, ganó el Open de Australia mientras estaba embarazada. Pensando en esto, uno se pregunta: ¿cómo es posible recuperar no solo tu forma física, sino también tu estatus en el tenis tras ser madre? La historia ha sido cruel con muchas atletas, haciendo que su camino de regreso sea más espinoso que una pista de tenis mal mantenida.

Al igual que mi afición por la jardinería, en la que todo florece si se cuida bien, las tenistas necesitan un sistema que apoye su regreso. Después de dejar el circuito para ser madres, algunas tardaron demasiado tiempo en volver a su antigua gloria. La historia está llena de jugadoras que tuvieron que sacrificarse. Mientras tanto, ser madre y competidora eran dos mundos opuestos.

La cosa es que la nueva baja con remuneración no solo es un capricho; es un verdadero salvavidas. Proporciona una sensación de estabilidad, lo que puede resultar en un círculo virtuoso donde más jugadoras sientan que pueden hacer la transición sin temor a perder el tren que ya se ha puesto en marcha.

La lucha por el reconocimiento

En esta conversación, no podemos obviar la voz crítica de leyendas como Martina Navratilova y Chris Evert. Ambas han manifestado su preocupación sobre el patrocinio de la WTA por parte de Arabia Saudí, un país que ha sido blanco de numerosas críticas por sus políticas sobre derechos humanos, especialmente en relación a las mujeres. La pregunta es: ¿podemos aceptar ayuda de quienes tienen registros cuestionables en derechos humanos, a costa de promover un avance en el deporte?

Lo decir es que el agua está más turbia que el océano en un día de tormenta. La situación obliga a tomar decisiones difíciles: ¿es el apoyo financiero de Arabia Saudí un vehículo para el cambio, o una forma de ocultar problemas más profundos? Tanto tu como yo sabemos que este dilema no es sencillo. Pero al final, el enfoque debe centrarse en lo que realmente beneficia a las atletas y su desarrollo.

La actual revolución de las madres en el circuito

Vamos a lo que realmente cuenta: la revolución que estamos viendo en el circuito. Jugadoras como Caroline Wozniacki, Naomi Osaka y Elina Svitolina han logrado regresar al circuito después de ser madres. Esto se traduce en un mensaje claro: ¡las madres también pueden brillar en la cancha!

Ascensos y descensos: un juego de paciencia

Hablando de regresos, ¿sabías que las reglas para las madres en el tenis permiten que se protejan sus ránkings al volver? A través de un sistema que les permite jugar 12 torneos a lo largo de tres años con un ránking protegido, encuentran una vía de retorno. Pero, por supuesto, esta regulación tiene sus limitaciones. Es un triunfo, pero también un recordatorio de cuán lejos debemos llegar aún.

Los casos de retorno a la alta competencia son inspiradores, pero ¿cuántas siguen luchando con ansiedad y dudas después de las pausas en su carrera? La incomodidad de no saber cómo serán recibidas, las miradas y el juicio, son tareas pesadas que llevan en sus espaldas.

Las campeonas previas: el legado que se lleva en los genes

En una nota más optimista, hablemos de las campeonas previas que han dejado un legado potente. Nombres como Margaret Court, Evonne Goolagong y Kim Clijsters han tenido sus menciones en la historia del tenis como algunas de las pocas que han logrado ganar títulos de Grand Slam tras convertirse en madres. ¡Qué valientes!

La historia nos dice que las barreras se pueden romper, y el legado se transmite. Cuando piensas en la posibilidad de una nueva generación de tenistas, sin miedo a ser madres y a perder su lugar en el ranking, es casi como una comedia romántica: ¡con un final feliz!

Reflexiones finales: el camino hacia adelante

Así que, ¿dónde nos deja esto? Sin duda, en un punto crucial donde el apoyo a las mujeres en el deporte tiene una proyección brillante, pero también una sombra. Mientras celebramos la creación de la baja remunerada por maternidad, es vital reconocer los desafíos pendientes que enfrentan muchas atletas, y lo que eso significa para las futuras generaciones.

La adecuación de estas políticas es un paso valioso, pero no es el final del camino; es el comienzo de una larga carrera hacia un futuro donde las madres pueden ser campeonas, no solo en la cancha, sino también en sus hogares. La WTA y su colaboración con Arabia Saudí son una relevancia que mantiene al deporte en la conversación sobre equidad de género, derechos de los atletas y protección familiar.

Si bien siempre habrá matices y opiniones divergentes, este es un momento emocionante para el tenis femenino. Cada golpe, cada raquetazo, y cada mamá en el circuito es un recordatorio de que el cambio es posible y, sobre todo, necesario. ¿Acaso no es maravilloso poder decir que llegaremos a un tiempo donde ser madre y atleta se vea como la norma y no como una rareza?

Así que celebro cada día a esas grandes mujeres que, como tú, luchan por sus sueños. El camino puede ser empedrado, pero si te atreves a caminarlo, ¡seguro que llevarás la victoria en tu propio derecho! Y mientras sigamos escribiendo estas historias, los próximos capítulos de tenis femenino continuarán empujando los límites en formas que nunca imaginamos.