En un mundo donde las jugadas de poder son más volátiles que los temperamentos de las estrellas de Hollywood, surge un movimiento que, en lugar de ser noticia por un escándalo, se convierte en un faro de esperanza y dignidad. La reciente iniciativa ‘Grandes’, llevada a cabo en Madrid por ASISPA y la asociación La Barandilla, nos invita a reflexionar sobre un tema que rara vez se discute abiertamente: el edadismo.

¿Qué significa realmente edadismo?

El edadismo, esa palabra de cinco sílabas que a pesar de su longitud tiene un impacto devastador, se refiere a la discriminación basada en la edad. Se presenta de múltiples formas, desde comentarios despectivos hasta la exclusión de personas mayores en la vida social. Tal como lo expuso Elena Sampedro, directora de ASISPA, el edadismo es la tercera causa de discriminación a nivel mundial, detrás del sexo y la raza. ¿Te imaginas ser juzgado solo por el número de velas en tu pastel de cumpleaños? ¡Es ridículo! Después de todo, todos algún día seremos mayores, a menos que tengamos un contrato con algún ser sobrenatural.

La buena noticia es que la iniciativa ‘Grandes’ busca visibilizar y concienciar sobre este problema que tanto daño provoca a nuestros mayores. Pero, ¿cómo lo hicieron?

Un desfile de dignidad y empoderamiento

Imagina un desfile donde las verdaderas estrellas de la pasarela no son modelos de tallas cero, sino personas de la tercera edad que, a pesar de los estereotipos, decidieron salir a lucir lo que ellos mismos diseñaron. Así comenzó la historia del desfile ‘Grandes’, que tuvo su origen en una masterclass de moda con el renombrado modisto Manu Sánchez. En un mundo donde las tendencias de la moda parecen cambiar más rápido que la temperatura en primavera, los participantes de este evento trabajaron juntos para crear sus propios trajes, rompiendo el molde de lo que tradicionalmente se espera de una pasarela.

“Me siento afortunada porque mi familia me tiene en palmitas…” dice uno de los participantes. Esto no es solo un desfile; es un grito colectivo contra la invisibilidad y el desprecio, que tantas veces enfrentan nuestros mayores.

Los nombres de los artistas que participaron, desde Nieves Herrero hasta Los Morancos, solo demuestran que este movimiento no solo es un esfuerzo local, sino que ha resonado a nivel nacional. Detrás de cada sonrisa, detrás de cada paso en la pasarela, hay una historia de resiliencia, dignidad y, sobre todo, un anhelo profundo de ser incluidos en la sociedad.

La voz de la experiencia: anécdotas que conmueven

Un aspecto fascinante de este evento es la diversidad de historias y experiencias que cada uno de los participantes trajo a la pasarela. Personalmente, me recuerda a la historia de mi propia abuela, que a sus 85 años aún espera que la elijan como actriz de reparto en una película de Tarantino. Sí, es un poco exagerado, pero su espíritu indomable es un recordatorio de que nuestros mayores tienen mucho que ofrecer.

Entre las anécdotas que escuché en el desfile, hay algo que se mantiene constante: todos quieren ser escuchados. Muchos participantes compartieron el dolor de la soledad y la dificultad de ser ignorados por sus propios hogares. “Hay jóvenes que se meten mucho con la población mayor”, comentó uno de los abuelos, reflejando una realidad que no podemos ignorar. Es imperativo que la sociedad, no solo los jóvenes, reconozcan el valor y la riqueza que cada persona mayor aporta.

¿Por qué es importante visibilizar el edadismo?

Al hablar sobre la importancia de movimientos como ‘Grandes’, no solo estamos celebrando el estilo y la creatividad, sino que también estamos subrayando la necesidad urgente de la concienciación social. ¿Te has detenido a pensar cómo sería tu vida en un mundo donde te ignoran por tu edad? La soledad, el aislamiento, la depresión: son enemigos silenciosos que acechan y que, si no lo hacemos, podrían afectar a tantos que tanto han dado por nosotros.

Como dice Elena Sampedro, “Evitar el edadismo no cuesta dinero ni trabajo”. Es una cuestión de educación, de ser más empáticos y de recordar que todos queremos ser vistos, apreciados y, sobre todo, respetados.

Las estadísticas no mienten

Según diversas organizaciones, los estudios muestran que el edadismo no solo lleva a la discriminación social; también tiene implicaciones en la salud física y mental de las personas mayores. El aislamiento social puede resultar en condiciones más graves, y sin duda, estos datos son alarmantes. ¿Cuántos de nuestros seres queridos no sienten la presión de ser invisibles, de estar fuera de juego? La iniciativa ‘Grandes’ no es solo importante, es vital.

Celebridades unidas por una causa noble

Además, la participación de celebridades en este evento pintó un cuadro aún más llamativo. La unión de estos rostros conocidos no solamente atrae atención, sino que también crea un espacio para el diálogo. Al tener a figuras públicas apoyando la causa, la visibilidad de la problemática aumenta, y el mensaje se extiende aún más. La sociedad necesita un cambio y, como dice el viejo dicho, “la unión hace la fuerza”.

Lo que viene: ¿Un futuro libre de edadismo?

Así como se ha luchado contra otras formas de discriminación, como el racismo y el sexismo, la batalla contra el edadismo también es una cuestión de dignidad humana. Estamos en un momento histórico donde el mundo está más abierto a entender y aceptar la diversidad en todas sus formas. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a abogar por nuestros mayores y a asegurarnos de que no se queden atrás?

Cada paso que demos hacia la eliminación del edadismo será un paso hacia un futuro donde todas las generaciones puedan coexistir en armonía, donde cada persona se sienta valorada independientemente de su edad.

Conclusiones sobre la iniciativa ‘Grandes’

La vida no termina a los 65, 70 o 80 años; de hecho, para muchos, puede ser el comienzo de un emocionante capítulo lleno de nuevas experiencias. La iniciativa ‘Grandes’ en Madrid nos recuerda que la creatividad, el humor, la sabiduría y el poder de la experiencia son tesoros que deben ser compartidos y celebrados.

Si alguna vez te has sentido menospreciado por tu edad o has visto a alguien a quien amas ser tratado injustamente, recuerda este evento. Recuerda que hay muchas personas trabajando para cambiar esta narrativa y luchar por la dignidad de nuestros mayores. Y la próxima vez que veas a una persona mayor, ¿por qué no te detienes a sonreír y preguntarles sobre su historia? Podrías descubrir un mundo de sabiduría que solo espera ser compartido.

En conclusión, la lucha contra el edadismo es una batalla que todos debemos adoptar. Si el desfile de ‘Grandes’ ha demostrado algo, es que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar la percepción de la edad. Tal vez, solo tal vez, el mundo se vuelva un poco más amable.

Así que, ¿estás listo para unirte a la lucha contra el edadismo?