La memoria histórica es un concepto que, por su propia naturaleza, se adentra en los rincones más oscuros de nuestro pasado y nos invita a reflexionar. Recientemente, Podemos Asturias ha denunciado un episodio que pone en cuestión nuestra convivencia democrática: unas manifestaciones de exaltación del franquismo en una discoteca de Arriondas. ¿Estamos acaso en un ciclo de repetición de errores del pasado?
La arenga a la juventud y la nostalgia de un pasado oscuro
En un día cualquiera—por ejemplo, un fin de semana en el que uno espera relajarse y disfrutar con amigos—lo que ocurrió en una discoteca de Arriondas no solo es inquietante, sino que es una llamada de atención. En este local, se escucharon cánticos que celebraban al dictador Francisco Franco, incitando a los jóvenes a sumarse al saludo fascista. Alguien, micrófono en mano, prácticamente orquestó un coro de jóvenes a favor de un régimen que dejó cicatrices profundas en nuestra sociedad.
Si alguna vez han estado en una discoteca, sabrán que no es el lugar donde esperarían escuchar este tipo de exaltaciones. En general, las discotecas están para bailar y disfrutar, no para recordar épocas que preferiríamos olvidar. Pero aquí, entre ritmos y luces, el pasado oscuro asomó la cabeza de forma inesperada.
Un vistazo a la Ley de Memoria Democrática
El grupo político ha señalado que estos actos no solo son una violación ética, sino que están en contra de la Ley de Memoria Democrática, promulgada el 19 de octubre de 2022. El artículo 38 de esta ley establece que “se considerarán actos contrarios a la memoria democrática (…) la exaltación personal o colectiva de la sublevación militar”. Aquí es donde las cosas se complican: ¿hasta qué punto el entretenimiento se convierte en un acto de desprecio hacia las víctimas de dictaduras pasadas?
Como amante de la historia, me resulta fascinante cómo nuestras raíces pueden influir en nuestro presente. No se trata solo de recordar; se trata de aprender. Y, sinceramente, ¿no es nuestra responsabilidad asegurarnos de que las lecciones del pasado no se desvanecen en la bruma de la nostalgia falsa?
La intervención de la Fiscalía, ¿es suficiente?
Podemos Asturias ha exigido a las autoridades competentes actuar con seriedad e intervenciones efectivas. Ellos piden que tanto la Dirección General de Memoria Democrática como la Fiscalía abran investigaciones. La pregunta es: ¿somos realmente conscientes de lo que está en juego aquí? Este tipo de actos odiosos no se deben minimizar; en cambio, deberían ser una declaración de intenciones para todos nosotros.
Como sociedad, la cuestión esencial es si permaneceremos callados ante esta situación. La reticencia a actuar podría ser vista como complicidad en la repetición de un legado que no solo es vergonzoso, sino doloroso para muchos.
La importancia de la memoria histórica en nuestra sociedad
La memoria histórica no es solo un homenaje a aquellos que sufrieron; es una herramienta que podemos utilizar para construir un futuro mejor. Una cultura en la que el odio puede ser seductor, pero que debe ser confrontada. ¿No les parece irónico que en tiempos en que la conectividad está al alcance de nuestras manos—con información que fluye como un río—sigamos permitiendo que la ignorancia prevalezca?
Recientemente, en una conversación con un amigo que es historiador, él mencionó algo muy interesante: que a menudo no se trata solo de conocer la historia, sino de comprender sus implicaciones. Es como leer un libro que, aunque fascinante, tiene un final trágico. Si no lo tenemos claro, podemos caer en la trampa de repetir los mismos errores.
Un recado a la juventud: la responsabilidad del presente
Este episodio en Arriondas debería ser un punto de inflexión. La juventud que estaba allí, ¿dónde estaba la voz crítica que pregunta: “¿Por qué celebramos esto?” En una época donde la conciencia social está en aumento, es crucial que los jóvenes tomen la batuta de la lucha contra el extremismo.
Visualizando la situación, no puedo evitar recordar muchas noches de fiesta con amigos, donde la conversación giraba en torno a temas triviales, como cuál es la mejor cerveza. Pero imaginen si, en lugar de eso, los jóvenes de hoy alzan la voz en contra de este tipo de glorificaciones. La fiesta no debería convertirse en un pase de acceso a la ignorancia.
La voz de la sociedad civil y los partidos políticos
En este momento, Podemos Asturies no está sola en su demanda: otros partidos y organizaciones sociales también necesitan posicionarse sobre este asunto. Es un trabajo en equipo. Aquí es donde la solidaridad y la acción colectiva juegan un papel crucial. ¿Estás listo para dar un paso adelante y exigir una sociedad que no solo recuerda sino que aprende de su historia?
Imagina que todos los partidos y sindicatos unan fuerzas para condenar estas manifestaciones. El mensaje sería claro y potente: no más espacio para el odio. La historia tiene un peso, y es algo que no debemos ignorar.
Conclusión: el camino hacia adelante
En definitiva, lo que sucedió en la discoteca de Arriondas es solo un pequeño ejemplo de un problema que persiste en muchos rincones de nuestra sociedad. La buena noticia es que todavía estamos a tiempo de cambiar el rumbo. Pero esto requiere de una conversación abierta y honesta sobre lo que queremos construir como sociedad.
La historia siempre estará con nosotros, ya sea como una sombra que nos persigue o como una luz que nos guía hacia la justicia y la paz. Solo depende de nosotros cómo decidamos llevar esa historia adelante. Así que les pregunto, ¿qué tipo de legado te gustaría dejar?
En un mundo donde los valores democráticos son constantemente desafiados, nuestra voz es más importante que nunca. A partir de hoy y cada día, elige la memoria, elige la verdad y elige la justicia.