En el corazón de Palma, un auténtico culebrón educativo ha tomado vida: la reestructuración del IES Politècnic. En vez de hablar del último escándalo de alguna celebridad en Instagram o criticar a algún político en el Congreso, hoy nos enfocamos en una historia muy real y conmovedora que involucra a estudiantes, profesores y el sistema educativo balear. Así que prepara tu taza de café, siéntete cómod@ y acompáñame en este viaje por el emocionante (y a veces desafiante) mundo de la educación.

El IES Politècnic: Un emblema de la educación en Mallorca

Imagina un lugar donde generaciones de alumnos han forjado su futuro desde 1932. Ese es el IES Politècnic, el primer centro en ofrecer formación profesional reglada en la isla. Desde su inauguración, ha crecido y evolucionado, adaptándose a las necesidades de los estudiantes y la sociedad. Hasta hace poco, ofrecía educación secundaria y bachillerato, pero… ¡sorpresa! El Govern balear ha decidido que esto ya no es lo prioritario.

Todo comenzó hace unas semanas, cuando un rumor comenzó a tomar fuerza: el IES Politècnic desaparecería como centro de educación secundaria y bachillerato. En su lugar, se transformaría en un Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP). ¿Te imaginas recibir esa noticia y quedarte pensando: «¿Realmente esto está pasando?»?

La voz de los afectados

Más de 300 alumnos y alrededor de 70 docentes se enfrentan a un futuro incierto. Aquellos que vieron el Politècnic como su segundo hogar ahora sienten que se les arrebata su derecho a elegir su educación. Magdalena Vázquez, profesora de inglés, es uno de los rostros visibles de la lucha: «No sabemos a dónde iremos, no hay claridad». Esto no es solo una cuestión de reestructuración; es una cuestión de derechos, de sentir que su voz importa.

Te cuento una anécdota personal: un día, mientras esperaba en la sala de espera de un médico, vi a un grupo de niños jugando en un rincón. Uno de ellos decía: «Cuando crezca, quiero ser astronauta». El otro le respondió: «¿Pero qué pasa si no tienes un cohete?». Ese fue el momento en el que comprendí que, al final del día, todos buscamos volar alto. La educación debería ser el cohete que nos impulsara hacia nuestras metas. Pero, ¿cuántas familias tendrán ahora que replantearse su futuro?

La dualidad de la educación: Formación Profesional versus Bachillerato

Mientras el Govern argumenta que la reestructuración se debe a una creciente demanda de la Formación Profesional, muchas voces disienten. Pablo, un estudiante de secundaria, comparte su preocupación: «¿Qué pasará con los que quieren hacer bachillerato? ¿Tendremos que cambiar de centro en medio de nuestros estudios?» Lo que se siente es un miedo palpable a perder no solo su lugar educativo, sino también su comunidad.

La profesora de FP, María José Baena, tiene una visión interesante: «No estoy en contra de la expansión de la FP, pero ¿quién piensa en los más jóvenes? La realidad es que su experiencia y formación están en juego. Todo esto se siente como un gran juego de ajedrez donde se sacrifica a los peones sin ver las repercusiones».

Viví una situación similar en la universidad, cuando decidieron cerrar un programa de estudios que había estado ahí por décadas. La sensación de pérdida y desamparo fue abrumadora. ¿Cuántos sueños se están desvaneciendo en este proceso?

Protestas: La voz del alumnado

Las calles de Palma han sido testigos de un mar de carteles con lemas como «Defendamos la escuela pública, salvemos el Politècnic». Los estudiantes han alzado la voz, reclamando su derecho a una educación de calidad. Un grupo de alumnos, liderado por Tomás, organizó una manifestación que reunió a cerca del 90% del alumnado. «Lo hicimos por nuestros compañeros, por los que aún están en la ESO», comentan con convicción. Es, sin duda, un acto valiente de resistencia frente a una estructura que parece intuír que hacerlo es innecesario.

Utilizando la #DefendamosElPolitècnic, se han creado campañas en redes sociales para visibilizar su situación. Es fascinante cómo las nuevas generaciones usan las herramientas digitales para dar continuidad a sus voces. ¿Te imaginas cómo hubiera sido esto en mi época? ¡Un simple cartel había que imprimir y distribuir!

La incertidumbre en el aire

Con cada reunión que se lleva a cabo entre docentes y el Govern, la ansiedad crece. El director del Politècnic, Xavier Caparrós, también se siente atrapado en esta vorágine. En sus palabras: «La gente ha hecho un proyecto de vida, se han mudado a esta zona con la esperanza de que su futuro educativo esté asegurado. Ahora se enviarán a no se sabe dónde». ¡Eso sí que es un estrés!

Imagina, por un momento, ser un padre que ha hecho todo lo posible para asegurarse de que su hijo tenga la mejor educación posible. ¿Te gustaría que, de la noche a la mañana, se le dijera que sus sueños se disuelven en el aire?

La voz del Govern: ¿realmente están escuchando?

Desde la Consellería de Educación, la justificación detrás de esta reestructuración se presenta como una nueva estrategia para adaptarse a los tiempos modernos. ¡Claro! La idea de ser el nuevo niño popular en la escuela parece genial. Sin embargo, se cuestiona si la educación debería basarse en rectas dinámicas o simplemente dejarse llevar por la ola del capitalismo educativo.

Uno podría preguntarse: ¿es una buena idea calentar la silla de los inversores de fondos que saborean la educación como un pastel de cumpleaños? Tal vez lo importante sea asegurarse de que, en esta vorágine de cambios, la esencia de la educación pública no se pierda en el camino.

La realidad se asoma: ¿quién paga el precio?

Lo que lamentablemente no queda claro es lo que sucederá con aquellos que no pueden pagar la tuition de centros privados. Muchos de los estudiantes apuestan por la educación pública como su primer recurso, no como una segunda opción. Alexandra, una estudiante de bachillerato, dice: «Esto provoca una masificación de aulas que seguramente alimentará la falta de atención y recursos que ya experimentamos».

Esta reflexión me hizo recordar mis años en la universidad. Aquellos días en que luchábamos por ser escuchados, reclamando espacios que claramente no estaban diseñados para nosotros. ¿No es irónico que, a veces, educar llegue a ser un verdadero campo de batalla?

Cerrar o adaptarse: El dilema del IES Politècnic

Todos los ojos están puestos en el futuro del IES Politècnic. La comunidad educativa está trabajando para presentar informes de viabilidad que sustenten la coexistencia de la educación secundaria y la Formación Profesional. La lucha no se trata solo de un cambio de nombre o de programas. Se trata de una comunidad unida, de recuerdos, de quienes han pasado por esos pasillos y han dejado su huella.

Y eso es realmente lo que importa, ¿no? Más allá de la política y la burocracia, lo importante son las vidas que se ven afectadas por decisiones que parecen tomadas a mil kilómetros de distancia. La pregunta es: ¿estará el Govern dispuesto a escuchar el clamor de sus ciudadanos y adaptarse a las verdaderas necesidades de la comunidad educativa?

Conclusiones: un llamado a la acción

El caso del IES Politècnic nos invita a reflexionar sobre cómo queremos que sea el futuro de la educación pública en nuestro país. ¿El camino se dirige hacia la privatización y la exclusión o hacia la inclusión y la calidad educativa? Si una cosa es cierta, es que la comunidad tiene un papel fundamental que desempeñar.

Así que, querido lector, quiero invitarte a involucrarte. Hacer eco de la voz de aquellos que luchan por una educación pública y de calidad es más importante que nunca. Como bien dicen: «El conocimiento es poder». En este caso, el poder de decidir nuestro futuro educativo, un futuro que debería ser compartido, justo y accesible para todos.

En esta era de cambios y transformaciones, la lucha por la educación pública del IES Politècnic no es solo una batalla local. Es un reflejo de una lucha mayor que trasciende fronteras, un llamado a la defensa de lo que realmente importa. Así que, ¿estás listo para unirte a esta causa? ¡Porque la educación nunca ha sido solo un derecho, sino una necesidad vital y un lujo que todos merecemos disfrutar!