La nueva película de Marvel, Capitán América: Brave New World, ha llegado a las salas de cine exactamente cuando el universo cinematográfico de Marvel (UCM) más lo necesitaba. Con la pandemia como telón de fondo, la taquilla se ha resentido, y los fanáticos comienzan a cuestionar la dirección que ha tomado la franquicia. Pero, ¿realmente esta película puede ser el salvavidas que todos estamos esperando o es solo otro cartucho quemado en la línea de producción de Marvel? Vamos a desmenuzar lo que nos ofrece esta nueva entrega.
El regreso del Capitán América: un nuevo héroe para una nueva era
Anthony Mackie, conocido como Sam Wilson o Falcon, ha asumido el icónico manto del Capitán América. En una conversación reciente, Mackie expresó que, aunque no se sentía responsable del éxito o fracaso de la película, estaba emocionado de que su personaje tuviera esta oportunidad. «Nunca pensé que me convertiría en Capitán América, ni que participaría en tantas películas de Marvel», confesó. Pero aquí estamos, viendo cómo un personaje que se introdujo por primera vez en los cómics de los años 60, toma el relevo en el acto heroico.
Cuando pienso en esta evolución, no puedo evitar recordar mi propia trayectoria en la vida. Al igual que Wilson, a veces tienes que saltar a nuevas oportunidades aunque no estés del todo seguro. ¿Te suena familiar? A veces el salto es más aterrador que un salto cuántico en el multiverso.
Un nuevo villano: ¿realmente necesario?
Esta nueva cinta también introduce a un viejo conocido: Harrison Ford, quien da vida al General Ross. Ford, quien es un maestro del carisma en pantalla, tiene la difícil tarea de redimir un personaje que tiene un historial controversial en el UCM. ¿Quién mejor que Han Solo para interpretar a un militar de mala reputación, verdad? Pero, en un giro irónico, el personaje de Ford se convierte en Hulk Rojo. Confieso que cada vez que lo veo en pantalla me pregunto: “¿Por qué no volvió a la galaxia muy muy lejana?”
Esto también abre un debate sobre la necesidad de villanos multifacéticos. Todos sabemos que un malvado unidimensional es tan emocionante como ver pintura secarse. En este caso, el personaje de Ford tiene el potencial de ser mucho más complejo, lo cual podría ser un respiro de aire fresco en una franquicia que a veces puede caer en la trampa de los clichés.
La crítica: ¿ha llegado la hora de un nuevo enfoque?
La película ha sido recibida con críticas dispares. Algunos opinan que es simplemente otro producto más del «marvelverso», mientras que otros ven en ella una esperanza para el futuro. Narrativamente, muchos han señalado que la trama carece de la intriga y los giros que caracterizaban las primeras entregas de Marvel. Esto podría ser un signo de los tiempos modernos, donde la sobreoferta de contenido tiende a contaminar nuestra percepción de la calidad. En una era donde las series y películas se lanzan constantemente, ¿cuánto tiempo tardaremos en volvernos inmunes a la maravilla?
Como bien menciona Mackie, «Endgame fue un momento monumental en el cine, el ‘crescendo’ de una explosión de excelencia masiva”, y la pregunta que todos nos hacemos es: ¿qué viene después? ¿Puede un nuevo Capitán América iniciar una fase que compita con la épica de sus predecesores o simplemente nos quedaremos esperando más de lo mismo?
La metáfora política en la narrativa
Un aspecto interesante que ha surgido en esta película es cómo se tocan temas actuales a través de la narrativa. Mackie también ha mencionado el vacío de credibilidad que sentimos hoy en la sociedad, una crisis que resuena en la trama de Brave New World. De alguna manera, se siente como si el guionista estuviera usando el UCM como una plataforma para reflexionar sobre el estado de nuestras propias democracias. ¿Es una coincidencia que la narrativa de un superhéroe salvando el mundo se esté dando en un momento donde la política mundial parece un desastre total?
Esta idea se hace aún más interesante considerando cómo Disney ha modificar su enfoque hacia la diversidad en respuesta a los cambios en la administración política. ¡Qué irónico es que un Capitán América de color negro, justo cuando el país está dividido, asuma este rol! Como decía mi abuela: “El humor es un gran alivio, pero también un espejo”.
La esperanza: ¿Puede salvar el UCM?
Mackie cree firmemente que esta película puede ser el punto de partida para una nueva era en Marvel. Y como sabrás, el optimismo es un ingrediente mágico en el mundo del cine; recuerda lo vital que fue para mi hermana cuando, en una ocasión, decidió que sí podía aprender a montar en bicicleta después de caerse un par de veces. Puede que haya tenido rasguños, pero siguió adelante hasta que lo logró.
A medida que avanza la trama de Capitán América: Brave New World, cualquier comparación con producciones anteriores se vuelve una espada de doble filo. Por un lado, hay expectativas que lo cargan, y por otro, hay una oportunidad para reinventar lo que el personaje representa en esta nueva era.
Un vistazo al futuro: ¿Qué sigue para Marvel?
Con planeados nuevos lanzamientos como Thunderbolts y la reimaginación de Los Cuatro Fantásticos, parece que Marvel está tratando de forjar un camino completamente nuevo. Pero, como cualquier entusiasta del cine sabe, la anticipación también puede ser cruel. Como decía mi amigo: “Es como abrir un regalo en tu cumpleaños; quieres que sea increíble, pero a veces te encuentras con calcetines en lugar de un nuevo videojuego”. La ansiedad que sentimos por cada nuevo lanzamiento está a la altura de lo que experimentamos en nuestra vida diaria.
Además, la diversidad en el casting y en las narrativas ahora se siente más urgente que nunca. ¿Podrá Marvel navegar este nuevo mundo, donde las narrativas inclusivas no son solo bienvenidas, sino necesarias? Veremos.
Conclusión: ¿Estamos listos para esta nueva aventura?
En resumen, Capitán América: Brave New World parece ser el primer paso hacia una frenética reinvención del Universo Marvel. Sin embargo, a medida que nos sumergimos en la película, no olvidemos que la historia de un superhéroe siempre ha mirado hacia el interior. Quizás la verdadera pregunta no sea si salvará o no al UCM, sino ¿si también podremos salvar una parte de nosotros mismos al hacerlo?
Así que, amigos, me despido con esta reflexión y una invitación: tomémonos un tiempo para ver cómo se desarrolla esta historia y veamos si, como Sam Wilson, podemos encontrar nuestro propio camino hacia la grandeza, un salto a la vez. ¿No sería increíble?