En un mundo donde los videos virales y las tendencias en redes sociales parecen definir el pulso de nuestra cultura, ser un creador de contenido se ha convertido en una de las profesiones más intrigantes y, a la vez, complicadas del siglo XXI. Como cualquier otra carrera, tiene su propia montaña rusa de altibajos, emociones, y, claro, un par de anécdotas que podrían hacernos reír hasta llorar. Así que, prepárate, porque a continuación, nos adentraremos en el universo de un influencer que ha navegado por esta travesía durante más de diez años.
Un viaje que comenzó en 2014: de amateur a profesional
Imagínate esto: el año es 2014, y decides subir tu primer video a Internet. Con cada video que subes, te envuelve la emoción, pero también ese pequeño monstruo del miedo que susurra «¿y si nadie lo ve?» Es una sensación ambivalente que muchos de nosotros hemos experimentado en diferentes contextos, ya sea en una presentación escolar o al intentar hacer ese truco de magia que no salía como esperabas en una fiesta.
El primer video de nuestro protagonista fue un punto decisivo, aunque el camino hacia la monetización fue un tanto tortuoso. «El primer dinero que gané fue en 2015 y, desde entonces, ha sido una montaña rusa de emociones», confiesa. Hacer videos se vuelve una especie de adicción. Asegura que aunque a veces es desalentador y no hay un retorno económico inmediato, algo en su interior lo empuja a seguir creando.
Así que, ¿te imaginas vivir con esa incertidumbre? Algunos días se despierta sintiéndose como un rockstar, y otros como si estuviera hablando a una pared. Y ahí está la clave: la obsesión. Pero, ¿es realmente una obsesión dañina o es solo pasión en modo turbo? Te dejo pensar en eso mientras continúo.
¿La fórmula mágica para ser viral?
Si tan solo existiera un elixir secreto que garantizara un millón de vistas… Pero, lamentablemente, el mundo del contenido es todo menos predecible. «A veces subes un video que crees que va a causar sensación y, en cambio, uno que casi no le prestabas atención se vuelve viral», nos dice con una risa que podría desarmar cualquier tensión en la habitación.
La verdad es que no hay una fórmula mágica. Esto puede ser frustrante. ¿Por qué? Porque ser parte de esta industria significa estar constantemente buscando esa «fórmula» que, francamente, podría no existir. La constancia es clave, pero el azar juega un papel fundamental. ¿No te parece irónico que en un mundo tan controlado por algoritmos, la creatividad aún dependa de la suerte?
Los límites del humor: ¿es humor o es exceso?
En este punto, vale la pena preguntarse: ¿dónde están los límites del humor? Es una pregunta que ha sido objeto de debate en la sociedad actual. Nuestro protagonista ahonda en ello, señalando que una serie de televisión que retrata dramas intensos, como un asesino a gran escala, se acepta sin reparos. Pero, cuando se trata de humor, parece que hay límites que algunos consideran infranqueables. Se puede explicar todo, menos la risa.
«Siempre he sido el ‘payaso’ de la clase», dice, «pero la línea se ha vuelto más borrosa con el tiempo». Y es cierto, ¿verdad? Recordemos que el humor puede ser una herramienta poderosa para lidiar con la adversidad, pero también puede ser malinterpretado. ¿Por qué entonces la gente se siente más cómoda hablando sobre tragedias que sobre chistes? Ciertamente, es un momento interesante para cuestionar nuestras normas sociales.
Responsabilidades de un influencer: ¿un peso o una oportunidad?
En esta búsqueda constante develando la vida de un influencer, la responsabilidad es un tema recurrente. Este creador de contenido tiene opiniones sobre el tema: «A veces un influencer dice algo y la gente lo toma como una verdad absoluta». Reflexiona sobre cómo las personas esperan opiniones expertas de quienes son, en muchos casos, simplemente creadores de contenido.
¿Es justo cargar esos pesos? Tal vez la respuesta no esté tan clara. Ser un creador significa entretener, pero también puede significar ser un referente. Sin embargo, no todos los creadores de contenido son expertos en cada área de la vida. Por lo tanto, ¿qué papel deberían jugar al comentar sobre asuntos complejos?
Es un juego (del cual no tenemos que olvidarnos) de ser auténtico y fiel a uno mismo, así que es comprensible que quiera mantener ciertas opiniones para sí mismo. “Yo hago humor. No soy un activista social, solo quiero hacer reír», dice con sinceridad.
Autocensura: ¿la prudencia es la madre de la seguridad?
Hablar de autocensura es una manera de explorar nuestras propias tendencias a callar lo que sentimos en diferentes contextos. Este creador ha tomado decisiones conscientes sobre lo que comparte: «Si pienso que algo no empatiza con mi audiencia, simplemente no lo hago». Esa es una lección que muchos de nosotros podríamos aplicar a nuestras propias vidas, tanto en redes sociales como en interacciones diarias.
Nos cuenta que, en ocasiones, ha sentido la presión de dar un paso atrás y reflexionar: “A veces hay temas que pueden resultar hirientes para algunos, y no quiero esto en mis videos”. Parece ser que la empatía juega un papel crucial aquí, pero, ¿no sería ideal simplemente poder expresar lo que se siente sin miedo al juicio?
La maravillosa adicción del teléfono
Hablemos sobre la adicción al móvil, ese monstruo al que todos estamos rendidos. Nuestro protagonista admite que tiene una relación complicada con su teléfono. «Es la peor droga del siglo XXI», afirma, y posiblemente no le falta razón.
Es posible que todos, en algún momento, nos hayamos sentido absorbidos por la pantalla, deslizando el dedo hacia arriba y abajo sin pensar. Sin embargo, este creador ha encontrado métodos para reducir su tiempo de pantalla: “Me levanto y no toco mi móvil durante una hora o dos, desayuno, leo”, comparte, agregando un toque de esperanza en un mundo dominado por lo digital.
Quizás, esta sea la parte más reveladora de su experiencia: la lucha constante entre la creación de contenido y la propia salud mental. Después de todo, ¿qué valor tiene ser un influencer si te pierdes a ti mismo en el proceso?
El sueño de ser creador de contenido: ¿es posible para todos?
Cuando pregunta a los niños de hoy qué quieren ser de mayores, la respuesta generalmente no incluye «futbolista», sino «creador de contenido». Atrapados en la fascinación de Ibai Llanos y otros influencers de renombre, es fácil ver por qué muchos se sienten atraídos por esta carrera.
Sin embargo, él es realista al compartir algo fundamental: «No todos vamos a ser Cristiano Ronaldo o Messi». Es crucial recordar que, aunque seguir nuestros sueños es maravilloso, también es fundamental tener una base sólida, ya sea a través de estudios o experiencias laborales. Así que, sí, sigan sus sueños, pero no se olviden de tener un plan B. Porque seamos honestos, la vida no siempre es tan fácil como un video viral.
De reunir melones a reunir seguidores: una transformación impresionante
Cualquier cambio tiene un trasfondo, y la historia de nuestro protagonista comienza de manera modesta. «Mi primer trabajo fue recoger frutas, melones y sandías», confiesa, recordando que ese fue «el peor trabajo de su vida».
Después de un mes, decidió que el trabajo en el campo no era lo suyo. Este punto le llevó a descubrir su pasión por el arte dramático, una transición que sorprendió incluso a su padre. Pero, ¿quién diría que de cargar cajas de frutas pasaría a ser un creador de contenido que entretiene a miles? No deja de ser inspirador.
Preguntas impertinentes y anécdotas curiosas
«¿Cuál es la pregunta más impertinente que te han hecho?», pregunto, intrigado por lo que podría revelar. La respuesta es divertida y un poco inesperada: «Me preguntan a menudo sobre el lugar más raro donde he hecho el amor, y cada vez tengo que improvisar una respuesta diferente». ¡Eso sí que es ingenio!
Es un recordatorio de que, a veces, la vida es un poco absurda y que seguir el ritmo de lo inesperado puede ser una lección gratificante.
Reflexiones finales: la autenticidad en un mundo virtual
La vida de un creador de contenido nos recuerda que, en un fondo de luces brillantes y algoritmos, lo más importante es la autenticidad. A veces, la presión de ser perfecto puede ser abrumadora, pero siempre hay espacio para la risa, la honestidad y, sobre todo, para ser verdaderamente uno mismo.
Así como este influencer ha encontrado su camino, cada uno de nosotros también puede encontrar el suyo, quizás en un campo muy diferente o en un rincón insospechado. Y recuerda, el humor puede ser un refugio en momentos oscuros, pero también una herramienta poderosa para conectar con los demás. Así que, ¡abraza tus sueños y nunca dejes de reír!