A menudo miro atrás y me pregunto cómo cambiaron nuestras vidas en los últimos años, especialmente en lo que respecta a la salud. Recuerdo con claridad el momento en que escuché por primera vez sobre la mpox, o viruela del mono, en una conversación de café que se transformó en un torrente de información sobre enfermedades zoonóticas. La informalidad del escenario se tornó más sombría cuando, en medio de risas, uno de mis amigos bromeó: “¿Estamos listos para otra pandemia? ¡Espero que no sea contagiosa a través de memes!” Lo que eran carcajadas se convirtieron en preocupación y, sin darme cuenta, lo que comenzó como un chiste sobre la salud, se convirtió en una urgencia global.
En este artículo, nos enfocaremos en los recientes avances en el diagnóstico de la mpox, específicamente en el nuevo test lanzado por Abbott Molecular, y cómo esto podría impactar las capacidades de respuesta ante las enfermedades infecciosas. Veremos el fenómeno desde la perspectiva de la salud pública, las implicaciones para países afectados, y lo que realmente significa el diagnóstico temprano en el control de virus como la mpox.
Diagnóstico temprano: la clave para controlar la mpox
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado la importancia del diagnóstico oportuno, que no solo permite la identificación temprana de casos, sino que también asegura un tratamiento adecuado. Según un comunicado reciente, la opción de utilizar test de emergencia “será clave a la hora de aumentar la capacidad de diagnóstico en los países confrontados a brotes de mpox”. Esto no es solo teoría; es la práctica que puede salvar vidas.
Imagina que estás viendo un partido de fútbol, y el árbitro ignora una falta clara. El juego se vuelve caótico, los jugadores se frustran y, finalmente, lo que debería haber sido un simple tirón del brazo se convierte en una pelea en toda regla. Así es como se siente la falta de controles adecuados para enfermedades. Sin un diagnóstico, el virus sigue corriendo; sin falta, ¡no hay orden en el partido!
El test Alinity m MPXV assay de Abbott es un test PCR en tiempo real que permite detectar la enfermedad a partir de muestras extraídas de los pacientes. Este dispositivo tiene la potencialidad para hacer frente a uno de los problemas más apremiantes de la mpox en África: la limitación en el diagnóstico. En muchos casos, se estima que menos del 40% de los casos sospechosos son sometidos a pruebas. Eso, amigos, es una estadística que debería inquietar a cualquiera.
La situación en África: ¿por qué es crucial actuar ahora?
En 2024, la OMS reportó más de 30,000 casos sospechosos de mpox en África. Impresionante, ¿verdad? Y no en un solo lugar, sino en varios países donde la infraestructura médica puede ser limitada. La República Democrática del Congo, Burundi, y Nigeria lideran la lista con números alarmantes. Sin embargo, solo el 37% de los casos sospechosos en la RDC se han sometido a pruebas. Es una situación que evoca la frustración de un niño que se olvida de su cumpleaños en medio de las celebraciones.
¿Qué significa esto? Que mientras las pruebas y los diagnósticos siguen siendo una tarea difícil, el virus sigue teniendo la ventaja. La falta de acceso a un diagnóstico preciso limita opciones de tratamiento y atención. Algunos pueden pensar: «¿Por qué deberían preocuparme?» Bueno, los virus no respetan fronteras; pueden ir fácilmente de un lugar a otro, viajando tan rápido como un tweet viral.
La amenaza de las variantes y la clasificación de emergencia
Si pensabas que habíamos terminado con las sorpresas, ¡piénsalo de nuevo! La aparición de una nueva variante de la mpox llevó a la OMS a activar el máximo nivel de alerta global. Y aquí es donde se vuelve aún más interesante. Al igual que el nuevo álbum de tu banda favorita, este virus no es simplemente una nota a pie de página. ¡Es la secuela de una saga que amenaza nuevamente la salud pública mundial!
La mpox, que se transmitía principalmente de animales a humanos, ha demostrado que puede cambiar las reglas del juego, incluso propagándose entre humanos. La velocidad y la eficacia del diagnóstico son cruciales aquí. A menos que queramos vivir en un mundo donde las churrerías cierran porque todos están demasiado asustados para salir, necesitamos abordar ese diagnóstico ahora.
La importancia de la vacunación: lecciones del pasado
Recientemente, me encontré con datos sobre la vacunación obligatoria en el Ejército contra la viruela del mono y cómo ayudó a proteger a las tropas. Esto me llevó a recordar esa sensación de estar a salvo por el simple hecho de que una aguja pinchó mi brazo. Cuando era niño, solía temer a las agujas como si fueran un ex de larga data que volvía con un rencor oculto. Pero, con el tiempo, entendí que esos pinchazos eran salvavidas.
Como sociedad, debemos aprender de esos errores pasados. La larga historia de las vacunas nos enseña que los brotes son mucho más controlables cuando tenemos una población inmunizada. La historia de esto debería recordarnos que la salud pública no es solo responsabilidad de un sector, sino un esfuerzo comunitario.
Las lecciones de la pandemia: ¿están las instituciones preparadas?
Cuando miro hacia atrás en la pandemia de COVID-19 y sus repercusiones, me hace reflexionar sobre cómo la humanidad puede aprender de los desastres. La pandemia dejó claro que las instituciones de salud, aunque muchas veces bien intencionadas, fallaron (y aún fallan) en varios aspectos.
Entonces, ¿qué deberíamos esperar de organizaciones como la OMS y laboratorios como Abbott? Para empezar, mejores protocolos. Cada vez que escucho que se activan nuevos sistemas de alerta, me pregunto: “¿Se estarán tomando en serio estas lecciones o solo se están asegurando de que su café esté bien caliente en esas reuniones?” Lamentablemente, siempre existe la posibilidad de lo segundo.
Y es aquí donde entramos nosotros, como ciudadanos. Es vital no solo aceptar lo que las instituciones nos dicen, sino cuestionar, aprender y exigir una preparación adecuada para cualquier eventualidad futura. Al final del día, la salud pública debe ser un tema en el que todos estemos involucrados.
Conclusión: el futuro de la salud pública y la importancia del diagnóstico
Mientras escribo esto, pienso en los retos y las oportunidades que nos presenta el futuro. El test Alinity m MPXV assay de Abbott representa un avance crucial en el diagnóstico temprano de la mpox. Pero, como con cualquier innovador, no podemos ser complacientes.
La historia nos ha enseñado que la prevención y el diagnóstico forman la primera línea de defensa contra las pandemias y epidemias. Cada test llevado a cabo puede marcar la diferencia entre controlar un brote o dejar que el virus se propague. En el fondo, forma parte de un viaje colectivo en el que todos debemos participar. Como dijera una famosa celebridad en un comercial: “¡No es solo una responsabilidad, es un deber!”
Si podemos abrazar la idea de que cada pinchazo, cada diagnóstico, y cada paso hacia adelante son parte de una lucha conjunta, tal vez, solo tal vez, podamos salir de esta con una historia inspiradora que contar, en lugar de una cobardía que esconder.
Así que, la próxima vez que pienses en la mpox, recuerda: no es solo un nombre en las noticias, es una historia de lucha, aprendizaje, y esperanza. Pero no nos olvidemos de que la próxima vez que veas a alguien en una charla sobre el tema, ¡mejor que traiga buena información y no solo memes!