El cambio climático no es solo una palabra de moda que se menciona en las noticias. Es un problema urgente que afecta profundamente nuestro presente y tocará la puerta de los futuros que estamos construyendo. La climatóloga Ruth Cerezo-Mota expresa, con una sinceridad desgarradora, cómo su fe en la capacidad de respuesta de los gobiernos se ha desvanecido tras años de advertencias ignoradas. A veces me resulta prácticamente imposible no sentirme desesperanzada y hundida, dice Cerezo-Mota, con razón, sobre el impacto devastador que hemos visto en forma de inundaciones, incendios y sequías en los últimos años.

La desesperación de una científica

Imagina dedicar tu vida a estudiar un fenómeno del que cada vez más personas parecen escapar a la vista. Cerezo-Mota tuvo su punto de inflexión en una reunión de científicos en Singapur, donde se discutió la relación entre el aumento de las temperaturas y las extremas condiciones climáticas que ya estamos enfrentando. ¡Vaya momento de revelación! «Me deprimí», dice, ya que entender la magnitud de la crisis puede ser realmente abrumador. Es como adquirir un smartphone de última generación y darte cuenta de que solo sabes usar el botón de encendido.

Ser testigos de cómo el mundo cambia a un ritmo alarmante y saber que la mayoría ni siquiera está prestando atención es, sin duda, desalentador. Sin embargo, Cerezo-Mota y sus colegas han decidido seguir adelante, empujando sus investigaciones hacia la luz para que nadie pueda alegar que no sabían.

Una preocupación global: el futuro que nos espera

La frenética carrera por un futuro más seguro parece estar marcada por palabras como «inacción» y «negligencia». Compartiendo la visión de Cerezo-Mota, expertos en cambio climático en todo el mundo están pronosticando un aumento de 3 ºC en el futuro. Este no es un simple número; significa sufrimiento humano, desplazamientos masivos y anhelos cada vez más lejanos de los que alguna vez consideramos un estándar de vida.

Un estudio hecho por The Guardian revela que el 77% de los expertos cree que las temperaturas llegarán a 2,5 ºC por encima de los niveles preindustriales. Imagina un mundo con inundaciones tremendas, hambrunas, y conflictos, donde los puntos de inflexión climáticos no sean más que una pesadilla que se vuelve realidad. ¿Es así como imaginamos nuestro futuro?

El IPCC: Guardianes del conocimiento climático

Si existe un grupo que ha dedicado sus esfuerzos a comprender y mitigar el cambio climático, es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Desde su creación, ha generado informes que son prácticamente la biblia del clima, advirtiendo a la humanidad sobre los peligros del calentamiento global. A lo largo de décadas, sus resultados son una mezcla de ciencia dura y una dosis de esperanza que se desvanece rápidamente.

Mientras que la ciencia detrás del cambio climático es sólida, la política parece estar atrapada en un bucle de incertidumbre. Científicos como Lisa Schipper y Camille Parmesan, entre otros, han mencionado que la voluntad política (o la falta de ella) es uno de los principales obstáculos para la acción. Es frustrante, más aún cuando se observa que en situaciones graves, como la pandemia, se han destinado billones a la recuperación, pero también hay dudas sobre la disposición a gastar miles de millones para combatir el cambio climático.

El contraste entre cálculos y realidades

La humanidad ha estado lidiando con un calentamiento de 1,2 ºC en los últimos años, y ya hemos visto cómo este incremento ha desencadenado desastres por todo el planeta. ¿Estamos preparándonos para manejar 3 ºC más? Expertos como James Renwick han advertido que el cambio climático puede destrozar nuestro tejido social, afectar nuestra forma de vida, y peor aún, costar millones de vidas.

Aquí vemos un juego de poder: los países ricos que históricamente han sido los más culpables del calentamiento global continúan siendo los que fijan la agenda. Como dice Aditi Mukherji, los países de altos ingresos han agotado las emisiones permitidas mientras los países en desarrollo se ven abocados a la lucha. Es una jugada de ajedrez donde el jaque mate está reservado solo para aquellos que no comprenden los riesgos latentes.

¿Es el objetivo de 1.5 ºC un espejismo?

En 2015, el mundo aplaudió el acuerdo de París, que estableció el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 ºC. Sin embargo, ahora parece más un ideal inalcanzable. Muchos expertos del IPCC están de acuerdo en que el objetivo ha muerto. Si piensas en ello, este cambio de perspectiva puede sonar desalentador y podría generar esa sensación de “bueno, ¿ya para qué?” en muchos. Pero no se desanime, porque todavía hay esperanza.

Maisa Rojas, una de las pocas expertas que se mantiene optimista acerca del futuro, señala que los avances en tecnologías renovables y la urgencia de la adaptación pueden derribar las barreras actuales. ¡La tecnología está avanzando más rápido de lo que la mayoría de las personas piensa!

La desinformación como un enemigo silencioso

Desgraciadamente, la lucha contra el cambio climático también se complica por la desinformación. El escenario actual nos muestra que la incapacidad para comunicar nuestros hallazgos a un público más amplio es, sin lugar a dudas, una gran barrera. A menudo, el deseo de seguir la corriente puede llevar a cerrar los ojos ante la realidad, como cuando fingiéramos que no oíamos la alarma del despertador por la mañana con la esperanza de que algunos minutos más de sueño cambiarán el mundo.

¿Quién tiene la solución? Los científicos sugieren que la respuesta está en la educación y en la visualización de las consecuencias. Ellos mismos, en distintos puntos de sus vidas, han buscado formas de visibilizar esta problemática. Cada uno de ellos no solo trabaja para un futuro próspero, sino también para el presente.

La necesidad de unidad y solidaridad

En medio de todo esto, muchos expertos han dicho que la solidaridad global es la solución. Necesitamos unir esfuerzos, trabajar juntos y encontrar un terreno común en lugar de dejarnos arrastrar por nuestras diferencias. Por mucho que parezca un plan a largo plazo, pequeños cambios pueden desencadenar acciones a gran escala. A veces, abrir una conversación sobre dicha crisis puede marcar la diferencia.

Algunos científicos han elevado la voz y han proclamado que la acción civil puede ser un camino efectivo. Tal vez no podemos cambiar el mundo de la noche a la mañana, pero sin duda podemos empezar a plantar esas semillas hoy para un futuro más saludable. Pregúntate: ¿estamos haciendo suficiente para abordar este desafío?

Más allá de las sombras del pesimismo

Sí, el camino por delante parece estar plagado de desesperanza y dificultades. Pero también hay luces en esta penumbra. La energía renovable está creciendo, el interés por la sostenibilidad se está intensificando y, lo más importante, las nuevas generaciones están más alertas y mejor informadas sobre estos temas.

Espero que todos nosotros, jóvenes y mayores, podamos cruzar este puente hacia un futuro sostenible. Como dijo Cerezo-Mota, al ver a los jóvenes luchar, puede que aún haya un rayo de esperanza. Quizás habrá un cambio significativo en la forma en que la humanidad escogió enfrentar este desafío monumental.

Reflexiones finales: un futuro que depende de nosotros

En resumen, el cambio climático representa una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad. Estamos en una encrucijada donde nuestras acciones definirá el futuro no solo para nosotros, sino para las generaciones que aún no han nacido. No debemos caer en la desesperanza. Si la comunidad científica nos dice algo, es que el cambio es posible si estamos dispuestos a luchar por él.

Así que, cuando te enfrentes a la pregunta, «¿qué puedo hacer yo?» recuérdalo: cada pequeña acción cuenta. Desde reducir los desperdicios, promover energías limpias, hasta educar a otros sobre la crisis climática. Después de todo, el futuro del planeta está en nuestras manos.

No olvidemos la fuerza de las comunidades, el poder de la educación y la urgencia de un cambio social coherente. La historia todavía se está escribiendo, ¡y tenemos la oportunidad de ser protagonistas de un capítulo mucho más esperanzador y sostenible!