Cuando pensamos en viajar a Japón, es casi instantáneo que se nos vengan a la mente los rascacielos de Tokio, los templos zen de Kioto y tal vez, si estamos un poco más aventureros, la comida callejera de Osaka. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que Japón es un mar de experiencias culturales riquísimas que esperan ser descubiertas, lejos del bullicio de las grandes ciudades? Vamos a explorar juntos estos destinos menos frecuentados y, quizás, un poco más auténticos.
Un aumento turístico sin precedentes
¡Ah, el turismo! Esa hermosa danza entre el deseo de conocer y la sobrecarga de los lugares más instagrammeables. En el año 2024, Japón no solo fue un imán para los viajeros, también fue capaz de atraer a nada menos que 807,800 turistas australianos. ¡Brutal! Esta cifra no solo superó su anterior récord de 2019 en casi 200,000 personas, sino que también generó una sobrecarga en áreas clave como Tokio, Kioto y Osaka. Te lo digo desde ya, quienes estuvieron allí pueden confirmar que estuvo más repleto que el tren de la serie Shingen no Kyojin.
¿Adónde se fueron todos?
La avalancha de turistas dejó a muchos buscando alternativas, y ahí es donde entra el mensaje de Naoki Kitazawa, director de la oficina de la JNTO en Sidney, quien nos invita a redescubrir Japón. “Es fundamental que reconsideremos nuestros itinerarios”, dice, mientras yo me imagino a un tipo australiano, carne a la parrilla en mano, mirando un mapa de Japón y preguntándose por qué hay tanto atasco en Shibuya. ¡Dame un sake y un onsen en un pueblito remoto, por favor!
¿Y cuáles son esos destinos menos saturados pero igual de increíbles? Aquí es donde comienza la aventura.
Tohoku, la belleza escondida
En el norte de Japón, Tohoku es un lugar que promete experiencias auténticas y una conexión genuina con la cultura local. Entre las montañas, la historia y los tradicionales baños onsen, esta región tiene un encanto desenfadado que es difícil de resistir. Si te gusta el senderismo, debes probar los senderos de Okanoyama in Tohoku. Pero no te olvides de llevar tus botas, que más vale mojarse los pies en un onsen que en un charco.
Y hablando de onsen, ¿sabías que el proceso de preparación del agua termal tiene que ver con una antigua leyenda sobre un dragón? Esto no es solo un baño, ¡es casi un ritual!
Kanazawa, la perla de los samuráis
¿Te imaginas caminar por calles donde los samuráis solían pasearse con su espada? En Kanazawa, eso es exactamente lo que puedes hacer. Este lugar combina hermosos jardines, museos de arte y una experiencia culinaria excepcional. Se dice que el Kaiseki de Kanazawa es una de las mejores en Japón; es como un viaje en sí mismo, donde cada plato cuenta una historia. Tal vez puedas hacer una parada para intentar pescar camarones, ¡una tarea que suena fácil hasta que el camarón se da cuenta de que estás utilizando una caña de pescar en lugar de un cesto!
Naoshima y la fusión de arte y naturaleza
Si eres un amante del arte, entonces Naoshima es el destino que no sabías que necesitabas. Esta pequeña isla en el mar de Seto se ha convertido en un santuario para artistas contemporáneos. Desde los gigantescos escultores de Yayoi Kusama hasta las instalaciones de Tadao Ando, hay creatividad en cada rincón.
Pero más allá del arte, este lugar respira tranquilidad. La combinación de arte y naturaleza hace que sea un espacio donde puedes reflexionar, algo que, admitámoslo, todos necesitamos en algún momento. Además, no hay nada más refrescante que tomar una taza de café mientras miras el mar, lejos de las multitudes y el ajetreo. Por cierto, si ves una vaca de colores, no estés sorprendido, es parte del arte moderno.
La era del sake
Hablemos de sake, esa bebida milenaria que llega a ti en una copa diminuta. Esta deliciosa bebida se ha convertido en un símbolo de la cultura nipona. Sin embargo, la pandemia obligó a muchas cervecerías, como Sasaki Shuzo, a abrir sus puertas al turismo. Esto brinda a los visitantes la oportunidad de ver cómo se elabora el sake, y, por supuesto, participar en las degustaciones. Lo más divertido es que, al final, siempre hay un «kanpai» por el nuevo amigo japonés que te acabas de hacer.
El sake ha sido reconocido por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial y visitar estas cervecerías no solo apoya a la economía local, sino que también te conecta con la historia detrás de cada sorbo.
La experiencia de un turismo más responsable
Todo esto lleva a un punto fundamental: el turismo responsable. Al elegir destinos menos congestionados, ayudamos a preservar no solo lo que estamos visitando, sino también la forma de vida de las comunidades que ahí habitan. Así que, en lugar de luchar por una selfie frente a un templo abarrotado, ¿por qué no considerar pasar tiempo en un festival local? Literalmente, te llevarás a casa un trozo de su cultura.
Este es un mantra que los viajeros deben adoptar. Al final del día, la experiencia cultural no debería medirse por las fotos que subes a Instagram, sino por las historias vividas y compartidas.
Una conexión más profunda
El turismo en Japón está evolucionando. Pasar de un enfoque centrado en las multitudes a uno de conexiones significativas con los locales puede ser la clave para una experiencia enriquecedora. Hay algo especial en escuchar historias de vida, experimentar la cocina local y maravillarse con la belleza sin los filtros de los influencers (aunque, admito, a veces los filtros son necesarios).
Puede que un día, mientras te relajas viendo los cerezos en flor en Tohoku o te dejas deslumbrar por la arquitectura de Naoshima, te des cuenta de que has dejado atrás el turismo tradicional. La barreara entre el viajero y el local se desvaneció. Te vuelve a preguntar; ¿no es así como debería ser?
Conclusión: el viaje es solo el comienzo
Así que, cuando planifiques tu próximo viaje a Japón, ten en cuenta que la aventura y la verdadera esencia de este país pueden encontrarse donde menos lo esperas. Los lugares menos populares te ofrecen riqueza cultural y conexiones humanas que a menudo se pierden en las multitudes de Tokio o Kioto.
En resumen, si te atreves a salir de los caminos más transitados y abrazar lo desconocido, Japón te está esperando con brazos abiertos. ¿Te sientes listo para iniciar este viaje? ¡Asegúrate de llevar tu espíritu aventurero y una buena cámara! Al final, lo que importa no son solo las fotos, sino los recuerdos que habrás creado. ¡Kanpai!