¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles sobre un tema que puede que no esté en la conversación cotidiana, pero que lleva detrás una profunda historia de comunidad, trabajo y compromiso: la reciente elección de la primera junta de la hermandad de Bendición y Esperanza. Un evento que puede parecer local, pero que está repleto de lecciones para todos nosotros, sin importar en qué rincón del mundo nos encontremos.

Un vistazo a los números: la navegación en el océano de los votos

En este proceso electoral, los hermanos de esta hermosa hermandad demostraron un sorprendente compromiso. Si bien el censo total asciende a 616 hermanos, solamente 382 de ellos tenían derecho a votar. Esto ya plantea la primera pregunta: ¿Por qué una cifra tan reducida de votantes en comparación con el total? Es un recordatorio de que, aunque seamos parte de una comunidad, muchas veces no participamos activamente en las decisiones que afectan nuestro entorno.

Pero volviendo a los números, se contabilizaron un total de 174 votos, de los cuales 173 fueron a favor del hermano mayor, Ángel Hartmann Redondo. ¡Eso es un respaldo casi unánime! ¿No les resulta impresionante? Pero, como en toda elección democrática, también hubo un voto en blanco que dejó ver que, incluso en la armonía, siempre existe un espacio para la disidencia.

La importancia del cabildo y la autoridad eclesiástica

Ahora, antes de que la nueva junta tome posesión de sus cargos, debe pasar por el filtro del cabildo y de la autoridad eclesiástica. Aquí es donde entramos en un terreno donde la burocracia puede parecer un monstruo de mil cabezas. ¿Cuántas veces nos hemos sentido atrapados en este laberinto de permisos y aprobaciones?

Recuerdo cuando intenté poner en marcha un pequeño evento benéfico. Pasé semanas esperando la aprobación de la comunidad local, solo para recibir un ‘no’ con la típica frase burocrática: «Lo sentimos, está en revisión». Así que, cuando veo a la nueva junta de Bendición y Esperanza atravesar este proceso, no puedo evitar sentir una mezcla de empatía y diversión. Todos sabemos que, en el mundo real, la paciencia no siempre es nuestra virtud más fuerte.

La nueva junta: caras nuevas pero con un legado

Es un momento excitante para la hermandad, como si un nuevo capítulo estuviera a punto de escribirse. La nueva junta de gobierno está compuesta por personas comprometidas y apasionadas. Vamos a conocer un poco más a fondo a estos hermanos.

Hermano mayor: Ángel Hartmann Redondo

Ángel no es solo un nombre, es un símbolo de esperanza para muchos. Un líder que busca no solo dirigir, sino inspirar. Tener un hermano mayor con este claro sentido de misión es un aliento de aire fresco. También recuerdo un viejo dicho: «El liderazgo no se trata de ser el jefe, se trata de servir a los demás». Y eso es exactamente lo que Ángel promete hacer.

Teniente hermano mayor: Jesús María Pérez Maldonado

Por su parte, Jesús María trae su experiencia y dedicación a la mesa. Una figura conocida en la comunidad y con un historial de servicio. Al igual que él, me he encontrado en la posición de ser el «segundo al mando» y es un rol que puede ser tanto un desafío como una bendición. ¿No les parece que ser el apoyo cercano de un líder puede ser tan gratificante como liderar?

El resto del equipo: diversidad en la unidad

Continuando, veamos a otros miembros:

  • Moisés Álvarez Leal y José Javier Nevado Luna como consiliarios. Tratar de mantener la humildad y la paz entre hermanos no es tarea fácil, pero contar con ellos seguramente aportará valor.
  • Rafael Cebador y Francisco Javier Romero como mayordomos, quienes serán responsables de administrar recursos y asegurar que todo funcione. Algunos pueden pensar que ser mayordomo suena a llevar libros de contabilidad, pero su papel es crítico para el funcionamiento de la hermandad.
  • María López Valaure y Marina Mora García, nuestras secretarias, son las que estarán en el meollo de la organización y la comunicación. ¿Quién no ha tenido que lidiar con un mar de correos y recordatorios? ¡Dicho con amor, claro!

También se suman los otros roles de importancia, desde los priostes hasta el diputado de juventud, Cristian Jiménez Gallego, quien representa a las generaciones más jóvenes. La juventud es clave: ¿Quién podría resistirse al entusiasmo y la energía nueva que traen?

Los retos que enfrentará la nueva junta

Aunque el panorama parece prometedor, la nueva junta no está exenta de desafíos. Y, como decimos en casa, «con un gran poder viene una gran responsabilidad». ¿Te suena familiar? Este tipo de liderazgo conlleva múltiples responsabilidades, desde la gestión del presupuesto hasta la atención a las inquietudes de los hermanos.

La comunicación es clave

Una de las tareas más difíciles es mantener la transparencia y la comunicación. Como mencioné anteriormente, he estado en varias juntas comunitarias, y puedo asegurarles que una comunicación clara puede marcar la diferencia entre el éxito y el caos. Hay un dicho que dice que «los rumores son como el fuego, se esparcen muy rápido». Esta nueva junta tendrá que asegurarse de que la información fluya bien para evitar malentendidos.

Vínculo con la comunidad

Otro reto será mantener el vínculo con la comunidad más amplia. A veces nos enfocamos tanto en nuestra ‘burbuja’ que olvidamos que hay un mundo allá afuera que también necesita nuestra ayuda. Recuerdo un evento que organicé en mi barrio, donde pensé que todo lo que hacíamos era genial. Pero entonces, tras algunas encuestas, nos dimos cuenta que la comunidad quería ver algo diferente. ¡El aprendizaje nunca se detiene!

Momentos humorísticos: pequeñas lecciones de vida

Mientras reflexionaba sobre el proceso de elección, no puedo evitar recordar algunas anécdotas graciosas de elecciones pasadas en otros contextos. Por ejemplo, en una elección de clase en la universidad, un compañero decidió postularse con el lema «Vota por mí si deseas más pizza en las reuniones». Sorprendentemente, su popularidad se disparó.

A veces, la naturaleza humana busca lo simple y lo divertido, ¿no? Así que tal vez sería beneficioso que la nueva junta también recordara la importancia de pequeñas alegrías y eventos que hagan reír a la comunidad.

Mirando hacia el futuro

La nueva junta de Bendición y Esperanza promete transformar a la hermandad en un lugar de comunión y apoyo. La mirada esperanzadora de Ángel Hartmann Redondo es solo el comienzo. Tal vez su éxito no se mida solo en las votaciones, sino en cómo se relacionan entre sí y con su comunidad.

¿Y ahora qué?

A medida que la junta comienza su andanza, vale la pena preguntarse: ¿cuáles serían tus expectativas o deseos para ellos? La comunidad juega un papel vital en el éxito de cualquier organización. Reuniones, eventos y actividades son el tejido que mantiene unida a la hermandad.

Las decisiones clave son las que están por venir, y mientras la historia de Bendición y Esperanza continúa desarrollándose, recordemos que el cambio más significativo comienza desde dentro. A menudo, la esperanza se encuentra en las manos de quienes están dispuestos a trabajar por ella.

En conclusión

Así que aquí estamos, siguiendo el viaje de nuestra nueva junta. Con entusiasmo, quizás un poco de miedo, pero sobre todo, con una buena dosis de esperanza. La hermandad de Bendición y Esperanza refleja mucho más que un grupo de personas; es un símbolo de comunidad, fortaleza y sobre todo de unión. Entonces, ¿estás listo para formar parte de este viaje? ¡Es hora de hacer tu voz oír y, quién sabe! Tal vez en la próxima elección, ¡el voto en blanco sea cosa del pasado!