En diciembre de 2024, el panorama televisivo se ha visto sorprendentemente alterado por la llegada de una miniserie que ha capturado la atención no solo de España, sino del mundo entero: La Palma, una producción que, lejos de ser creada por un gigante español como Mediaset o Atresmedia, proviene de Noruega y se ha colocado como la número uno en el top de Netflix. Pero, ¿qué es lo que hace que esta serie se destaque entre tantas otras? Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de La Palma, la erupción del volcán Cumbre Vieja y cómo todo esto ha sido transformado en ficción.

La erupción del volcán: un trasfondo real

Hablemos de lo sucedido en 2021. Fue un año complicado para la hermosa isla de La Palma. Durante 85 días ininterrumpidos, el volcán Cumbre Vieja mostró su furia, arrasando con paisajes y comunidades. Aún hoy, los daños son palpables. Recuerdo haber visto imágenes impactantes en las noticias; el sonido del volcán rugiendo era casi como el de un gigante enfurecido. A veces me preguntaba: “¿Qué haría yo si estuviera allí?” El simple hecho de contemplar una erupción desde la seguridad de mi hogar me atemorizaba. La naturaleza tiene una manera de hacernos sentir pequena, ¿no es cierto?

Un éxito mundial: ¿Qué hizo que La Palma despegara?

La Palma no solo ha sido un fenómeno nacional, sino que ha alcanzado la asombrosa cifra de 13.100.000 visualizaciones a nivel global. Doblegando incluso a series de gran renombre como Cien años de soledad. Hay algo casi irónico en esto: con todo el morbo que rodea las tragedias, puede que los espectadores sean atraídos por una mezcla de curiosidad y una pizca de catarsis. Quién no se siente un poco incómodo al ver cómo otros lidian con el desastre, en comparación con nuestras propias vidas. ¿No les ha pasado?

La serie ha llegado al Top 10 en 90 países y ha alcanzado el número uno en 23 de ellos. Es como si un volcán ficticio hubiera hecho erupcionar un caos de visualizaciones. Pero, hablando sinceramente, ¿quién no querría perderse un poco de drama noruego, especialmente cuando incluye lava y tsunamis?

La trama ficticia: una mezcla de realidad y ficción

Sin embargo, La Palma no es un documental; se basa en una historia completamente ficticia sobre una familia noruega que decide pasar la Navidad en la isla. En un giro del destino, la erupción y la amenaza de un tsunami transforman su viaje en una odisea de supervivencia. Aquí es donde se encuentra el dilema: ¿vale la pena tomar libertades creativas al abordar un evento tan trágico? Por supuesto, no es la primera vez que Hollywood—o en este caso, Noruega—hace de las suyas al distorsionar la realidad en nombre del entretenimiento, pero hay algo en el ciclo de representación de tragedias que no deja de dejarme perplejo.

Puedo entender la risa nerviosa que acompaña a las situaciones absurdas, como cuando la familia se encuentra en situaciones límite, mientras el espectador ya sabe que no hubo víctimas mortales durante la erupción real. A veces me pregunto: ¿qué tipo de catástrofes necesitan los guionistas para activar su imaginación? ¿Eran ellos también aficionados a los juegos de mesa de supervivencia?

La reacción del público: ¿entretenimiento o insensibilidad?

La serie está recibiendo críticas mixtas. Algunos la consideran un insulto a las personas que realmente sufrieron durante la erupción. Pero, ¿no es el arte también un reflejo de lo que somos? El hecho de que se tome algo tan serio y se convierta en un producto para entretener a las masas es debatible. Entramos en una zona gris de lo que es aceptable considerar como entretenimiento en la era del binge-watching. Cuando el inminente fin del mundo parece hacer más fácil que veamos una serie de comedia romántica, me pregunto: ¿dónde queda nuestra empatía?

Así que aquí está la graciada en todo esto: mientras La Palma se adentra en el espectro dramático, hay quienes creen que también se trata de resiliencia. La idea de que, a pesar de los desastres, siempre se puede reír y encontrar el humor en situaciones desesperadas puede parecer algo frívolo, pero es también una forma de sobrellevar la adversidad.

Lo que significa “La Palma” para el futuro de las producciones

En un mundo donde estamos a merced de eventos naturales cada vez más impredecibles, es posible que series como La Palma sean simplemente un anticipo de lo que viene. Con el crecimiento del contenido de streaming y la necesidad de historias que resuenen en la audiencia, será interesante ver cómo nuestra forma de consumir y reflexionar sobre las tragedias naturales evoluciona con el tiempo.

Vale la pena mencionar que las plataformas de streaming, como Netflix, se están convirtiendo en los nuevos vanguardistas del contenido. Ya sea que se trate de historias de supervivencia o de teorías conspirativas de alienígenas, las temáticas han crecido. ¿Estamos listos para lo que vendrá? Me atrevería a decir que la respuesta es un rotundo «sí», siempre y cuando estemos dispuestos a manejar el material con el respeto que se merece.

Conclusión: un volcán de emociones en el streaming

Así que ahora que hemos desmenuzado los aspectos pellizcantes de la miniserie La Palma, me quedo con la reflexión de lo que la ficción puede significar en un mundo repleto de tragedias reales. Si bien algunas personas podrían sentir que esta serie es insensible, otras pueden encontrar tranquilidad y valor en la representación de la resiliencia humana.

Al final del día, La Palma no es solo una historia sobre la erupción de un volcán, sino un espejo de nuestras propias vidas y luchas en medio de la adversidad. Y quizás, solo quizás, debemos darle un vistazo desde ese punto de vista, mientras nos reímos nerviosamente ante la idea de una familia noruega sobrevivendo a la furia de la naturaleza.

¿Así que, la próxima vez que veas un volcán en una serie… recuerda: a veces, la humanidad es más fuerte que la naturaleza. ¿No es eso lo que todos queremos creer?