La masonería española es un tema que evoca profundas emociones y, en muchas ocasiones, controversias. Sin embargo, esta reflexión no se centra únicamente en el misterio que rodea a esta organización, sino que también busca explorar su evolución a lo largo de la historia y su situación actual en un mundo en constante cambio.
Este es un recorrido que se adentra en un universo donde la tradición se fusiona con la modernidad, una encrucijada donde antiguos ritos y símbolos se ven desafiados por la realidad contemporánea. Y sí, queridos lectores, prometo que no se dormirán durante este viaje.
¿Qué es la masonería y cómo llegó a España?
Para aquellos que no están familiarizados, la masonería es como esa familia lejana de la que se habla en las reuniones familiares: algo de misterio, un poco de historia y, a menudo, muchas teorías conspirativas. Fundada en Londres en 1717, la masonería busca la auto-mejora y la búsqueda del conocimiento a través de un rico simbolismo. En España, la historia comenzó a tomar forma durante el siglo XVIII, pero no sin grandes turbulencias.
Imaginen un tiempo en el que ser parte de una logia masónica era sinónimo de valentía y un poco de locura. En tiempos de Franco, esta organización enfrentó una represión brutal que convirtió a muchos de sus miembros en silenciosos guerreros de la luz, ocultándose en la penumbra de la tolerancia. Pero a pesar de su separación y el escaso número de miembros, los masones en España siguen adelante, un poco como esa antigua planta en el jardín de tu abuela que, a pesar de ser ignorada, sigue floreciendo cada primavera.
La represión franquista: un capítulo oscuro
Hablando de Franco, no puedo evitar sentir un escalofrío al recordar cómo este personaje histórico estaba obsesionado con la masonería. Su persecución no solo diezmó las filas masónicas, sino que creó un ambiente de miedo que se extendió como una sombra en la sociedad española. Pero, ¿por qué tanto interés?
Según Valentín Díaz, presidente de la logia ‘Xavier Mina’ en Pamplona, la obsesión de Franco con la masonería es un enigma. De todos modos, estos hechos marcaron la narrativa masónica en España, dejando cicatrices que tardarían en sanar. Si bien en los mejores tiempos la masonería española contó con entre 6,000 y 7,000 miembros, hoy, lamentablemente, somos apenas 4,000, divididos entre la masonería anglosajona y la masonería liberal.
¡Imaginadlo! Una vez más, los masones parecen ser esos magos de la historia que siempre están un paso por detrás, haciendo malabares en un mundo que no siempre les es amigable.
El templo: un espacio lleno de significado
Para entender la masonería, es esencial conocer el “templo”. Este no es solo un espacio físico; es un lugar donde el simbolismo y los rituales se entrelazan en un ambiente de contemplación y fraternidad. La logia ‘Xavier Mina’, en su sede de Pamplona, solo cuenta con 16 miembros en la actualidad, pero cada uno de ellos simboliza la resistencia a un legado de represión.
Dentro de estas paredes, se pueden encontrar artefactos que cuentan la historia. Entre ellos, el ‘ara de los juramentos’, donde la escuadra y el compás se encuentran sobre un ejemplar de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Aquí, cada objeto tiene una historia que contar y un simbolismo profundo. Por ejemplo, las columnas Jaquin y Boaz representan la entrada al Templo de Salomón, invitando a todos a cruzar hacia un mundo simbólico.
Un aspecto interesante es cómo cada reunión, o “tenida”, promete ser un momento de reflexión, aprendizaje y, a menudo, de crecimiento personal. Aquí no hay diferencias marcadas por profesiones o ideologías, todos son “hermanos” en igualdad de condiciones.
Ritos y símbolos: ¿por qué son tan importantes?
Los ritos son la columna vertebral de la masonería. No son solo ceremonias, sino una forma de auto-reflexión y autoconstrucción. Por ejemplo, Díaz menciona que la masonería es una metáfora del oficio de los canteros medievales, quienes labraban piedra. En este sentido, cada miembro de la logia se ve a sí mismo como una piedra en bruto que trabaja para convertirse en una versión más pulida de sí mismo.
¿Alguna vez has sentido que te falta dirección en la vida? Te aseguro que no estás solo. En este contexto, los rituales masónicos parecen ofrecer una especie de brújula, ayudando a los individuos a trazar un camino hacia su crecimiento personal y espiritual.
La actual situación de la masonería en España
El estado actual de la masonería en España es un reflejo de su historia reciente. Las divisiones entre la masonería anglosajona y la liberal han generado un paisaje fragmentado que resulta difícil de navegar. La masonería masculina, por ejemplo, perpetúa la exclusión de las mujeres, mientras que la liberal ha tomado un enfoque más inclusivo.
A pesar de estos desafíos, hay un aire renovado de esperanza. Muchos masones trabajan para redefinir lo que significa ser parte de esta tradición en el siglo XXI. Después de todo, el mundo ha cambiado, y la masonería, aunque anclada en tradiciones antiguas, está buscando maneras de adaptarse y crecer.
Díaz, con su espíritu optimista, ha señalado que el ambiente en las logias es “magnífico”, resaltando la importancia de las relaciones fraternales. ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de una conversación profunda sin distracciones del mundo exterior? En este espacio, los masones parecen encontrar ese refugio.
Conversaciones más allá de la política y la religión
Una interessante regla en las reuniones masónicas es que no se discute política ni religión. Pero, ¿qué hacen los miembros después de la reunión? En una especie de ritual informal, se desata el habla y pronto están debatiendo sobre cualquier tema, incluso sobre fútbol. Imagine un grupo de hombres y mujeres, en ropajes formales, hablando acaloradamente sobre quién ganará la próxima liga. La imagen es, al menos, pintoresca.
Esto trae un elemento humano a la experiencia masónica. A pesar del simbolismo y la seriedad de los rituales, al final del día, son simplemente personas haciendo conexiones, apoyándose mutuamente, y sí, compartiendo risas. ¿No es eso lo que todos anhelamos en nuestras vidas?
La masonería como símbolo de resistencia y transformación
Volviendo al principio, la masonería en España ha enfrentado numerosas adversidades a lo largo de su historia. Hoy, los masones son portadores de un legado que se entrelaza con la lucha por la libertad y la autoexpresión. A pesar de las divisiones y la dura represión histórica, están en un camino de reconstrucción, esperando que el futuro les brinde la oportunidad de florecer.
Quizás, al final, la masonería nos ofrece algo más que un simbolismo antiguo. Nos recuerda que, sin importar la adversidad, la búsqueda del conocimiento, la verdad y la fraternidad siempre puede prevalecer. Es como ese viejo refrán que dice: «Lo que no te mata, te hace más fuerte». Para la masonería en España, ha sido más que eso; ha sido una oportunidad para transformarse.
Conclusión: el futuro es incierto pero esperanzador
Así que, ¿qué nos depara el futuro? Muy difícil de predecir. La masonería en España está en una encrucijada. Sin embargo, cada miembro, con su deseo de auto-mejora y conexión, informa el camino hacia adelante. Y a medida que abrazan la modernidad, están redefiniendo no solo su propia identidad, sino también el papel que pueden jugar en la sociedad actual.
Al final del día, recordar que somos humanos, con nuestras historias, miedos y esperanzas, puede ser el sello más importante de la masónería. Así que si alguna vez se encuentran con un masón o cruzan caminos con alguien que ha participado en una logia, recuerden que, detrás de la vestimenta formal y los símbolos misteriosos, hay seres humanos en búsqueda de su mejor versión. ¿No es un viaje que todos deberíamos considerar?