La situación en Siria es un complejo rompecabezas que continúa tomando nuevos giros. Recientemente, hemos sido testigos de una ofensiva significativa por parte de Hayat Tahrir Al Sham (HTS), un grupo insurgente vinculado a Al Qaeda, que ha capturado la ciudad de Hama tras días de intensos combates. En este artículo, desglosaremos la situación actual, su relevancia histórica, las implicaciones para los civiles y las fuerzas en juego, y lo que esto podría significar no solo para Siria, sino para toda la región.

De la memoria a la acción: 40 años de historia

Cuando se menciona Hama, muchos recuerdan la masacre de 1982, donde alrededor de 20,000 personas fueron asesinadas por las fuerzas del gobierno sirio, bajo el mando del entonces presidente Hafez al Asad. La captura de esta ciudad por parte de HTS no es solo un avance territorial; es, para su líder Abu Mohamed al Jolani, una especie de venganza histórica. “Estamos aquí para limpiar una herida de 40 años”, exclamó. Y, sinceramente, ¿quién puede mirar hacia otro lado cuando se habla de tal carga histórica? Es como esa familia que lleva años guardando rencor por un incidente de hace décadas, y finalmente reúne el valor para abordar el asunto.

La ofensiva de HTS: malos y buenos

Como en cualquier historia de guerra, hay múltiples actores en juego. HTS ha logrado tomar el control de Hama, mientras que las fuerzas leales a Bashar al Asad, apoyadas por Moscú y Teherán, han sido forzadas a replegarse. Este es un movimiento fascinante si consideramos la capacidad del ejército sirio para sostener operaciones en medio de varios frentes de combate, que son, si nos permitimos el humor, un poco como intentar equilibrar varias pelotas de ping-pong al mismo tiempo. Uno se pregunta: ¿hasta cuándo podrán resistir sin caer por completo?

La estrategia de Hama

La estrategia de HTS no se limita solo a capturar territorios; también están trabajando en la comunicación de su ofensiva. Por ejemplo, Abdul Rahman Muhammad, el responsable de comunicación de la operación, ha mencionado entregas de vital infraestructura, como la central térmica de Alepo a ingenieros especializados. Esto podría interpretarse como un intento de mostrarles a los civiles que no son (totalmente) el monstruo que muchos piensan que son. Pero, dejemos de lado las conjeturas un momento: ¿pueden realmente ser considerados los «buenos» en esta narrativa?

La precariedad de la vida civil

La ofensiva ha desatado un éxodo masivo, desplazando a más de 115,000 personas en solo una semana, según las cifras de la ONU. Si alguna vez has estado en una situación donde sientes que todo se desmorona, imagina agregando el caos de una guerra en tu día a día. La mayoría de los desplazados son kurdos provenientes de Tel Rifat, y es desgarrador pensar en el trauma que están enfrentando al huir de la violencia una vez más. ¿Qué es más desolador, un hogar que es destruido o uno del que debes escapar para salvar tu vida?

Los civiles entre dos fuegos

Mientras tanto, las promesas de HTS de respetar a las minorías en los territorios capturados parecen más un discurso político que una realidad palpable. Es comprensible que los residentes estén nerviosos; después de todo, este grupo viene con un legado que no inspira confianza. La tensión aumenta entre los kurdos y las facciones rebeldes aliadas respaldadas por Turquía, creando un cóctel explosivo que podría estallar en cualquier momento.

¿Y qué hay del apoyo internacional?

La situación en Siria ha atraído la atención de diversos actores internacionales, y ciertamente no todos son amigos. Mientras que las fuerzas de al Asad han recibido apoyo aéreo de sus aliados rusos y iraníes, la pregunta más amplia es: ¿qué rol jugarán en este nuevo capítulo del conflicto, especialmente en medio de sus propios problemas internos? Hasta ahora, parece que su enfoque está más centrado en su propia base de poder en lugar de ayudar a estabilizar la región.

Con la crisis de Ucrania, es importante considerar si Rusia se verá obligada a recalibrar sus acciones en Siria. Después de todo, un ejército que tiene que luchar en múltiples frentes es como un malabarista que, de repente, pierde la vista de una de sus pelotas: podría caer en un desastre total.

La carrera hacia Homs: ¿El próximo objetivo?

Con Hama bajo control de HTS, ahora se habla de un avance hacia Homs, una ciudad con un significado casi mítico ya que fue el epicentro del levantamiento contra al Asad en 2011. Parecería que HTS no solo está buscando ganar territorios, sino que también intenta cimentar su legitimidad ante los ojos de los sirios. Tal vez piensen que al capturar lugares icónicos, pueden ganar el corazón y alma del pueblo.

¿Pero es esto suficiente? Como alguien que ha participado en pequeñas revueltas familiares por control del mando de la televisión, sé lo difícil que es ganarse la lealtad de las personas a través de acciones grandiosas y dramáticas. Los errores podrían ser muy costosos.

El dilema del futuro: ¿un nuevo orden o más caos?

Este conflicto se torna cada vez más complicado a medida que los actores regionales e internacionales juegan su carta. En su última ofensiva, HTS ha defendido que su intención es establecer un nuevo orden que trae inclusión y desarrollo, pero hay escepticismo sobre sus verdaderas intenciones. ¿Qué pasará cuando la novedad de la ofensiva se asiente y la rutina del control se vuelva evidente?

Una parte de mí se pregunta si realmente habrá un ganador en esta guerra. La historia está repleta de ejemplos donde “ganar” significó perder no solo vidas, sino también la confianza y la esperanza de un futuro mejor.

Reflexión final: ¿Qué significa todo esto para nosotros?

En este momento, mientras todos nosotros navegamos por nuestras rutinas diarias, es crucial no perder de vista la complejidad y la humanidad en esta narración. A menudo, nos olvidamos que detrás de estos eventos políticos y militares hay seres humanos que sufren, luchan y, en su mejor esfuerzo, buscan sobrevivir.

Con cada bombardeo, cada desplazamiento y cada promesa rota, debemos recordar que la vida sigue en sus formas más pequeñas y humanas. Las historias de dolor y resiliencia son las que realmente modelan el futuro. Ahora más que nunca, es nuestra responsabilidad mantener la conversación viva y la luz de la empatía bien encendida.

La saga de Siria nos recuerda que nuestra propia paz y estabilidad pueden ser más frágiles de lo que pensamos. Así que, mientras disfrutamos de nuestro café por la mañana, tomemos un momento para reflexionar, orar o incluso compartir un momento de silencio por aquellos cuyas vidas han sido sacudidas en esta compleja danza de poder y resistencia. ¿Acaso no somos todos parte de un mismo mundo, aunque algunos de nosotros estemos en la comodidad de nuestro hogar y otros en la batalla por la supervivencia?

Con cada avance y cada paso hacia lo desconocido, la situación en Siria es un recordatorio de que la paz no es simplemente la ausencia de guerra, sino la construcción activa de un futuro en el que todos puedan prosperar. La lucha continúa.