La tecnología avanza a pasos agigantados y, en el centro de este torbellino de innovación, encontramos a la inteligencia artificial (IA). Cada día me encuentro más y más gente compartiendo su experiencia con herramientas que, quizás hace unos años, habrían parecido sacadas de una novela de ciencia ficción. Y, honestamente, cada vez que escucho que la IA hará el trabajo por nosotros, me pregunto: ¿realmente necesitamos aprender a programar?

A medida que avanzo en este artículo, te invito a reflexionar sobre algunos puntos clave, anécdotas, y… ¡sí! un poco de humor sutil para trazar un mapa de este fascinante viaje hacia el futuro de la programación. Así que asegúrate de tener tu café a mano. Aquí vamos.

El dilema de Myron Aub: ¿sabemos sumar sin calculadora?

Primero, déjame compartir una pequeña anécdota personal. Recuerdo una vez que, en medio de una conversación sobre el futuro de la programación y la IA, un amigo levantó la mano y dijo: «¿Sabes? Yo aprendí a programar porque en mi época no había más remedio, ¡y ahora los chavales solo usan ChatGPT!” A lo que respondí entre risas: “¿Y tú te acuerdas de ‘El juego de la Oca’? ¡Con eso también se aprendía mucho sobre el destino!”

Este tipo de situaciones me hacen pensar en Myron Aub, un personaje ficticio de la obra de Isaac Asimov, ‘La sensación de poder’. En su mundo, la humanidad ha olvidado cómo realizar las operaciones matemáticas básicas. ¿Te imaginas? Las calculadoras y, en la actualidad, las herramientas de IA han tomado tanto protagonismo que hasta la multiplicación se convierte en un recuerdo borroso.

La dependencia de la IA para programar

Pasemos ahora al tema serio. Según un reciente artículo en Xataka, el uso de IA en programación ha crecido tanto que nueve de cada diez desarrolladores ahora dependen de esa tecnología. Esto tiene claro sus ventajas: la IA permite a los programadores ser más productivos. Pero aquí viene el giro: muchos nuevos programadores no saben por qué el código que generan funciona. ¿Te imaginas si tu mecánico reparara tu coche sin saber cómo funciona realmente el motor? Un tanto inquietante, ¿no crees?

La pérdida del conocimiento fundamental

El desarrollador Namanyay Goel se ha pronunciado al respecto, mencionando que estamos sacrificando la comprensión profunda del código por soluciones rápidas. Este es un punto crucial. Al igual que un chef que solo sigue recetas de memoria sin entender los ingredientes, estos nuevos programadores pueden llegar a convertirse en autómatas de la codificación. La pregunta es: ¿esto es realmente positivo?

Por supuesto, hay quienes argumentan que siempre ha habido una sobredependencia de las soluciones «copiar y pegar». Pero, a pesar de esto, el aprendizaje activo es esencial. Como dice Goel, ¡habla con la IA! Pregúntale por qué ha dado una determinada solución. En lugar de solo acostarte a la sombra de su conocimiento, ¡puedes hacerle un par de preguntas candentes!

Entre la nostalgia y la innovación: cuando la calculadora era el enemigo

Cuando menciono lo de las calculadoras, me doy cuenta de que hay una historia paralela a la vigente hoy en día. La calculadora fue inicialmente vista como una amenaza, ¿verdad? Pero sus beneficios a largo plazo son innegables. Siguen existiendo matemáticos que se adentran en problemas complejos porque pueden confiar en la tecnología para las operaciones básicas.

Te invito a reflexionar un momento: si no tuviéramos calculadoras, ¿realmente entenderíamos mejor los cálculos? Tal vez, pero también estaríamos gastando un tiempo valioso en aritmética básica, mientras que los matemáticos pueden concentrarse en problemas más complejos que requieren innovación y creatividad.

La aceleración del desarrollo de software

Algunos expertos, como Jensen Huang, CEO de NVIDIA, han señalado que en el futuro, ya no necesitaremos aprender a programar. La IA será capaz de hacerlo por nosotros. Sin embargo, eso no significa que el papel de los desarrolladores se extinguirá, en absoluto. Más bien, los programadores evolucionarán para convertirse en «arquitectos del software», donde tendrán un papel de diseño y supervisión, mientras que la IA se encargará de la pileta de la programación, algo así como un superintendente digital.

El impacto de la IA en la educación y el empleo

Estos cambios, que parecen apartarnos del antiguo camino, están afectando la educación y los modelos de enseñanza. Hay quienes sostienen que la educación actual no está preparada para esta revolución tecnológica. Si bien muchos jóvenes se están graduando en programación, se les enseña poco sobre cómo realmente funciona el código. Esto nos lleva a un dilema: ¿cómo podemos prepararlos para un futuro donde la IA les ayudará a programar?

Adaptación y transformación

Es evidente que la IA puede crear más empleos de los que podría eliminar, según el Foro Económico Mundial. Mientras algunos ven esto como una crisis, otros ven una oportunidad de transformación. Solo tenemos que adaptarnos. Y a medida que adaptamos nuestras habilidades, la IA puede ampliarse, permitiéndonos jugar un papel más creativo y analítico.

La gran pregunta es: ¿serán los programadores una especie de artista digital, donde se les requerirá una comprensión profunda del arte detrás del código? Espero que sí. Y mientras tanto, seguimos viendo cómo las generaciones evolucionan en sus habilidades y enfoques.

Conclusiones: el futuro de la programación

A medida que cerramos este artículo, la reflexión final es simple pero poderosa. La IA nos está llevando a una nueva era de la programación, donde el conocimiento superficial puede no ser suficiente. Sin embargo, como en todas las revoluciones anteriores, también hay un espacio inmenso para el crecimiento personal y profesional.

La realidad es que, si bien muchas de nuestras interacciones y trabajos cambian, la curiosidad humana y la capacidad de aprender son características que la IA no puede replicar. Entonces, ¿deberíamos dejar de lado el aprendizaje de la programación? Tal vez no. En lugar de ello, sería ideal adoptar un enfoque que combine la enseñanza tradicional con las oportunidades que ofrece la IA.

Así que, mientras mis amigos se preguntan si deberían dejar de lado el aprendizaje de la programación, les diré que tal vez nunca deberíamos dejar de aprender. Va a ser un viaje fascinante y, francamente, uno que vale la pena seguir explorando. ¿Tú qué piensas? ¿Deberíamos dejar de aprender a programar porque hay una IA que puede hacerlo por nosotros? ¡Déjame tus comentarios!

Referencias actuales

  • Artículo original de Javier Pastor en Xataka
  • «La sensación de poder» de Isaac Asimov
  • Comentarios sobre la educación en programación y el futuro laboral por el Foro Económico Mundial

Recuerda, el futuro está en nuestras manos y tal vez, después de todo, no sea tan malo aprender a programar, incluso si la IA está aquí para ayudar. ¡Nos vemos en la próxima aventura tecnológica!