En un mundo donde el lenguaje de la muerte ha sido tradicionalmente un tabú, parece que el cine está decidido a desafiar esta convencion social. Justo hace un mes, tive el privilegio de ver La habitación de al lado de Pedro Almodóvar, y, sinceramente, me dejó con una mezcla de asombro y reflexiones profundas sobre la vida y la muerte. Y no fue el único; el Festival de San Sebastián ha sido testigo de una oleada de películas que abordan el tema de la muerte digna, como si los cineastas tuvieran un pacto para explorar esta realidad dolorosa y, a menudo, ignorada por la sociedad.
Pero, ¿qué es lo que realmente está ocurriendo aquí? ¿Por qué, de repente, este enfoque en una de las experiencias más inevitables de la vida? Siéntate, relájate y acompáñame en este recorrido cinematográfico que va más allá de la pantalla y se adentra en el corazón mismo de la existencia.
El eco del pasado: Almodóvar y la muerte digna
Pedro Almodóvar, conocido por su estilo vibrante y narrativas a menudo cargadas de emoción, no escatima a la hora de abordar temas difíciles. En La habitación de al lado, el director nos enfrenta ni más ni menos que a la eutanasia. Almodóvar presenta la muerte no como un cierre sombrío, sino como una posibilidad de dignidad. ¿Te imaginas estar en una sala de espera, sintiendo que el tiempo se acaba, mientras una voz te susurra que la elección es tuya? Esa es la realidad que se retrata en el filme.
En una conversación reciente, Almodóvar dijo algo que se me quedó grabado: «Lo que intento con mi cine es que el espectador sienta que tiene el control sobre lo que pueda pasar». En un momento así, hasta yo me sentí reparado con una conexión. Sin embargo, es evidente que la valentía para abordar este tema no es solo una cuestión de preparación artística, sino de un compromiso social con la realidad que enfrentamos. Estos cineastas pueden desafiar la narrativa, pero, ¿qué hay de nosotros, el público? ¿Estamos listos para mirar la muerte de frente?
Pilar Palomero y los destellos del final
Pilar Palomero, ganadora de premios por su trabajo en el cine español, también se une a este coro de voces que abogan por el diálogo sobre la muerte. En su película Los destellos, la realizadora se adentra en el delicado proceso de preparar a una familia para lo inevitable. A través de una unidad de cuidados paliativos, vemos cómo un simple gesto puede hacer que la vida, incluso en sus momentos más oscuros, se sienta un poco más luminosa.
En el festival, Palomero se emocionó al hablar del impacto que la película podría tener en las personas que se encuentran en situaciones similares. ¿Alguna vez has lidiado con la pérdida de un ser querido? Si es así, sabrás que la comunicación es fundamental. La falta de palabras puede hacer que el dolor sea aún más abrumador, y Palomero parece haberse propuesto llenar ese vacío con su obra.
La clave aquí es que, aunque la muerte es un tema aterrador, no hay que abordarlo con angustia. Como bien dice Palomero, «necesitamos hablar de la muerte, no como algo que temer, sino como parte de la vida». ¿Acaso no se nos pide constantemente que celebremos la vida? Entonces, ¿por qué no también reconocer y dar espacio a su final?
Costa-Gavras: el llamado a la acción
Entrando en la conversación, encontramos a Costa-Gavras, un cineasta griego cuya carrera abarca más de cinco décadas. Con su nueva película El último suspiro, que se estrenó en el último Zinemaldia, el director aborda el tema de la muerte digna con un enfoque directo y sin rodeos. A sus 91 años, Costa-Gavras no va a dejar que el tiempo le silencia; más bien, parece hablar con más fuerza que nunca.
En su discurso, Costa-Gavras enfatiza que necesitamos leyes sobre la muerte digna. ¿Te imaginas un mundo donde las personas pudieran decidir cuándo y cómo partir? Esa es la visión que él trae a la pantalla. Hace eco de lo que muchos piensan pero pocos se atreverían a decir: “Los políticos no se atreven a abordar este problema porque temen ir en contra de creencias y religiones”, comenta cinturando el miedo que sienten muchos.
Así, propone una lucha por la valentía en lugar de la pasividad. «No es un problema de dinero, sino de coraje», sentencia. ¿No es fascinante cómo estas grandes figuras del cine están instando a la sociedad a enfrentarse a sus propias verdades? Como espectadores, ¿no deberíamos unirnos a este llamado?
La COVID y su repercusión en nuestra percepción de la muerte
Es curioso cómo acontecimientos globales pueden cambiar nuestra perspectiva de forma dramática. La pandemia de COVID-19 ha demostrado que, aunque evitamos el tema de la mortalidad, al final se convierte en una parte ineludible de nuestra experiencia. Sobre esto, Costa-Gavras hace una observación perspicaz: “Lo que hemos vivido ha transformado nuestra relación con la muerte”. En un abrir y cerrar de ojos, cientos de miles se desvanecieron de nuestras vidas, y poco a poco nos acostumbramos a ello.
Este cambio en nuestra percepción, aunque doloroso, ha abierto la puerta a conversaciones que antes eran casi taboo. Ya no se trata solo de discutir sobre el futuro, sino de entender el presente. Hay algo casi terapéutico en ello, ¿verdad? Hablar sobre la muerte puede ser el primer paso hacia la aceptación.
Sin embargo, esto plantea una pregunta: ¿hemos aprendido a vivir con la muerte, o simplemente la ignoramos de nuevo? Es un desafío eterno, pero creo firmemente que el cine tiene el poder de abrir esos diálogos. Nos lanza esa pregunta incómoda directamente a la cara: ¿Cómo deseas morir? ¿Lo has pensado? Tal vez es hora de abordar ese tema de una vez por todas.
Cine y vida: una conexión inquebrantable
La obra de Almodóvar, Palomero y Costa-Gavras tiene un significado más profundo que el simple entretenimiento. Estas películas abordan la vida en su totalidad, interpelando al espectador a reflexionar sobre cuanto vale vivir con dignidad. Hoy por hoy, la muerte no debería ser un tema aterrador —deberíamos considerarla parte del ciclo de la existencia.
Cada uno de estos directores, a su manera, nos invita a prepararnos. Como dijo Costa-Gavras: «Es crucial estar listo para la partida». ¿Cuántas veces hemos escuchado historias de personas que desearían haber tenido una conversación sincera con sus seres queridos antes de irse? La preparación va más allá de la logística, a un nivel profundamente emocional y espiritual.
Entre risas y lágrimas, entre historias hiladas con caídas dramáticas y risas cómplices, nos queda la certeza de que el cine, tal como la vida misma, es una amalgama de experiencias. En este sentido, la muerte no es un final, sino más bien una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente importa.
Reflexiones finales: el poder de la elección
El cine aborda temas complejos, desafiantes y personales, pero los tres cineastas mencionados comparten una visión común: la importancia de la decisión y la dignidad en el proceso de morir. Nos alientan a adoptar una postura activa, a no dejar el destino de nuestras vidas o muertes en manos de otros, sobre todo en un momento en que las normas y leyes aún son completamente inciertas.
La muerte, al fin y al cabo, es tan natural como el acto de vivir. Pero, en este viaje a través de los relatos de Almodóvar, Palomero y Costa-Gavras, nos damos cuenta de que debemos abrazar esta naturalidad en lugar de temerle. Hacerlo es un acto de amor, hacia nosotros mismos y hacia aquellos que llegan a ser parte de nuestra existencia.
Así que la próxima vez que te encuentres frente a una película que hable de la muerte, no te limites a ver. Pregúntate, reflexiona y, sobre todo, vive. Porque, en última instancia, la vida es un viaje que vale la pena celebrar, incluso cuando nos enfrenta a su inevitable final.