La menopausia es un tema de conversación que a menudo se evita, como si fuera el pez que siempre se escurre de nuestras manos en la playa. Quizás porque seas bastante joven o porque simplemente no quieres pensar en los cambios que traerá. Sin embargo, la realidad es que ocuparse de la menopausia antes de que llegue puede ser clave para manejar la transición de forma más suave. Así que, si tienes 30 años o incluso menos, sigue leyendo, porque aquí vienen algunas verdades que probablemente no has considerado.
El viaje hacia la menopausia: ¿cuándo comienza realmente?
La menopausia no ocurre de la nada. En un abrir y cerrar de ojos, ¡pum! Te despiertas un día con sofocos, cambios de humor y la sensación de estar en un programa de supervivencia sin tu sticker de ‘experto’. Pero antes de la menopausia, existe lo que llamamos perimenopausia. Esta es como el trailer de la película de la menopausia, donde uno empieza a experimentar los primeros cambios en la producción hormonal. Y sí, puede comenzar antes de lo que imaginas. Algunos estudios sugieren que puede empezar en los 30.
A medida que los ovarios empiezan a funcionar de manera menos eficiente, los síntomas pueden comenzar con períodos menstruales irregulares y cambios en los niveles de estrógeno. Es como si tu cuerpo decidiera que quiere hacer una reedición de tu ciclo menstrual, pero con una trama más dramática. En este punto, la pérdida de densidad mineral ósea se vuelve un tema serio. Y si te gusta el chocolate, ¡toma nota! Se estima que una mujer sedentaria puede perder hasta un 3% de densidad ósea al año durante la perimenopausia.
Mantente activa: la mejor medicina
Parece obvio, pero te lo diré de nuevo: ¡mover el cuerpo es clave! La movilidad y el ejercicio regular antes y durante la menopausia pueden ayudar a prevenir o, al menos, mitigar muchos de estos síntomas extraños. ¿Nunca has sentido ese momento cuando decides salir a caminar, y el mundo parece un lugar diferente? Así, el ejercicio actúa literalmente como una medicina en movimiento.
Hay estudios que muestran que practicar ejercicio de fuerza no solo mantiene la masa muscular, sino que también ayuda en la salud ósea y mejora el equilibrio. Olvídate de las 10,000 pasos al día; piensa en levantar algún peso o probar ejercicios que realmente desafíen tu cuerpo. Si has estado pensando que el lío de las gomas elásticas de colores es suficiente, quizás es hora de revisar esa mentalidad.
El sesgo en las recomendaciones de ejercicio para mujeres
Siempre hay un sesgo en cuanto a cómo se aborda el ejercicio de las mujeres. Adicionalmente, los estudios a menudo se llevan a cabo con muestras predominantemente masculinas, lo que significa que las recomendaciones pueden ser como tratar de comprar un vestido en una talla que no existe. Un estudio de ScienceNews mostró que solo el 3% de los sujetos en investigaciones sobre rendimiento físico eran mujeres. ¿Y para colmo? Se les recomienda a menudo ejercicios de bajo impacto, cuando muchas estaban listas para levantar grandes pesos y sentirse poderosas.
La cuestión se vuelve más complicada cuando se habla de mujeres activas en la cuarentena. Si haces ejercicios de alta intensidad y pesas, tus necesidades son distintas y más específicas, y te beneficiará mucho más que optar por una clase de yoga suave. ¿No creerías que es hora de redirigir la conversación hacia lo que realmente funciona para las mujeres fuertes y activas?
La menopausia y sus efectos secundarios: ¿qué hace el ejercicio?
Ahora que hemos cubierto el por qué deberías tener en cuenta la menopausia antes de30, vamos a lo que realmente importa: los efectos del ejercicio. Aquí hay algunas formas en las que el ejercicio se convierte en el superhéroe que tu cuerpo necesita.
1. Mejora de la composición corporal
No se trata solo de perder esos kilos de más que parece que se adhieren más fácilmente a medida que envejeces; se trata de preservar la masa muscular. Si bien la delgadez puede ser el estándar de belleza, no permitir que la masa muscular se desmorone es crucial. Con un buen entrenamiento de fuerza, no solo mantendrás tu figura, sino que también te sentirás increíblemente fuerte.
2. Coordinación y equilibrio
Este punto es clave: a medida que envejecemos, nuestro equilibrio y coordinación pueden sufrir, especialmente si nuestros estilos de vida se han vuelto más sedentarios. Las caídas pueden convertirse en un riesgo real. Practicar actividades que desafíen tu equilibrio, como yoga o ejercicios de fuerza en superficies inestables, no solo te mantendrá a salvo, sino que podrás lucir genial haciéndolo.
3. Salud cardiovascular
El ejercicio regular puede hacer maravillas por tu corazón. Las mujeres posmenopáusicas tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, así que ¡a correr! Ojo, no solo porque esté de moda, sino porque realmente mejora tu salud. Entrenar para aumentar tu frecuencia cardíaca no solo te hace sentir viva, sino que puede afectar positivamente tus niveles de estrés.
4. Mejora del sueño
¿Quieres dormir mejor? Haz ejercicio. Es un secreto a voces que cuando te mantienes activa, el sueño nocturno se mejora. ¿Quién no quiere despertar sintiéndose renovada y lista para afrontar lo que la vida le arroje?
Tres errores comunes que pueden complicar el viaje
Con tantos mitos y malas prácticas en circulación, es hora de discutir algunas de las decisiones erróneas que muchas mujeres toman durante la perimenopausia y menopausia.
1. El mantra de “zona 2”
Entrenamiento en la zona 2, la zona de confort… suena bien, ¿no? Pero si te aferras a esto como si fuera la única respuesta, podrías estar limitando tu potencial. No hay problema en incluir sesiones de alta intensidad en tu rutina. Allí es donde se realiza la magia de la composición corporal.
2. El miedo a los carbohidratos
Las dietas bajas en carbohidratos son como el villano en esta historia. Puede que te parezca tentador, pero lo que en realidad necesitas es energía. Así que come carbohidratos en la cantidad adecuada y asegúrate de que tu cuerpo tenga la energía necesaria para el ejercicio.
3. Desconfiar de los suplementos
No todos los suplementos son el “santo grial” que promete hacer maravillas, pero algunos pueden ser útiles. Por ejemplo, la creatina ha demostrado ser eficaz y segura. Puede que no transforme tu vida, pero sin duda, puede ser un buen complemento para tu régimen de ejercicios.
Reflexiones finales: ¿Qué se necesita para ser proactiva?
A medida que nos adentramos en una nueva era donde la salud de la mujer en todas las etapas de la vida está tomando el primer plano, es vital que las mujeres hablen acerca de sus experiencias con la menopausia y el ejercicio. No se trata solo de una etapa de la vida o de simplemente “sobrevivir”.
Recuérdalo: la menopausia no es el final, sino el comienzo de una nueva aventura en tu vida. ¿No sería genial cuidarte y estar mejor equipada para disfrutar cada etapa de tu viaje? Así que no pongas en pausa tu vida activa. Hazlo antes de los 30, porque nunca es demasiado pronto para cuidarte. Y en el camino, probablemente te rías más, te muevas más y, sobre todo, te sientas espectacular.