Hablar de salud mental en esta era digital es como intentar navegar en un mar repleto de iceberg emocionales. Tal vez te suene familiar: estás ahí, frente a la pantalla de tu móvil, deslizando sin parar, dejando que un mar de información y desinformación invada tu mente. La psicóloga María Jesús Álava Reyes lo ha entendido perfectamente, poniendo en el centro de la conversación la necesidad de proteger nuestras emociones. En su reciente libro, «Que nadie manipule tus emociones», comparte sus más de 40 años de experiencia en ayudar a las personas a lidiar con el sufrimiento humano, como quien te presta su paraguas en medio de una tormenta. Ahora, ¿estarías dispuesto a adentrarte en esta nueva revolución emocional que nos propone?
La vida de María Jesús Álava Reyes: más que una psicóloga
María Jesús no es una psicóloga cualquiera; es una amante de su profesión que consagra su vida a entender a los demás. Cuando llegó el momento de escoger una carrera, ella decía entre risas: «Elegí Psicología porque, sinceramente, ¡tengo la mejor profesión del mundo!» Es cierto que puede haber algo de exageración, pero también es una afirmación cargada de voluntad genuina por ayudar.
Su trayectoria no solo está llena de logros, sino también de anécdotas que hacen de la psicología un mundo fascinante. Recuerda aquellos días en los que la carga emocional de sus pacientes era tan pesada que se llevaba ese peso a casa. «¿Te imaginas salir de la consulta tras una jornada intensa y sentir que la vida se te viene encima? ¡Era un verdadero desafío!», relata con una sonrisa y un tono de complicidad.
Un vistazo al libro: clave para la autodefensa emocional
La reciente publicación de Álava Reyes no es solo una colección de enseñanzas; es una guía práctica para enfrentar la realidad dura del mundo contemporáneo. ¿Te has preguntado alguna vez cuántas mentiras escuchas a diario? En la era de la posverdad, donde las fake news pululan como flechas, la psicóloga nos recuerda que «las mentiras ya no llevan un precio”. ¡Es un despropósito! Pero bueno, quien no se atreve a preguntar, se queda con la duda.
La autora menciona que necesitamos un gran esfuerzo para proteger nuestras emociones: «Debemos ser extraordinariamente exigentes con quienes nos mienten». Aquí, conecto con una experiencia personal. Recuerdo que cuando me trataban de vender un coche medio oxidado como si fuera nuevo, algo en mí crujió. ¿Por qué habíamos llegado a vivir en un mundo tan engañoso? La respuesta está en la falta de regulación emocional y de autoconocimiento de la que habla María Jesús.
¿Por qué somos tan vulnerables?
El ser humano ha sido diseñado para sentir emociones, pero a menudo nos encontramos a merced de ellas. En su libro, María Jesús nos invita a cuestionar nuestras reacciones y emociones. Pero, ¿cómo lo hacemos en la vida real? A menudo, parece más sencillo aceptar lo que nos dicen que cuestionarlo. Tal vez te pase como a mí, que tantas veces escucho «lo que dicen las redes sociales», y automáticamente lo acepto como verdad, aunque mi instinto me grite que algo no cuadra.
La psicóloga destaca que los adolescentes son el grupo más expuesto, y no puedo evitar preguntarme: ¿hemos sido tan irresponsables como sociedad? Desde luego, su crítica es aguda: «Hemos fragilizado a las nuevas generaciones que no saben tolerar la frustración». En este sentido, me viene a la mente aquella vez que un amigo me dijo que su hijo se desmayó al no obtener el iPhone último modelo en su cumpleaños. ¿Es eso normal o nos encontramos realmente en la tormenta?
El arte de vivir en el presente
La frase «la vida empieza cada día» se ha convertido en un mantra para muchos, y ya es hora de que lo adoptemos. En una cultura que tiende a centrarse en el pasado y el futuro, el aquí y el ahora se pierde en el caos. María Jesús subraya que aprender a observar lo que sentimos es vital. De hecho, un ejercicio simple que ella propone consiste en anotar nuestras emociones diarias: ¿estoy triste? ¿soy feliz? ¿Siento ansiedad por mi presente?
Una vez, me tomé un fin de semana únicamente para hacer esto. Ciclo natural de emociones. La revelación fue impactante. La tristeza y la ansiedad estaban presentes, pero también la alegría en los momentos más simples, como disfrutar de un café en una terraza. ¿No es curioso cómo a menudo nos olvidamos del poder de esos pequeños instantes?
El desafío del equilibrio en el trabajo
En medio de la pandemia y la crisis actual, se hace imperativo hablar de la salud mental en el trabajo. La psicología se ha convertido en un activo valioso para muchas organizaciones, pero, ¿son las empresas realmente conscientes de esto? María Jesús hace un llamado: «Es vital que las empresas inviertan en la salud emocional de sus trabajadores». Como alguien que ha trabajado en el mundo corporativo, reconozco que hay días donde el estrés y la presión laboral parecen devorarlo todo. ¡Alguna vez, hasta he pensado que una escape room sería más relajante!
¿Y qué hay de esos compañeros que buffan al mencionar la palabra «responsabilidad»? Poner límites es trascendental, y Álava Reyes lo enfatiza. Al decir «no», reforzamos no solo nuestro bienestar, sino también nuestro reconocimiento como individuos autónomos. No hay salario que pague el sufrimiento, y eso debería ser un mantra en las oficinas.
Educación emocional: la gran asignatura pendiente
Hay una gran necesidad de enseñanza en la educación emocional. Al igual que María Jesús, creo firmemente que las nuevas generaciones necesitarían más herramientas para gestionar sus emociones desde pequeños. Mis sobrinos a veces tienen más herramientas para usar TikTok que para hablar sobre lo que sienten. Mientras tanto, los padres se preguntan por qué sus hijos parecen perderse en el ruido digital. La respuesta parece sencilla y directa: no les hemos enseñado a manejar su propio universo interno.
Frustración e intervención social
Uno de los temas que más me impactó del libro fue la alta tasa de personas que no reciben la ayuda que necesitan, especialmente en un contexto tan frágil como el actual. “Un 40% de quienes necesitarían ayuda en salud mental no están recibiéndola”, señala Álava Reyes. Y me pregunto, ¿qué pasaría si tuviéramos más recursos y menos estigmas asociados a pedir ayuda?
He conocido a personas en la fila del supermercado que evitan hablar sobre ansiedad o depresión porque temen ser etiquetadas. La etiqueta del estigma social es más punzante que cualquier etiqueta en una prenda de ropa. El bienestar emocional debería empezar a ser una prioridad, no un lujo.
Encuentra tu ritmo emocional
En el laberinto de nuestras emociones, podemos encontrar respuestas a través de pequeños cambios. María Jesús menciona la importancia de cambiar ese diálogo interno destructivo por uno alentador. ¿Estás dispuesto a intentarlo? Una buena amiga me dijo que cada vez que se siente triste, se repite: «Esto también pasará». Esa simple frase ha sido su salvación en días oscuros.
Para los que no encuentran sentido a este tipo de prácticas, solo hay que recordar que tenemos la mente como nuestra herramienta más poderosa, ¡o nuestro peor enemigo! Aprendamos a ser amables con nosotros mismos y desarmemos esos catastrofismos.
Conclusión: abriendo las puertas de la sanidad emocional
La obra de María Jesús Álava Reyes no se limita a contar anécdotas, sino que se convierte en un faro de guía para aquellos que buscan mejorar su salud emocional. Ahora que la conciencia sobre la importancia de la psicología está en auge, no podemos permitir que esta corriente se ahogue en el mar del desconocimiento.
Llevemos sus enseñanzas a la realidad, reconociendo que nuestras emociones son fuente de poder, no de debilidad. La invitación está hecha, así que, ¿te atreverías a dejar que la psicología cambiara tu vida? La práctica hace al maestro, y aunque suene cliché, lo que está en juego es mucho más importante: nuestra salud, nuestras relaciones, y nuestra felicidad.
Ya lo dice María Jesús: “Vivir de espaldas a la psicología es vivir de espaldas a la vida”. ¿Te atreves a dar el primer paso? ¡Afrontemos juntos la revolución emocional!