La era digital ha transformado la manera en que consumimos contenido. Desde videos cortos en TikTok hasta largas horas de pódcast, la variedad es inmensa y crece a un ritmo vertiginoso. Hoy quiero hablarles sobre una noticia que ha sacudido el mundo de los pódcast en español: Juan Soto Ivars y Alberto Olmos, conocidos por su pódcast «Lo más odiado», han dado un paso adelante al llevar su contenido a YouTube. ¡Sí, has leído bien! Ahora, además de escucharles, podrás ver sus expresiones, su humor y, por qué no, esa chispa que ha capturado la atención de miles.

De la voz a la imagen: un nuevo formato para un pódcast querido

¿Te has encontrado alguna vez riendo a carcajadas frente a tu teléfono mientras escuchabas un pódcast? Si has escuchado «Lo más odiado», sabrás que las bromas de Soto y Olmos pueden hacerte soltar esa risa que llevas dentro, en especial cuando abordan temas que, a simple vista, son serios pero que logran hilar de manera brillante. La llegada a YouTube no solo es una cuestión de “nuevo formato”, sino una forma de profundizar la conexión que tienen con sus seguidores.

Imagina esto: estás en tu día a día, y mientras se te acumulan las tareas, decides ponerte el pódcast. La calidad de audio es excepcional y la conversación fluye. Pero ahora, ¡puedes verlos! Captar esos gestos, la manera en que se mueven, el intercambio de miradas. Suma a la experiencia. Y déjame decirte, después de una semana de trabajo, captar esa conexión visual puede ser la cereza en el pastel de tu relajación.

Un verano sin grandes temas

En el primer episodio de la tercera temporada, que se estrena en YouTube, Soto y Olmos nos regalan una crítica aguda sobre la actualidad veraniega. “¿Qué ha pasado con los grandes temas del verano?” es la pregunta que se lanzan al aire. Lo cierto es que, en un mundo donde la desinformación y los temas de poca envergadura parecen reinar, a veces hay que recordar que el contexto es clave. Aquí es donde su experiencia periodística entra en juego.

Olmos y Soto abren el debate sobre temas que, aunque podrían cómodamente pasarse por alto, son esenciales: la inminente llegada de Bluesky, esa nueva red social que promete ser el remedio a la desesperanza de los usuarios cansados de X (el nuevo nombre de Twitter). La conversación se calienta cuando discuten cómo algunos usuarios se quejan de tener menos seguidores y lo minimizan con un «¿Y qué?». Esto me recuerda a esa reunión en la oficina cuando alguien se queja de no haber recibido una promoción. ¿Te suena familiar?

¿Nos hemos vuelto un poco infantiles?

Algo que constantemente me hace reír (y reflexionar) es como Olmos expresa que la gente que se queja de sus seguidores en redes muestra un infantilismo preocupante. Pero, ¿qué razón hay detrás de ese síndrome de “yo tengo más, tú tienes menos”? La competencia en redes puede volverse absurda, como si nuestras interacciones digitales fueran carreras por ver quién es más popular. En mi experiencia, a veces puede ser liberador desconectar de esa obsesión por los números y simplemente disfrutar lo que consumes.

Cuando pienso en esto, recuerdo una anécdota con un amigo que se obsesionó con aumentar su número de seguidores. Pasó semanas en una «búsqueda de seguidores», dejando de lado las interacciones reales, como cenar con amigos. La conclusión fue clara: prefiero tener a mi lado a un par de amigos reales que a un millar de seguidores ficticios. ¿No es así? Y lo que es más, ¿no es más enriquecedor intercambiar ideas y emociones?

La DANA de Valencia y el papel del Estado

En su nueva temporada, también discuten un tema que ha tocado a muchos en España: la DANA de Valencia. Este evento meteorológico no solo subrayó la vulnerabilidad de ciertas comunidades, sino que también expuso la respuesta del Estado ante situaciones de crisis. Aquí comienza un diálogo más serio, donde Soto aborda la desconexión que a menudo sentimos entre los problemas reales y la política. «¿Cómo es posible que justo cuando pasa algo así, se empiecen a hablar de subir impuestos?» es una pregunta que muchos se hacen.

La historia de la DANA no es nueva para los españoles, pero la discusión sobre la intervención (o falta de intervención) del Estado es siempre un punto caliente. La crítica de Soto apuntó a cómo, en medio de la catástrofe, a veces parece que los políticos solo están preocupados por su imagen y no por la ayuda directa a los afectados. Es un recordatorio de que, incluso entre risas y bromas, hay temas delicados a los que hay que prestar atención.

La empatía es clave: conectar con la audiencia

La habilidad de Soto y Olmos para pivotar entre el humor y la crítica social es lo que hace que su contenido resuene. No son solo dos tipos hablando de lo que se les ocurre; ofrecen un espacio donde podemos reflexionar, cuestionar y, sobre todo, conectar. Más que pódcast, se convierten en un eco de nuestras propias preocupaciones y vivencias.

En mis años como entusiasta del pódcast, siempre he creído que la empatía transforma la experiencia del oyente. Personalmente, cuando encuentro contenido que me hace sentir comprendido y que aborda mis inquietudes de manera ligera pero al mismo tiempo crítica, siento que he ganado un amigo. Y yo creo que muchos pueden sentir lo mismo con lo que Olmos y Soto ofrecen.

El futuro del contenido en video: ¿algo más que solo pódcast?

Como usuario de redes y amante de la creatividad, me pregunto: ¿será el futuro del contenido en video solo pódcast? Tal vez no, pero sería un error subestimar su impacto. Videos, entrevistas en profundidad, debates en vivo, la interacción directa con la comunidad… Hay un mundo de posibilidades.

Me encanta pensar que, si bien los pódcast tienen su propio encanto, la incorporación de videos puede añadir dimensiones que no se habían explorado antes. ¿Te imaginas poder hacer preguntas en vivo, ver cómo reaccionan en tiempo real los creadores? Eso podría cambiar las reglas del juego.

La llegada de Juan Soto Ivars y Alberto Olmos a YouTube es solo el principio. Esta nueva plataforma les permitirá ampliar su alcance y explorar nuevas posibilidades creativas. Además, pensar que ese lado más visual podría generar un estilo más dinámico es emocionante. Ver dónde lleva esto el contenido es una gran aventura.

La comunidad detrás del pódcast: construir conexiones

Una de las cosas más maravillosas de formar parte de comunidades alrededor de pódcast es sentir que, de alguna manera, perteneces a un grupo de personas que valoran las mismas cosas que tú. Los comentarios, las interacciones en redes sociales y los debates de ideas que surgen tras cada episodio son una manera de fortalecer esas conexiones.

Es un claro recordatorio de que, aunque habitemos distintos espacios virtuales, compartimos experiencias comunes. Las risas, las opiniones y, sí, a veces la frustración, son solo formas de participar en esta conversación colectiva que es nuestra cultura.

Reflexiones finales: el poder de la voz

A medida que finalizamos este recorrido sobre la nueva etapa de «Lo más odiado», no puedo dejar de subrayar el poder que tiene la voz — ya sea a través de ondas o pantallas. Aquí tenemos a Juan Soto Ivars y Alberto Olmos, listos para acompañarnos en esta travesía emocionante.

Así que, la próxima vez que sientas que el mundo se está volviendo una locura, conecta con ellos, ríe, reflexiona y, quién sabe, tal vez encuentres un poco de claridad en este caos moderno. Porque al final del día, ¡todos necesitamos un poco de humor y una buena conversación para seguir adelante!

Entonces, ¿estás listo para sumergirte en la nueva dimensión de pódcast en YouTube? ¿Vas a unirte a la conversación? Te espero ahí, y no dudes en dejarme tus pensamientos en los comentarios. ¿Por qué no?

¡Nos vemos en el próximo episodio!