En un mundo donde la gastronomía parece haber perdido parte de su esencia original, surgen lugares como Pote, un café-bar que ha logrado captar la atención de los amantes de la buena comida y la buena compañía. Situado en el animado barrio de Prosperidad, en Madrid, Pote no solo es el sueño de un barista argentino, Julián Felenbok, sino también un rincón donde la comida casera se convierte en una experiencia social. Pero, ¿qué hace que este lugar sea tan especial? Bueno, ¡sigue leyendo y lo descubrirás!
Un sueño hostelero con toque personal
Si alguna vez has soñado con abrir tu propio negocio, seguramente entiendas esa mezcla de adrenalina y miedo. Hace poco, conocí a Julián Felenbok, un joven de 29 años que ha dedicado más de diez años de su vida a ser barista, e incluso se ha imaginado a sí mismo sirviendo un perfecto flat white en una taberna andaluza. Imagínate lo que sería eso: un barista argentino, con acento y todo, sirviendo café acompañado de tapas andaluzas. ¡No hay nada más surrealista!
Finalmente, Julián decidió dar el salto y abrir Pote, un café-bar que ha resucitado lo que antes era la antigua Cervecería Victoria. En este lugar, los vecinos vuelven a congregarse para celebrar la vida, las reuniones familiares y, por supuesto, para disfrutar de un buen café y una buena tortilla de patatas. Dicen que la comida tiene el poder de unir a las personas, y eso está más que comprobado aquí.
Una tortilla de patata que conquista corazones
Al entrar en Pote, lo primero que me llama la atención es la deliciosa tortilla de patata que cocina Mónica Iglesias, la chef de este local. Mónica, una gijonesa de 45 años, ha sabido transformar un plato tradicional en una obra de arte culinaria. Es famosa entre los clientes y, aunque yo mismo he probado muchas tortillas en mi vida, debo decir que la de Mónica se lleva el premio.
¿Qué la hace especial? Quizás sea el toque que le da al usar huevos de Campomayor y la frescura de los ingredientes. O tal vez sea ese amor que pone en la cocina, ese compromiso de ofrecer algo más que comida, un pedacito de su alma. Recuerdo cuando visité Pote por primera vez; mientras saboreaba la tortilla, sentado en la barra, escuché a un cliente mayor exclamar: “¡Es como la que hacía mi madre!” Ahí es donde radica la magia de este lugar: no solo alimenta, sino que también evoca recuerdos.
El menú del día: un viaje a través de sabores
Una de las maravillas de Pote es su menú del día. Ofrecido por un precio razonable de 13,50 euros de miércoles a viernes, este menú no es solo comida; es un viaje a través de sabores, tradiciones y mucho amor. En mi visita, pude disfrutar de un caldo verde de alubias que me hizo sentir como si estuviera en la casa de mi abuela, seguido de un pollo asado con un aroma que te hará cerrar los ojos y suspirar. Como postre, un flan de nata que es, simplemente, para enamorarse. ¡Pero cuidado! ¡Te podrías quedar a vivir allí!
El secreto está en que el menú cambia cada semana, lo que mantiene frescas las opciones y despierta la curiosidad de los comensales. Desde clásicos españoles hasta incursiones en la cocina tailandesa, Mónica y Julián buscan ofrecer un poco de todo. Recuerdo que cuando me contaron sobre el cocido en formato ramen que tenían en el menú, casi se me cae la mandíbula. ¡Eso solo pasa en Pote!
Opciones para todos los paladares
Una de las cosas que más me gusta de Pote es su diversidad gastronómica. En un mundo donde las dietas son cada vez más variadas y la gente busca opciones más inclusivas, Julián se asegura de incluir alternativas vegetarianas y veganas. “En la actualidad, hay que ofrecerlas”, señala. Y vaya que lo hacen. La ensaladilla se ofrece en versión vegetariana, donde los encurtidos reemplazan al atún, y los sándwiches son todos una sorpresa.
La carta incluye exclusivos como el grilled cheese que es un abrazo en forma de sándwich. Si nunca lo has probado, ¿qué estás esperando? Y no me hagas hablar de los tacos de panceta que sirven como aperitivo. La combinación de sabores es sencillamente explosiva.
Bebidas: una copa accesible para todos
Una vez que te has saciado con toda esa maravilla culinaria, no puedes irte sin probar una de las bebidas que ofrece Pote. Julián tiene una clara filosofía: quiere que su clientela se sienta cómoda explorando el mundo de los vinos biodinámicos y naturales. ¿Quién diría que podría tomar una copa de vino por solo 3,50 euros? Y si lo pides con el menú del día, ¡es aún más barato! Es genial ver cómo la gente mayor que antes solo pedía vino tinto tradicional, ahora se aventura a probar algo más inusual. Este es el efecto que produce la presente oferta de uno de los lugares más acogedores de Madrid.
Además, hay que mencionar el café que sirven. Utilizan grano de Nica, un tostador de especialidad situado a un tiro de piedra de Pote. Todo un aliciente para aquellos que, como yo, tienen problemas para comenzar el día sin su dosis de cafeína.
La evolución constante de Pote
Uno de los aspectos más interesantes de Pote es su continua evolución. Julián y Mónica están probando nuevos formatos, como noches de cócteles colaborando con otros proyectos de Madrid. ¡Ya parezco un comercial! Pero de verdad, una vez al mes, hacen sesiones de micro abierto, algo que han llamado «La Prospe Comedy». Cuentan con un gran ambiente, en el que cualquiera puede subir y compartir su talento, lo que refuerza la conexión comunitaria que han creado.
A veces, hay que recordarnos que la vida no es solo trabajar, sino también disfrutar. “Siendo solo tres en el equipo, tenemos dos días libres no negociables”, apunta Julián. Es importante, y uno de los grandes secretos del éxito: no dejar de ser humanos mientras hacemos lo que amamos.
Reflexiones finales
Así que, la próxima vez que te encuentres en Madrid, asegúrate de hacer una parada en Pote. Este café-bar no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma. Ya sea que estés buscando un buen café, una experiencia gastronómica única o un lugar donde la comunidad se une, Pote tiene algo que ofrecerte.
¿Y tú? ¿Cuál es tu lugar favorito para disfrutar de una buena comida y conversación? La vida es demasiado corta para conformarse con menos. ¡Hazlo por ti! Visita Pote y deja que tus papilas gustativas se deleiten en este rincón del barrio de Prosperidad.
Pote Café Bar está ubicado en Mantuano, 8, 28002 Madrid, y abre de miércoles a viernes de 8:30 a 17:00 horas, y sábados y domingos de 9:30 a 15:30 horas. ¡Nos vemos allí!