¡Hola, lectores! Hoy vamos a hablar sobre un tema que nos toca a todos de una manera muy cercana: la comida. Si eres como yo, probablemente pasas un buen rato en Instagram o TikTok hidrato mientras haces scroll, buscando las últimas tendencias gastronómicas que capturan la atención de millones. ¿Te has preguntado alguna vez cómo se han transformado nuestras elecciones alimenticias gracias a las redes sociales? ¡Vamos a descubrirlo!

La importancia de las redes sociales en nuestra dieta

Para muchos, las redes sociales son el nuevo menú del día. La variedad de platillos que aparecen en nuestras pantallas es tan vasta que a veces me siento como un niño en una tienda de dulces (¡y ya he engordado lo suficiente como para saber que esos dulces no son la mejor opción!). Las plataformas como Instagram, TikTok y Pinterest no solo nos inspiran a cocinar, sino que también influyen en lo que elegimos comer.

En el pasado, planear una cena podía consistir en abrir un libro de recetas o pedir consejo a una amiga. Hoy en día, simplemente abrimos nuestro teléfono y nos exponemos a un festín visual. Sin embargo, ¿es esta exposición positiva o negativa?

La presión de las publicaciones: ¿demasiado bonito para ser cierto?

Imagínate esto: abres Instagram, y lo primero que ves es un plato perfectamente en capas de aguacate, quinoa y salmón ahumado. Te puede hacer pensar que tienes que elevar tus habilidades culinarias de inmediato, ¡y quizás incluso frustres un poco las siguientes tres cenas! ¿Alguna vez te has preguntado cuántas veces esos influencers han repetido la receta hasta que quedó «perfecta»? Esta «presión estética» puede hacer que nos sintamos inadecuados. Todos queremos compartir ese platillo gourmet, pero en la vida real, el momento de la cena suele parecer más un episodio de “MasterChef” en el que el plato sale volando (en mi caso, ¡más de una vez!).

Tendencias que llegan y desaparecen

Una de las cosas fascinantes de las tendencias en redes sociales es su volatilidad. La mantequilla de café, el famoso «Dalgona Coffee» o las «pancakes fluffyes» parecían inundar nuestro feed por días, y luego, de la nada, nos olvidamos por completo de ellas. O, en mi experiencia, intentas hacer ese platillo viral y terminas preguntándote: “¿Qué salió mal?”.

Por cierto, ¿quién no se ha enamorado de una receta de «comida saludable» apenas para darse cuenta de que la preparación requiere de diecisiete ingredientes imposibles de encontrar en tu supermercado local? Hablando de eso, un consejo: nunca subestimes la potente energía de un simple desayuno con yogur y fruta. ¡El minimalismo puede salvar tu vida!

Cómo las marcas se están adaptando

Hablando de lo anterior, las marcas de alimentos están muy al tanto de estas tendencias. Aromas de café, barras de proteínas en forma de pastelito, y productos «sin gluten» son solo algunas de las muchas estrategias que las empresas han adoptado para mantenerse relevantes. Gran parte de sus campañas publicitarias se basan en el poder del influencer marketing, donde son ellos quienes dictan lo que está de moda.

Por ejemplo, cuando Kim Kardashian lanzó su línea de productos alimenticios, la reacción fue inmediata. La gente estaba dispuesta a probar lo que ella estaba comiendo, y eso no es solo una anécdota. Según un estudio reciente, el 70% de los jóvenes reconoce que la influencia de las redes sociales impacta su decisión de compra de productos alimenticios. ¡Sus caras y voces son más poderosas que cualquier anuncio tradicional!

La autenticidad es clave

A pesar de la artificialidad que a menudo rodea el contenido, algunos influencers están llevando la autenticidad a un nuevo nivel. Algunas personas han comenzado a usar plataformas para compartir sus experiencias con alimentos, sin filtros ni trucos. Una de mis cuentas favoritas es la de un chef casero que comparte recetas fallidas tan a menudo como las exitosas. ¡Esto nos recuerda que todos somos humanos en la cocina (y en la vida) y que, al final del día, la cocina es también un arte de ensayo y error!

Asimismo, en cuanto a la salud mental, compartir momentos de cocina simples, divertidos y a veces desastrosos puede ser un alivio. ¿Alguna vez has notado que un simple video de cocina con errores se siente más cercano que una receta perfectamente escenificada? La humanidad detrás de esos platillos puede ser terapéutica.

La revolución del «foodie»

La comunidad de «foodies» ha crecido a pasos agigantados. Esa sensación de compartir un platillo que hemos hecho nosotros mismos nos ofrece una especie de validación social. De repente, tu lomo de cerdo está pavoneándose en la red y, aunque la mayoría de tus amigos deban estar pensando «¿yo haría eso?», hay algo seguramente satisfactorio al ver esos «me gusta» y comentarios efusivos.

Antes, disfrutar de la comida era una actividad privada. Ahora, no podemos disfrutar de un plato sin primero inmortalizarlo. ¿Quién no ha hecho un filósofo del plato de pasta antes de tomar un primer bocado?

Si no está en Instagram, ¿realmente pasó?

La necesidad de documentar cada experiencia culinaria ha llevado a algunos a preguntarse: si no está en Instagram, ¿realmente pasó? Sin embargo, la verdad es que a veces, lo que realmente importa es disfrutar de un momento con buenos amigos y buena comida, sin la mirada expectante de la cámara.

Y lo más divertido: ¡no hay necesidad de preocuparse por los filtros y la iluminación perfecta! He sido culpable de comprar un platillo solo para documentar mi «feast» y olvidar que lo más importante es el amor y la atención en cada bocado. Aunque, seamos sinceros, hay algo saludable en hacerlo de vez en cuando.

Un futuro incierto

A medida que nos adentramos en nuevos espacios digitales, continuamente nos enfrentamos a un dilema de elección. Las aplicaciones de entrega de alimentos siguen proliferando, poniendo la comida gourmet al alcance de un clic. Sin embargo, especialistas afirman que esto puede también impactar negativamente nuestras habilidades culinarias. Después de todo, cuando fue la última vez que realmente cocinaste el platillo que viste en TikTok?

Además, a medida que la conciencia sobre la sostenibilidad aumenta, cada vez más personas se están avocando a ingredientes locales y de temporada, lo que nos lleva a un mayor aprecio por los productos frescos. Pero, ¿qué pasa con las recetas que se vuelven virales y que requieren productos que no son nada fáciles de conseguir? A veces hay que hacer un giro creativo para adaptar recetas a los ingredientes que tienes a mano, o explorarlas en un día anterior.

Sostenibilidad y conciencia

La situación actual del mundo ha despertado una necesidad apremiante de ser responsable con lo que consumimos. Las redes sociales han contribuido a que cada vez más personas consideren el origen de su comida, lo cual es un avance positivo. Iniciativas como “Farmers Market” y “locavore” están ganando impulso en Instagram, conectándonos no solo con lo que ponemos en nuestras mesas, sino también con la historia detrás de cada alimento.

Un movimiento que me emocionó ver en las redes es el del “comer con conciencia”, donde las tasas de desperdicio de alimentos se abordan de manera continua. Hay recetas de “comida de aprovechamiento” que nos muestran cómo ser más sostenibles y menos desperdiciadores. Como el famoso dicho: “Si la vida te da limones, ¡haz limonada!”, pero, en este caso, “¡haz limonada y congela el pulpa para hacer sorbete cuando refresque el clima!”.

Reflexionando sobre la experiencia gastronómica

La relación que tenemos con la comida ha cambiado drásticamente, y las redes sociales tienen un papel fundamental en ello. Al final del día, se trata de encontrar un balance; disfrutar de la experiencia de cocinar, apreciar los sabores y, por supuesto, compartir esos momentos con quienes más amamos.

Recuerda que la cocina se trata de experimentar, disfrutar y aprender. A veces, la receta puede fallar, pero, ¿no es eso lo que le da sabor a nuestra historia? Así que la próxima vez que prepares esa picante pasta de teal o una genuina tarta de chocolate y frambuesa, tómate un momento para disfrutar de ello, sin necesidad de compartirlo, y simplemente sentir gratitud.

El mundo de la gastronomía está lleno de historias, conexiones, y, sobre todo, mucha comida deliciosa. Así que, mi pregunta para ti es: ¿Cuál ha sido tu mejor (o peor) experiencia culinaria en este viaje alimenticio influenciado por las redes sociales? ¡Cuéntamelo en los comentarios! 🥳

No olvides que esta revolución gastronómica depende no sólo de qué comes, sino de cómo y por qué lo disfrutas. Y si alguna vez un platillo te sale “mal”, ¡sólo recuerda que hemos estado ahí! La cocina es una aventura, así que ¡apropiémonos de ella con humor y gratitud!